“Mi activismo les molesta”: María Elena Ríos denuncia que gobierno de Oaxaca le quitó apoyo para tratamientos y le adeuda $140 mil

María Elena Ríos, víctima de intento de feminicidio tras un ataque con ácido en 2019, denunció que abogadas del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, le notificaron que ya no se le apoyará económicamente para sus tratamientos dermatológicos y quirúrgicos, aun cuando tiene una cirugía pendiente el próximo 9 de septiembre.

Esto ocurre a unos meses de que el gobierno del estado aceptara una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la que se indica al gobernador Murat y al fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, que se debe proporcionar la atención médica y psicológica que requiera María Elena.

Las constancias de la valoración médica y los detalles de la atención que acrediten su cumplimiento deben enviarse a la CNDH, señala la recomendación emitida el 18 de febrero de 2022, la cual fue aceptada el 14 de marzo y en la que se asume el compromiso para atender y cumplir sus obligaciones en el caso.

Los recursos que se otorgan a la joven saxofonista cubren la atención de cirujanos, dermatólogos, dentistas, expertos para prótesis de nariz, servicios psicológicos, medicamentos, transporte y alimentos.

En entrevista, María Elena dijo que, además de ya no contar con el apoyo al que se comprometieron las autoridades, aún le adeudan 102 mil pesos de reembolsos de sus tratamientos de parte de mayo, junio y julio. Igualmente, lo que se ha acumulado en lo que va de agosto: aproximadamente, 40 mil pesos.

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Dos abogadas a cargo de la recomendación, y quienes le notificaron que concluyeron los apoyos, le dijeron que “no se pueden hacer responsables de los adeudos porque Hacienda ya cerró y es la transición (del gobierno) del estado”.

“Nosotras no nos podemos hacer responsables de cubrir la salud privada, si quieres te hacemos una evaluación en el Instituto Nacional de Rehabilitación, no vas desde octubre”, le dijeron.

María Elena se ha tenido que atender en instituciones privadas, ya que en Oaxaca no hay especialistas y su primea atención fue ineficiente; sus primeros injertos en cara, cuello, brazo, manos y pecho se cayeron y llenaron de bacterias.

El 14 de diciembre de 2019, la joven fue trasladada al Instituto Nacional de Rehabilitación de la Ciudad de México, pero durante la pandemia la atención se concentró en emergencias, por eso es que ha buscado atención privada. Su última cita fue en 2020.

Además, el Instituto Nacional de Rehabilitación no da un servicio de reconstrucción, que es lo que ella necesita, solo rehabilitación funcional.

Esa situación la comentó con el gobierno del estado y ahí le dijeron que estaba en libertad de atenderse donde quisiera, incluso en instituciones privadas, como lo ha hecho. El gobierno estatal asumió los gastos de sus tratamientos y cirugías.

“Desconozco cómo justifican ante Hacienda ya que no facturan, me dicen que con los tickets es suficiente, yo los entrego cada mes, pago con tarjeta de crédito y ellos me hacen el rembolso (…) Lo único que sé es que no son limosnas, es algo que me corresponde por derecho”, reclamó.

Las autoridades del estado saben que tiene una cirugía pendiente en septiembre para liberar una parte de su cuello y hacer rellenos. Otra de nariz y una más de párpado están entre las más inmediatas.

El gobierno de Alejandro Murat respondió a Animal Político que los servicios médicos, psicológicos y psiquiátricos necesarios para la saxofonista y su familia se otorgarán a través de las instituciones de servicios de salud con que cuenta el Estado mexicano, como el Instituto Nacional de Rehabilitación.

No precisó qué pasará con sus tratamientos en hospitales privados ni con los recursos que necesita para su cirugía programada para septiembre; tampoco detalló sobre los rembolsos pendientes.

En un comunicado, indicó que por la atención medica privada a Elena Ríos se ha erogado 2 millones 692 mil 263 pesos, aunque no precisó en qué periodos.

“Mi activismo causa enojo” 

Para María Elena, el que le hayan quitado los apoyos tiene que ver con el activismo que ha encabezado en el estado, por manifestarse contra los feminicidios, visibilizar el plagio de textiles, hablar sobre las violaciones a derechos humanos y exponer públicamente que no se ha hecho nada por detener a uno de sus agresores.

Comentó que Arturo Enríquez, intermediario con el tema de sus rembolsos, en varias ocasiones la buscó con insistencia y le dijo que Murat quería hablar con ella, pero ella se negó ya que no le permitían la presencia de su abogada o de algún representante de la CNDH.

“Fíjate que últimamente han pasado unas situaciones y quiere platicar contigo, no va a estar nadie, solo tú y el gobernador. La plática es para que tú le hagas las peticiones que quieras”, le dijo. Ante esto, ella respondió que solo necesitaba que cumplieran con las peticiones de la recomendación y que se haga justicia.

El 25 de julio, María Elena mostró una manta con la leyenda “Oaxaca feminicida” durante la celebración de la Guelaguetza, pero la policía estatal y seguridad privada del gobernador la sacaron.

“Me pegaron los policías porque no me dejan hacer uso de mi libre expresión, yo soy María Elena Ríos Ortiz, a mí me intentaron matar con ácido y hasta la fecha mi agresor sigue libre”, exclamó mientras bajaba del palco.

El martes 16 de agosto, previo al Mercedes Fashion Week, volvió la insistencia para la reunión. Y aunque la saxofonista no estuvo en el evento, apoyó desde sus redes la protesta de colectivos de artesanas, bordadoras y creadoras oaxaqueñas, quienes realizaron una “pasarela” para denunciar el plagio y apropiación cultural de marcas de moda.

Las artesanas señalaron a la presidenta del DIF Estatal, Ivette Morán, esposa del gobernador Murat, de explotación de los textiles tradicionales y de usar recursos del erario público para promocionar su marca, Moravy, en el evento. María Elena exigió garantizar el respeto por las artesanas de la región.

“Dijeron (funcionarios del gobierno) que yo estaba organizando varios colectivos para dar un golpe de Estado, eso me molestó mucho y llamé y les dije déjense de chingaderas, sí, con groserías, porque yo no tengo necesidad de organizar nada, yo solita he sido siempre y lo que exijo es justica y no me gusta que me metan en chismes”, les dije.

Uno de sus últimos pronunciamientos contra las autoridades de Oaxaca fue por el feminicidio de Abigail Hay Urrutia, en Salina Cruz.

La saxofonista destacó que las autoridades deben diferenciar qué es activismo y su estado como víctima y sobreviviente de feminicidio, que son circunstancias distintas. Consideró que la protesta es la única denuncia “que nos permite hacernos visibles”.

“Mi activismo, el reclamo, les molesta. Sí, y este es un mensaje de que Murat e Ivette están enojados”, aseguró.

Actualmente, María Elena vive en la CDMX, donde estudia nivel licenciatura en la Facultad de Música de la UNAM y no cuenta con ningún tipo de protección. La única protección que tiene aplica solo en Oaxaca, de donde es originaria.

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