Yahoo Noticias Acapulco, el desastre que frenó, de momento, la guerra entre AMLO y la Suprema Corte
Lo real es que el dinero de los fideicomisos está en litigio y no se puede tocar. Después de eso, todo es simulación.
Acapulco está en ruinas. Calcula el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que su reconstrucción necesitará de una inversión de 61 mil 313 millones de pesos. Empresarios agrupados en la Coparmex, calculan una inversión de hasta 15 mil millones de dólares, equivalentes, al cambio actual, a 270 mil millones de pesos. Dice López Obrador que para navidad Acapulco estará de pie y que la reconstrucción terminará en dos años. Los empresarios calculan que en cinco años estará rehabilitado Acapulco, recomiendan rediseñar el puerto y dotarlo de una estructura de mayor calidad.
La evidencia dice que para el gobierno de López Obrador el dinero es muy importante. Para atender los problemas que generó el huracán Otis, informó que existe una partida presupuestal, del FONDEN, de casi 15 mil millones de pesos, pero que los recursos que se destinarán a la reconstrucción y atención a la población damnificada serán ilimitados. Lo que no dijo es de dónde saldrán esos recursos porque en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que se discute en la Cámara de Diputados, no se han destinados recursos para este tipo de contingencias.
Ya hubo propuestas para que a los proyectos insignia de López Obrador, Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, Aeropuerto Felipe Ángeles y Pemex, se les recorte el presupuesto y los recursos se destinen a Acapulco. No parece que eso vaya a suceder porque esa fuente inagotable de ocurrencias llamada Andrés Manuel planteó, en su mañanera, una propuesta al Poder Judicial:
“¿Qué les propongo a los integrantes del Poder Judicial? Que se destinen los 15 mil millones a apoyar a los damnificados de Acapulco y que ellos formen parte del Comité que va a vigilar la aplicación de los fondos para que le llegue a la gente de Acapulco”. Asimismo, comentó que los ministros podrían decir que están “de acuerdo porque no les afecta en su presupuesto, no les afecta a los trabajadores porque ellos están solicitando 84 mil millones de pesos de presupuesto para el año próximo”.
Desde que la ministra Norma Piña preside el Poder Judicial, fue la primera ocasión en la que López Obrador se dirigió a ella y los ministros de la SCJN, sin insultos y lo hizo mediante la propuesta que pone punto final a la controversia que mantuvo por meses, para que fueran extinguidos los fideicomisos que dijo solo servían para financiar los privilegios de los ministros.
Para la ministra presidenta, Norma Piña, la de López Obrador fue una propuesta difícil de rehusar. De inmediato aceptó y lo hizo mediante un oficio que envío a presidencia, le expresa tener “conocimiento de la propuesta expresada en su conferencia matutina, relativa a destinar el dinero que integra los fideicomisos públicos, a la ayuda y defensa de las personas damnificadas por el huracán Otis en Acapulco, Guerrero.
Respecto a la propuesta formulada por el presidente @lopezobrador_ de destinar recursos a las personas damnificadas de #OtisAcapulco, la ministra presidenta de #LaCorte y el @CJF_Mx dirigió un oficio con la finalidad de conocer la vía institucional para darle viabilidad. pic.twitter.com/yvkeZZNPH5
— Suprema Corte (@SCJN) October 31, 2023
“La propuesta que se hace desde el Poder Ejecutivo al Poder Judicial representa una alternativa real que nos permitirá actuar como Estado, en defensa de su población”. Solicita la definición de canales institucionales para acordar los términos de la propuesta.
La relación entre el presidente y los ministros de la SCJN, en particular la ministra Norma Piña, ha estado en tensión por diez meses. La aceptación de la propuesta de López Obrador para disponer de 15 mil millones de los 13 fideicomisos del Poder Judicial fue interpretada por algunos como un error y hasta una traición hacia los trabajadores, que estuvieron en paro protestando en defensa de sus derechos laborales. Otros consideraron un acierto la aceptación porque implica un gesto de distención entre dos poderes del Estado.
Para López Obrador la aceptación de su propuesta supone, en términos propagandísticos, un triunfo porque logró “arrebatar” a los ministros de la SCJN, los recursos que supuestamente financian sus privilegios. Además, divulga que los destinará para los damnificados de Acapulco y aumenta la bolsa de dinero para atenderlos, mediante sus programas sociales, pensiones para adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, aumento en el número de becas para nivel básico y exención de pago de luz, Infonavit, entrega de despensas y demás.
Para la ministra Norma Piña aceptar la propuesta configura un gesto de distensión con el Poder Ejecutivo y ganar tiempo en el litigio que se inició con la presentación de amparos de trabajadores del Poder Judicial, para evitar la extinción de los fideicomisos que garantizan sus derechos laborales.
El juez Décimo Segundo de Distrito en Chihuahua, Juan Fernando Luévano, suspendió la reforma que elimina 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación. Prohibió temporalmente al Consejo de la Judicatura Federal transferir los recursos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y a la Tesofe. Ordenó que se abstengan de cancelar o extinguir los fideicomisos y se garantice su continuación, operación y administración del objeto por el cual fueron creados por el CJF, en cumplimiento a las reglas de operación de cada uno de ellos.
La propuesta de López Obrador para obtener los 15 mil millones de los fideicomisos de Poder Judicial ya lo benefició con el “golpe” propagandístico que lo ubicó como preocupado por los damnificados de Acapulco. La ministra Norma Piña obtuvo la posibilidad de que el presupuesto de 84 mil millones que solicitó le sea otorgado por la Cámara de Diputados, que de inmediato apoyó la propuesta presidencial. Lo real es que el dinero de los fideicomisos está en litigio y no se puede tocar. Después de eso, todo es simulación.
