Abusos en la Iglesia: Benedicto XVI “sabía y no actuó en cuatro casos” cuando era arzobispo de Munich, según un informe
ROMA.- En lo que cayó como una bomba en el Vaticano, un informe publicado hoy en Alemania sobre abusos cometidos décadas atrás en la diócesis de Munich y Freising denunció que el entonces arzobispo Joseph Ratzinger, hoy papa emérito Benedicto XVI, sabía y no actuó “en cuatro casos”.
“Creemos que él puede ser acusado de mala conducta en cuatro casos. En estos casos esos sacerdotes siguieron trabajando sin sanciones. Ratzinger estaba informado de los hechos. La Iglesia no hizo nada”, denunció el abogado Martin Pusch, miembro de un panel que dio a conocer el explosivo informe en una conferencia de prensa en Munich.
“Él [Benedicto] alega que no sabía sobre ciertos hechos, pero nosotros creemos que no es así, de acuerdo a los que sabemos”, agregó Pusch, abogado de la firma Westpfahl Spilker Wastl, que elaboró el informe tras un pedido realizado por la misma arquidiócesis de Munich, encabezada por el cardenal Reinhard Marx, una de las figuras más importantes de la Iglesia alemana, miembro del Consejo de Cardenales que asesora al Papa y coordinador del Consejo para la Economía de la Santa Sede.
En junio pasado el cardenal Marx presentó repentinamente su renuncia al arzobispado de Munich y Freising por su “corresponsabilidad en la catástrofe de los abusos”. Pero el papa Francisco no aceptó su dimisión, en una carta en la que, tras coincidir con él que el escándalo de abusos es una “catástrofe”, había que asumir la crisis. “Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fecundo porque de una crisis no se sale solo sino en comunidad y además debemos tener en cuenta que de una crisis se sale o mejor o peor, pero nunca igual”, respondió el pontífice.
En una declaración que hizo esta tarde, el cardenal Marx pidió perdón en nombre de la aquidiócesis “por el sufrimiento causado” a las víctimas y destacó la importancia del informe como herramienta para reelaborar el pasado y mirar hacia el futuro. “Ahora es el momento de tomar los impulsos de este informe. La crisis de los abusos seguirá siendo un shock profundo para la Iglesia y elaborarlo y seguir adelante incluye darle prioridad a las víctimas de abuso y cambiar estructuras de poder y actitudes erradas”, dijo, en una nueva autocrítica. Marx prometió analizar exhaustivamente el documento y, la semana próxima, en una conferencia de prensa, una respuesta oficial.
Casi 500 casos
Con cuatro volúmenes y casi 1900 páginas, la investigación publicada hoy indicó que entre 1945 y 2019 al menos 497 personas sufrieron abusos en la diócesis de Munich y Freising, la mayoría de los cuales, el 60%, varones de entre 8 y 14 años. Algo que los abogados definieron una “letanía del horror” que reflejó un “fracaso total” de la Iglesia católica en la protección de los menores, al menos hasta 2010.
El informe incluye el período entre 1977 y 1982 en el que Joseph Ratzinger, que el 16 de abril cumplirá 95 años, fue arzobispo de Munich, antes de ser llamado a Roma para volverse el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio. Como destacó el Corriere della Sera, “es natural que, tratándose del papa emérito, Benedicto estuviera al centro del informe y de las polémicas”.
Lo cierto es que ya a principios de enero, cuando salió un artículo del semanario alemán Die Zeit que anticipó bien o mal el informe y también acusó al papa emérito alemán de haber encubierto a un sacerdote, su secretario privado, el arzobispo Georg Gänswein, desmintió esto categóricamente en un correo a ese medio. El papa emérito incluso presentó una memoria defensiva de 82 páginas en la que negó las acusaciones.
Pero durante la conferencia de prensa uno de los abogados de la firma que elaboró el informe, Ulrich Wastl, se mostró “sorprendido” de las desmentidas de Benedicto, que asegura que nunca supo nada ni estuvo informado, al mostrar el sumario de una reunión que mantuvo sobre un caso de abusos el 15 de enero de 1980. “Esto es algo que está escrito”, dijo Wastl, al considerar “poco creíbles” las desmentidas de Benedicto.
En verdad, acusaciones a Benedicto por mal manejo de casos de abusos ya habían aparecido durante su pontificado, que comenzó en 2005, tras la muerte de san Juan Pablo II y concluyó con su inédita renuncia del 11 de febrero de 2013. En 2010, sendos artículos del semanario alemán Der Spiegel y del diario The New York Times lo acusaron de haber estado al tanto, siendo arzobispo de Munich, de que el sacerdote Peter Hullerman, que había iniciado una terapia después de haber cometido abusos sobre niños en Essen, iba a regresar a sus tareas pastorales. Entonces el Vaticano salió en defensa del Papa y aseguró que “el entonces arzobispo nunca se enteró de la decisión de reintegrar al sacerdote H. en la actividad parroquial”.
Reacción del Vaticano
La publicación del informe causó un terremoto en el Vaticano, donde se esperaban que la investigación hablara sobre este caso, pero no sobre otros tres. “La Santa Sede considera que debe darle la justa atención al documento, cuyo contenido al momento desconoce. En los próximos días, luego de su publicación, lo visionará y podrá oportunamente examinar sus detalles”, dijo el vocero de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, en una escueta declaración.
“Al reiterar su vergüenza y el remordimiento por los abusos sobre menores cometidos por clérigos, la Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino emprendido para tutelar a los más pequeños, garantizándoles ambientes seguros”, concluyó.
Desde que renunció al trono de Pedro, en 2013, el papa emérito, que se recluyó a vivir en el Monasterio Mater Ecclesiae, enclavado en los Jardines del Vaticano, apareció en público en contadas ocasiones. Autor de varios ensayos y libros, respetado intelectual y académico, con este informe su legado y reputación corren el riesgo de quedar dañados.
Ante preguntas de Vatican News, el portal del Vaticano, su secretario privado, Gänswein, por la tarde hizo saber que Benedicto aún no conocía el contenido del reporte. “En los próximos días examinará el texto con la necesaria atención”, aseguró. Y agregó: “El papa emérito, como repitió muchas veces durante sus años de pontificado, expresa su consternación y vergüenza antes los abusos de menores cometidos por sacerdotes y manifiesta su personal cercanía y oraciones para todas las víctimas, algunas de las cuales encontró en ocasión de sus viajes apostólicos”.