La absurda agonía de Rupert Murdoch, magnate creador del imperio mediático Fox News

Listo el libro “The Fall: The End of Fox News”, sobre Rupert Murdoch, de 92 años, quien anunció su retirada de la dirección de Fox Corp.

Photo by: NDZ/STAR MAX/IPx 2023 9/21/23 Rupert Murdoch to step down as chairman of News Corp. and Fox News. STAR MAX File Photo: 11/1/23 Rupert Murdoch attends the 2017 WSJ Innovator Awards at Museum of Modern Art on November 1, 2017 in New York City.
Rupert Murdoch . (Foto: NDZ/STAR MAX/IPx).

Es bueno saber que Fox News, que trastornó tanto a Estados Unidos mientras le hacía ganar enormes sumas de dinero a Rupert Murdoch, al final ha hecho miserable a Murdoch, por lo menos si hemos de creerle al periodista Michael Wolff. Pero el consuelo es poco.

La infelicidad y el desconcierto de Murdoch es el hilo conductor del libro de Wolff, “The Fall: The End of Fox News”, que saldrá a la venta la próxima semana, días después de que Murdoch, de 92 años, anunció su retirada de las juntas de Fox Corp. y News Corp. Wolff describe al propietario de Fox como un hombre avergonzado por la vulgaridad del canal y horrorizado por su máxima creación política, Donald Trump. Al parecer, Murdoch tiene toda la intención de boicotear al expresidente, pero no al precio de perder un solo punto en los índices de audiencia.

En su tortuoso encumbramiento de Trump, Murdoch parece el máximo símbolo de una clase dominante conservadora inútil y cobarde, superada por las fuerzas patrioteras que alentó y que capitula ante el expresidente o se aleja lastimeramente de la escena pública. La diferencia es que la impotencia de Murdoch fue una elección.

Pocas personas son más responsables de Trump que Murdoch. Fox News le dio a Trump una plataforma permanente para sus mentiras racistas sobre el lugar de nacimiento de Barack Obama. Sumergió a su audiencia en un mundo de fantasía febril en el que todas las fuentes de información de la tendencia mayoritaria eran sospechosas, una condición previa para el ascenso de Trump (muchas personas han descrito la pérdida de seres queridos a causa de la realidad alternativa que todo lo consume de Fox). Después de que Trump perdió en 2020, Fox ayudó a difundir las falsedades del presidente derrotado sobre unas elecciones robadas, lo que contribuyó a la insurrección del 6 de enero y le costó a Fox casi 800 millones de dólares en su acuerdo con Dominion Voting Systems (Wolff escribe que, como parte de ese acuerdo, Fox despidió a su mayor estrella, el trol demagogo Tucker Carlson).

Según el recuento de Wolff, Murdoch es una especie de Frankenstein desventurado, que repudia al monstruo que lanzó al mundo, pero no sabe cómo luchar contra él. No obstante, esta vacilación es producto de la misma corrupción que siempre ha sustentado a la anticuada política de derecha de Murdoch. En su carta de despedida, Murdoch, hijo de un acaudalado ejecutivo de medios de comunicación australiano educado en Oxford, se hace pasar por populista y denuncia a unos medios de comunicación “confabulados” con las élites, que “venden narrativas políticas en lugar de buscar la verdad”. Esto es pura proyección: Fox existe para vender narrativas políticas al servicio de sus intereses y engaña a su audiencia con el pretexto de respetarla. En “The Fall” (un libro que no es para el que no desee encontrarse con insultos casuales) Murdoch dice del famoso presentador Sean Hannity: “Es un retrasado, como la mayoría de los estadounidenses”. Lo último que quiere hacer Murdoch es arriesgarse a bajar los índices de audiencia poniéndose al nivel del público al que mira por encima del hombro.

Es cierto, Trump fue vetado por poco tiempo de las ondas de Fox y Murdoch defendió al rival putativo de Trump, Ron DeSantis. Pero desde que la popularidad de DeSantis comenzó a disminuir, Fox volvió a la defensa servil de Trump cada vez que ha sido acusado, mientras ignora o minimiza las noticias que no hacen ver bien a Trump. Hasta el 4 de mayo, el grupo liberal Media Matters descubrió que Fox había dedicado apenas 13 minutos de emisión al juicio civil de Trump por el delito de abuso sexual de la escritora E. Jean Carroll. “La antipatía personal que Murdoch sentía hacia Trump era evidente“, escribe Wolff. “Pero al mismo tiempo no había ningún cambio en sus expectativas como propietario del canal de noticias líder de audiencia en el país”.

Aunque en “The Fall” hay algunas referencias a la serie de HBO, “Sucesión”, Murdoch se muestra como alguien que sería lo contrario de Logan Roy: un hombre desesperado por la aprobación de sus hijos, en su mayoría liberales, pero la detestable cadena Fox News se interpone entre ellos. “Solo busca el amor de sus hijos”, afirmó Roger Ailes. “Y no lo obtiene”. En un capítulo ambientado en el invierno de 2022, Wolff describe que Murdoch fantaseaba con renunciar a Fox, cosa que sus amigos le insistían en hacer. Ellos hacían hincapié en “lo mucho que mejoraría su relación con sus hijos sin la maldición de Fox News”.

Pero romper esa maldición habría significado entregar Fox a su hijo James Murdoch, que siente la mancha de Fox de manera particularmente aguda y anhela convertirla en una “fuerza del bien”, una frase que Wolff repite con desprecio. “James se había convertido en el Murdoch vengador, vengador de lo que su familia había hecho”, escribe Wolff. “No bastaba con salvarse a sí mismo y a su familia y la marca Murdoch de Fox. Tenía que salvar a la nación”. Wolff se mofa de la grandilocuencia de James Murdoch, pero si Rupert Murdoch de verdad quería un acto final redentor, es probable que su hijo menor fuera el único que pudiera dárselo.

En vez de eso, Murdoch hizo lo previsible y le entregó Fox a su hijo Lachlan Murdoch, consejero delegado de Fox Corp. y al que muchos consideran el único verdadero conservador entre los herederos de Murdoch. Wolff desafía la percepción generalizada de que Lachlan Murdoch es un ideólogo de derecha y, en cambio, lo pinta como una persona apolítica en esencia e interesada sobre todo en la pesca submarina. Sin embargo, de los hijos de Murdoch, Lachlan es el que tiene más probabilidades de dejar que Fox continúe en su línea actual. Es posible que la cadena siga apoyando a los adversarios de Trump en las primarias republicanas, pero una vez concluidas estas, podemos esperar que vuelva a ser el lucrativo brazo propagandístico de la campaña presidencial de Trump.

Mientras Murdoch viva, el futuro de Fox no estará escrito. Una vez que muera, sus cuatro hijos mayores determinarán quién tendrá el control de la cadena y James Murdoch aún podría prevalecer. Pero el legado de Rupert Murdoch está decidido. Vamos directo a otro cierre del gobierno, incitado por Hannity. El electorado que Fox ayudó a formar y los políticos a los que consiente han hecho que este país sea ingobernable. Un Trump sin ataduras bien podría volver a ser presidente y llevar a un final grotesco la democracia liberal en Estados Unidos. Si es así, será en gran medida por culpa de Murdoch. “Los Murdoch se sienten mal, por Tucker, por Trump, por ellos mismos”, escribe Wolff. Pero no lo suficientemente mal.

c.2023 The New York Times Company

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