Aborígenes se oponen a un proyecto de gas en unas remotas islas australianas

Sídney (Australia), 7 jun (EFE).- Un grupo de aborígenes de las remotas Islas Tiwi, en el norte de Australia, han iniciado una campaña contra un proyecto de gas, contra el que han presentado una demanda en los tribunales por haber sido aprobado supuestamente sin consulta previa, informaron este martes fuentes jurídicas.

Alina Leikin, abogada especial del centro legal Enviromental Defenders Office que representa a los indígenas tiwi, indicó a Efe que, además de los riesgos medioambientales, los isleños dicen que no fueron informados adecuadamente de este proyecto concedido a la petrolera australiana Santos, que alega que envió correos electrónicos a la comunidad.

"Se trata de un paso muy grande e importante porque es la primera vez que se reclama (ante los tribunales australianos) contra una decisión de un organismo regulador que aprobó una actividad en base a que la empresa no realizó consultas con los pueblos aborígenes antes de presentar su propuesta", dijo Leikin.

El pasado 22 de marzo, Santos recibió el visto bueno por parte del organismo nacional que regula la explotación de petróleo y gas en altamar (NOPSEPA, siglas en inglés) para perforar hasta ocho pozos de producción de gas en el yacimiento de gas Barossa, situado a 120 kilómetros al norte de las Tiwi y que sería uno de los mayores en el país.

La decisión impulsó a la comunidad en Tiwi a presentar el pasado 3 de junio ante el Tribunal Federal Australiano, con sede en Melbourne, un recurso legal contra NOPSEPA y Santos, por considerar que la aprobación del proyecto no cumple con los requisitos legales que obliga a la empresa a realizar consultas con los dueños tradicionales.

Los ancianos de la comunidad afectada están preocupados por el riesgo que supone perforar en Barossa para sus fuentes de alimentos, el medio ambiente y sus costumbres culturales y espirituales, así como la ausencia de consultas respecto al proyecto, un requisito necesario en Australia en zonas en las que los indígenas tienen derechos consuetudinarios.

"Lo que estamos argumentando es que no sólo no fueron consultados, sino que ni siquiera les dieron información para saber que esto iba a suceder", recalcó Leikin al agregar que se argumentará en la demanda que estas actividades, así como un eventual derrame o accidente marítimo, pueden "cambiar completamente su estilo de vida" de los tiwi, que habitan esa zona desde hace 60.000 años.

"Pasamos mucho tiempo en el agua: cazando, pescando. Sólo cogemos lo que podemos comer en un día, no más. Respetamos nuestra tierra natal, nuestro país marino, y éste cuida de nosotros. Santos debería habernos respetado y consultado como es debido" dijo en un comunicado Dennis Tipakalippa, dueño tradicional Munupi que encabeza la demanda.

Santos había indicado en su plan ambiental que ha enviado correos electrónicos y llamado al Consejo de las Islas Tiwi, que representa a los dueños tradicionales, el año pasado, pero que no le respondieron, mientras que la estadounidense Conoco Phillips, antigua socia en el proyecto, asegura que consultó con el Consejo de Tierras de Tiwi en 2018, según la cadena pública australiana ABC.

Santos, que espera que este yacimiento comience producir gas en 2025, también fue demandado en marzo pasado por las comunidades Jikilaruwu y Larrakia en Corea del Sur para prevenir su financiamiento porque su gasoducto pasa cerca de lugares sagrados para ellos.

Si bien ambos casos "no están conectados porque son presentados por grupos aborígenes distintos y se tratan sobre aspectos diferentes del proyecto Barossa, el gasoducto y la perforación", tienen en común el tema de las consultas "y en ambos casos ponen en la luz cenital a Santos y su fracaso en implicar al pueblo de Tiwi en este proceso".

El proyecto Barossa, de 4.700 millones de dólares australianos (3.381 millones de dólares estadounidenses o 3.162 millones de euros), incluye un gasoducto desde un yacimiento de gas en el mar de Timor hasta una instalación de gas natural licuado existente en el puerto de Darwin, según la ABC.

(c) Agencia EFE