El Abusador del pitcheo cubano receta su veneno a los Marlins. ¿Cuál es su secreto de durabilidad?

Aroldis Chapman les recordó a los Marlins por qué alguna vez le llamaban “El Abusador’’.

En el Día Inaugural de las Grandes Ligas, el espigado lanzador cubano salió a trabajar en la novena entrada y retiró a tres bateadores sin soltar una gota de sudor y con un dominio total como parte de un triunfo de los Piratas.

Durante el invierno, Chapman regresó ocho años después a la liga donde ganó su primer anillo de Serie Mundial tras llegar a un acuerdo por una temporada y $10.5 millones con Pittsburgh, que por estos días visita a Miami para una serie de cuatro encuentros.

Con 35 años, Chapman estaba en la mira de varias novenas luego de su elevar su nivel el año pasado con los Rangers de Texas, equipo al que ayudó a conseguir su primer título de Grandes Ligas.

Este es el sexto equipo para el holguinero, quien jugará su decimoquinta temporada en las Mayores.

Cuando se hable de durabilidad habrá que poner el nombre de Chapman lo más cerca posible.

Otra temporada más de Mayores, ¿cómo te mantienes motivado?

“Este es el deporte que uno ama. Estoy feliz de poder estar aquí un año más y emocionado por vivir otro juego de apertura. Veo bien a este equipo. Creo que hay muchas figuras jóvenes, con mucho talento. Lo que pude ver en el entrenamiento fue muy bueno. Vamos a ver ahora qué sucede en el inicio’’.

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Al principio eras hombre de un solo equipo, ahora vas cambiando más.

“En verdad, eso pasa mucho en este deporte de la pelota. Al principio uno juega varios años en un mismo equipo. Luego con el paso del tiempo empiezan a pasar estas cosas, uno va a jugar año a año. Eso es lo que me ha tocado ahora: estar un año aquí y otro allá’’.

¿Sientes que te vas acercando al Salón de la Fama?

“Solamente me enfoco en poder hacer el trabajo, tener la posibilidad de salir a lanzar y seguir acumulando algunos números. Ya eso del Salón de la Fama lo dirá el destino. Las personas que botan están encargados. Uno solo debe tratar de jugar y hacer bien el trabajo’’.

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¿Hiciste algo diferente este invierno?

“Nada, solo prepararme, entrenar fuerte con el entrenador Héctor Berríos cerca de la casa. Enfocado en mantenerme saludable el año entero y estar fuerte. Trabajé en todos los pitcheos que tengo para que se mantengan bien’’.

¿Cuánto más crees que te quede en Grandes Ligas?

“No sé. Algunas personas me preguntan eso. Mis entrenadores me dicen que todavía puedo jugar tres, cuatro o cinco. Todavía no sé. Solo digo que mientras mi brazo esté saludable al igual que mi cuerpo podré jugar. También se trata de que algún equipo me quiera. Cuando ya no me quieran será tiempo de ir para la casa. Cuando no haga el trabajo me iré’’.

Los lanzadores hoy en día se lesionan mucho, pero tú te mantienes sano.

“Me gusta prepararme, cuidar mi brazo. Muchos lanzadores se lesionan el codo, el hombro. Yo trato de cuidarlos al máximo, mantenerlos fuertes, pero en general siempre cuido todo el cuerpo. Eso es lo principal’’.