La activista iraní encarcelada Narges Mohammadi gana el Nobel de la Paz

Narges Mohammadi, activista iraní de derechos humanos y vicepresidenta del Centro de Defensores de los Derechos Humanos (DHRC), posa en esta imagen de archivo

Por Gwladys Fouche y Tom Little

OSLO, 6 oct (Reuters) -La defensora de los derechos de la mujer encarcelada en Irán, Narges Mohammadi, ganó el viernes el premio Nobel de la Paz en una censura a los dirigentes teocráticos de Teherán y un espaldarazo a los manifestantes antigubernamentales.

El comité que concede el galardón dijo que el premio era un testimonio para todos aquellos que están detrás de las recientes protestas sin precedentes en Irán y pidió la liberación de Mohammadi, quien ha hecho campaña tanto por los derechos de las mujeres como por la abolición de la pena de muerte.

"Esperamos enviar el mensaje a las mujeres de todo el mundo que viven en condiciones en las que son discriminadas sistemáticamente: tengan valor, sigan adelante", dijo a Reuters Berit Reiss-Andersen, directora del Comité Noruego del Nobel.

"Queremos dar el premio para animar a Narges Mohammadi y a los cientos de miles de personas que han estado clamando por 'Mujer, Vida, Libertad' en Irán", añadió, refiriéndose al lema principal del movimiento de protesta.

Teherán, que califica las protestas de subversión dirigida por Occidente, no tuvo una reacción inmediata.

Sin embargo, la agencia de noticias semioficial Fars afirmó que Mohammadi había "recibido su premio de los occidentales" tras aparecer en las noticias "por sus actos contra la seguridad nacional".

Mohammadi cumple actualmente múltiples sentencias en la prisión de Evin, en Teherán, que suman unos 12 años de prisión, uno de los muchos periodos que ha estado tras las rejas, según la organización de derechos humanos Front Line Defenders.

Entre los cargos que se le imputan está el de difundir propaganda contra el Estado.

Es subdirectora del Centro de Defensores de los Derechos Humanos, organización no gubernamental dirigida por Shirin Ebadi, premio nobel de la Paz de 2003.

"ENVALENTONAR LA LUCHA DE NARGES"

Mohammadi es la decimonovena mujer que gana el premio en 122 años de historia, y la primera desde que la filipina Maria Ressa lo obtuvo en 2021 junto con el ruso Dmitri Muratov.

"Este Premio Nobel envalentonará la lucha de Narges por los derechos humanos, pero lo más importante es que este es de hecho un premio para la mujer, la vida y (el movimiento por) la libertad", dijo a Reuters el marido de Mohammadi, Taghi Rahmani, en su casa de París.

El premio Nobel de la Paz, dotado con 11 millones de coronas suecas, alrededor de un millón de dólares, se entregará en Oslo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del industrial sueco Alfred Nobel, fundador de los galardones en su testamento de 1895.

Entre los galardonados en el pasado estuvieron Martin Luther King y Nelson Mandela.

El New York Times citó a Mohammadi afirmando que nunca dejaría de luchar por la democracia y la igualdad, aunque eso significara permanecer en prisión.

"Seguiré luchando contra la implacable discriminación, la tiranía y la opresión de género del opresivo Gobierno religioso hasta la liberación de la mujer", declaró en un comunicado.

El galardón se le ha concedido en un momento en que, según grupos de defensa de los derechos humanos, una adolescente iraní ha sido hospitalizada en coma tras un enfrentamiento en el metro de Teherán por no llevar hiyab.

Las autoridades iraníes niegan las informaciones.

El premio Nobel también se concedió poco más de un año después de la muerte de Mahsa Amini, detenida por la policía de moral por incumplir supuestamente el código de vestimenta femenino de la República Islámica.

Aquello provocó protestas en todo el país, el mayor desafío al Gobierno iraní en años, y fue respondido con una represión mortal.

La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que el Premio Nobel destacaba la valentía de las mujeres iraníes. "Hemos visto su valor y determinación frente a las represalias, la intimidación, la violencia y la detención", dijo su portavoz Elizabeth Throssell.

"Han sufrido acoso por lo que llevan o dejan de llevar. Hay medidas legales, sociales y económicas cada vez más estrictas contra ellas. (...) Son una inspiración para el mundo".

(Reporte de Gwladys Fouche, Nerijus Adomaitis y Terje Solsvik en Oslo, Parisa Hafezi en Dubái y John Davison en Bagdad; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)