"En Acción Nacional no hay cabida para traidores"

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 15 (EL UNIVERSAL).- La coordinadora del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, Noemí Luna Ayala, aseguró que no hay marcha atrás en la expulsión de los senadores Miguel Ángel Yunes Márquez y Miguel Ángel Yunes Linares, y de la legisladora oaxaqueña Natividad Díaz, porque en ese instituto político "no hay cabida para traidores ni cobardes".

Expresó que es necesario mantenerse en resistencia ante los embates de un gobierno que busca eliminar a esta fuerza opositora, que, dice, figura como la segunda fuerza política del país.

Refirió que se trabaja ya en un proceso para recuperar el terreno perdido y se buscará hacerlo más atractivo al electorado para posicionarlo como el cambio que se requiere.

"Muchos desestimaron que Andrés Manuel era un peligro para México. Y nos decían que éramos unos exagerados y ahí está, no terminó su mandato sin mandar al diablo a las instituciones", enfatizó.

Aseguró que parte de la estrategia del gobierno federal y de Morena es debilitar al PAN, "porque somos esa resistencia y esa segunda fuerza política, y no podemos darnos el lujo de mantener en nuestras filas a quienes ayudan a Morena y sus aliados a ese propósito".

La también secretaria general de Acción Nacional convocó a las demás fuerzas políticas a reconocer esta misma situación en sus estructuras, porque el daño que se está causando al país es crítico.

Precisó que se enfrenta una amenaza de crisis multidimensional: por un lado, la no certeza jurídica que ocasiona la reforma al Poder Judicial, aunado a que las inversiones migren por la crisis de inseguridad que registra el país.

Dijo que el presidente Andrés Manuel López Obrador está dejando a México en un clima de convulsión que Claudia Sheinbaum deberá resolver, "pero poco podrá hacer si su propio partido y aliados en el Congreso no asumen la responsabilidad de lo que están haciendo contra México y sus instituciones".

La política zacatecana mencionó que en este momento el blanquiazul trabaja en cinco recursos factibles con los que se puede echar abajo la reforma judicial: un amparo, una impugnación al proceso legislativo y la acción de inconstitucionalidad promovida por el presidente del PAN, Marko Cortés.