Los actuales candidatos al Congreso le dan al Partido Republicano una vía para la diversidad

La representante republicana de California Michelle Steel, quien busca conservar su escaño, durante un evento de campaña en Buena Park, California, el 4 de junio de 2022. (Jenna Schoenefeld/The New York Times)
La representante republicana de California Michelle Steel, quien busca conservar su escaño, durante un evento de campaña en Buena Park, California, el 4 de junio de 2022. (Jenna Schoenefeld/The New York Times)

Según el recuento del partido, los republicanos de la Cámara de Representantes presentarán una lista de 67 candidatos negros, latinos, asiáticos o nativos estadounidenses en las votaciones de noviembre, lo que supone una oportunidad para cambiar la composición de la conferencia del Partido Republicano en la Cámara Baja, que ahora solo tiene una docena de miembros de color.

Dependiendo del resultado, esos candidatos republicanos dicen que podrían desafiar la noción de que el suyo es el partido de los votantes blancos.

La alineación de candidatos republicanos es histórica: 32 candidatos latinos, 22 afroestadounidenses, 11 asiáticoestadounidenses y dos nativos estadounidenses, según el Comité del Congreso Nacional Republicano (de esos candidatos, cuatro se identifican como de más de una raza). Muchos de ellos tienen pocas posibilidades de éxito en distritos de mayoría demócrata, pero dado que hay tan pocos republicanos de color ahora en el Congreso, es casi seguro que la composición del partido sea distinta el año que viene.

Quizá lo más destacable es que los candidatos republicanos se acercan a la meta incluso mientras algunos de los legisladores blancos del partido han intensificado el lenguaje racista o las líneas de ataque, una señal de que algunos líderes del partido siguen sin preocuparse por la sensibilidad racial.

La semana pasada, el senador republicano de Alabama Tommy Tuberville estuvo presente en un mitin junto al presidente Donald Trump en Nevada y le dijo a la multitud que los demócratas estaban “a favor de la delincuencia” y querían reparaciones —palabra que, en términos generales, se entiende como una referencia a la esclavitud— para “la gente que comete los delitos”. En el mismo evento, la representante republicana de Georgia Marjorie Taylor Greene mencionó la racista “gran teoría del remplazo” al decir que “los 5 millones de extranjeros ilegales de Joe Biden están a punto de reemplazarte”.

En otras partes, como en Wisconsin y Carolina del Norte, los demócratas acusaron a los republicanos de oscurecer la piel de los candidatos negros en los materiales de campaña y de sacar al aire comerciales en los que, sin ningún disimulo, tratan de vincular a los políticos negros con los delincuentes negros.

Los candidatos para las elecciones de medio mandato de 2022 no quieren que esas cuestiones descarrilen sus candidaturas innovadoras. Después de ver los comentarios de Greene y Tuberville, Anna Paulina Luna, una latina que es la favorita para un escaño en la Cámara de Representantes en Florida, respondió con tiento, pero no los condenó, ya que más bien dijo: “Los demócratas de la clase dominante están explotando a los ilegales como moneda política”.

Wesley Hunt, a la izquierda, candidato republicano con probabilidades de ganar las elecciones para representante de Texas, durante un evento de campaña en Cibolo, Texas, el 13 de abril de 2022. (Christian K Lee/The New York Times)
Wesley Hunt, a la izquierda, candidato republicano con probabilidades de ganar las elecciones para representante de Texas, durante un evento de campaña en Cibolo, Texas, el 13 de abril de 2022. (Christian K Lee/The New York Times)

“Muchas veces, los inmigrantes ilegales consiguen empleos informales. A muchos estadounidenses no se les ofrecen salarios justos porque algunas personas prefieren pagar menos a los ilegales por debajo de la mesa; durante el proceso de naturalización, se exige a las personas que aprendan sobre nuestra historia y cultura. Eso es importante como nación”, dijo”.

A pesar de esto, las cifras hablan por sí solas. Es probable que a los únicos dos representantes republicanos negros que quieren reelegirse en la Cámara de Representantes, Burgess Owens de Utah y Byron Donalds de Florida, se les unan los candidatos negros del Partido Republicano Wesley Hunt de Texas y John James de Míchigan, que tienen amplias posibilidades de ganar el 8 de noviembre. Las cifras de este pequeño grupo podrían aumentar aún más con las victorias de Jennifer-Ruth Green en Indiana, John Gibbs en Míchigan y George Logan en Connecticut, todos ellos con posibilidades de ganar.

Las filas de los siete actuales representantes republicanos latinos podrían casi duplicarse si los seis candidatos latinos ganan en contiendas cerradas. Y Allan Fung, un republicano que tiene un cincuenta-cincuenta de posibilidades de ganar en Rhode Island, podría aumentar el número de asiático-estadounidenses un 50 por ciento si gana y dos representantes del sur de California, Young Kim y Michelle Steel, vencen a sus rivales demócratas.

En una entrevista, Hunt dijo: “Son hispanos, negros, mujeres y hombres de color, hombres y mujeres asiáticos. Ha sido extraordinario ver a nuestro partido llegar a un punto en que, sí, somos conservadores, pero adivinen qué: tampoco somos monolíticos”.

A los republicanos aún les falta mucho para igualar a los demócratas en diversidad. Un buen resultado del Partido Republicano en noviembre podría elevar a siete el número de republicanos negros en la Cámara Baja. Los representantes demócratas tienen 56 miembros negros, incluidos los líderes más influyentes.

Si los republicanos terminan las elecciones con 13 miembros latinos en la Cámara de Representantes, seguirán muy por debajo de los 34 representantes hispanos demócratas.

Y con las victorias políticas correctas, los demócratas podrían acabar reforzando su ya diversa bancada. Catorce de los 36 demócratas que aspiran a hacerse de escaños republicanos competidos son candidatos de color.

Chris Taylor, de la rama de la campaña demócrata de la Cámara de Representantes, dijo que los republicanos se equivocaban si creían que por fin iban a involucrarse con las comunidades de color en 2022 con candidatos defectuosos, ya que eso distanciaría a su partido de lo que llamó una “agenda impopular y extrema”.

“Aunque los republicanos intentan diluir la cantidad de supremacistas blancos dentro de sus filas, su política de dividir a los estadounidenses y promover el odio continúa”, afirmó.

Sin embargo, los republicanos ven un círculo virtuoso en las victorias que están logrando: piensan que, cuantos más candidatos de color ganen, más candidatos tendrán en las futuras contiendas y más votantes de color verán que tienen cabida en el Partido Republicano.

“Rompemos la narrativa”, dijo Donalds, quien ayudó al Comité del Congreso Nacional Republicano a reclutar candidatos. “Rompimos el dogma de la política demócrata, en lo que respecta a cómo ver a los republicanos”.

El representante de Minnesota Tom Emmer, el presidente del grupo, dijo que la lista de candidatos de este año no fue casualidad. Hace cuatro años, cuando se hizo cargo del comité, se propuso cambiar la forma en que los republicanos reclutaban candidatos, en busca de una mayor diversidad. El grupo dejaría de dar importancia a los consultores con sede en Washington, que tenían un interés financiero en la promoción de sus candidatos, y en su lugar confiaría en los miembros para buscar talentos en sus distritos.

Hace dos años, los republicanos de la Cámara de Representantes ganaron 14 escaños y cada escaño que les arrebataron a los demócratas fue ocupado por una mujer o un candidato de color.

Los demócratas han dejado en claro que no dejarán de criticar a los candidatos republicanos por sus posturas solo con base en sus antecedentes. Han hecho hincapié en los escritos universitarios de Gibbs en los que sugiere que las mujeres no deberían tener derecho a votar. La representante de Texas Mayra Flores, que ganó una elección especial en junio pero se enfrenta a una difícil contienda en un distrito más demócrata, ha promovido las teorías conspirativas de QAnon.

Los republicanos que quieren diversificar sus filas dicen que también esperan cambiar las opiniones de algunos votantes del Partido Republicano. Hunt contó que un joven habló con él después de un acto de campaña y luego le dio su teléfono para que pudiera hablar con el abuelo blanco del hombre.

“Me dijo: ‘Sr. Hunt, usted es la primera persona de color por la que he votado en toda mi vida. Estoy aquí para decirle que fui racista, y que crecí siendo racista, y que ha habido momentos en mi vida en los que no he tratado a los negros con justicia. Lo conocí y me dije que tengo que apoyar a este tipo, a pesar de mis prejuicios’”, relató Hunt.

© 2022 The New York Times Company