Activistas por la libertad de expresión hacen protestas unipersonales en Rusia contra la detención del fundador de Telegram
Manifestantes en solitario se han concentrado frente a la embajada francesa en Moscú para pedir la liberación del fundador y consejero delegado de Telegram, Pavel Durov, detenido el domingo en Francia.
Frente al edificio se colocaron aviones de papel que simbolizaban el logotipo de Telegram. Uno de los manifestantes, Vlad Mazur, portaba un cartel en el que pedía a los franceses que "no sigan los pasos de Putin" y respeten la libertad de expresión. Posteriormente fue detenido por agentes de Policía.
Celebrar una manifestación no autorizada en Rusia es ilegal. Los activistas han intentado eludir la ley organizando múltiples manifestaciones unipersonales, pero incluso éstas se castigan con una multa o hasta 15 días de cárcel. La pena puede llegar a cinco años por una tercera infracción.
Pavel Durov fue detenido el sábado por la noche tras aterrizar en el aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París, en su avión privado. Sobre Durov, de origen ruso, pesaba una orden de detención en Francia.
Según los medios de comunicación franceses, la investigación se centra en la falta de moderadores en Telegram, lo que, según la Policía, permite que en la aplicación de mensajería se desarrollen sin trabas actividades delictivas como el tráfico de drogas y las redes de pedofilia.
Su detención ha desatado una oleada de inquietud en la comunidad tecnológica y entre los defensores de la libertad en internet.
Telegram, que cuenta con casi mil millones de usuarios, es conocida por su enfoque en la privacidad y el cifrado, características que la han hecho popular pero también controvertida.
Se ha convertido en una de las principales plataformas de redes sociales, junto a gigantes como Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram, TikTok y WeChat. Su influencia es especialmente notable en Rusia, Ucrania y las repúblicas de la antigua Unión Soviética.
Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, Telegram se ha convertido en la principal fuente de contenidos no filtrados sobre la guerra y la política que la rodea, pero también ha sido una fuente de desinformación.
Algunos analistas la describen como un "campo de batalla virtual" utilizado intensivamente tanto por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y sus funcionarios, como por el Gobierno ruso.
Sin embargo, es una aplicación que aún no cumple los requisitos de la Unión Europea, lo que ha llevado a suspenderla temporalmente en algunos países miembros, como España.
Durov fundó Telegram junto a su hermano en 2013. Abandonó Rusia en 2014 tras negarse a cumplir las exigencias del Gobierno de cerrar las comunidades opositoras en su plataforma de medios sociales VKontakte, que acabó vendiendo.
En una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson en abril, Durov explicó su salida de Rusia y la búsqueda de un hogar para su empresa, que incluyó estancias en Berlín, Londres, Singapur y San Francisco.
"Prefiero ser libre que recibir órdenes de alguien", dijo Durov en la entrevista, subrayando su compromiso con la libertad de expresión y la privacidad. La detención de Durov plantea importantes cuestiones sobre el equilibrio entre la libertad de expresión y la necesidad de moderar los contenidos en línea.