De abogado en Venezuela a vendedor de arepas en Perú

Por Marbella – Lima, Perú

“Arepa, arepa, arepa…”, grita Jesús Melendez, mientras camina por el Jirón de la Unión, calle ubicada en el Centro de Lima en Perú. Vestido con su casaca y gorra con la bandera venezolana ofrece al público limeño el plato típico de su país, tortillas hechas a base de harina de maíz precocido o maíz molido.

Natal de Barquisimeto, una ciudad ubicada al occidente de Venezuela, Jesús de 26 años, llegó al Perú hace 9 meses escapando de la crisis en la que se encuentra sumergido su país y en búsqueda de un mejor futuro.

Se levanta a las 6 de la mañana para hacer las compras de los ingredientes que requiere para preparar las 20 arepas que aproximadamente vende al día al precio de S/5 (US$ 1.5) cada una. Una vez listas, sale del Agustino -uno de los distritos limeños- con dirección al Centro de Lima, lo cual le toma casi una hora en llegar.

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Abogado de profesión, Jesús busca convalidar sus estudios en el Perú para tener mejores ingresos y de esa forma poder traer a su hermano de Venezuela con el objetivo que mejore la situación de su familia.

“Trabajo desde las 2 de la tarde hasta las 7 de la noche y solo descanso los lunes porque es el día en el que las ventas bajan. Tengo en mente traer a mi hermano al Perú porque acá tratan al extranjero como si fuera un peruano más”, relata Jesús mientras explica los ingredientes que contienen sus arepas a algunas personas que están interesados en comprarle.

Unas cuadras más adelante está Onel Sequera, un venezolano de 20 años que arribó al país hace un año, y también se dedica a la venta de arepas. Onel cuenta que al día vende hasta 25 arepas y que no solo los limeños le compran sino también extranjeros.

“Entre mis planes aún no está regresar a mi país porque la situación económica y política no está bien. Allá era profesor de educación física. Me vine a Perú porque unos amigos venezolanos ya estaban acá y me dijeron que la situación económica estaba bien”, cuenta Onel.

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Los venezolanos que venden arepas no solo están en el Centro de Lima sino también en otros distritos de la capital como Surco y La Victoria. Además están empezando a trabajar en otros sectores como el de belleza, restaurantes, entre otros.

Para que estos inmigrantes puedan trabajar en el Perú es necesario que cuenten con el Permiso Temporal de Permanencia (PTP). Con ello, los venezolanos pueden estudiar, suscribir contratos de trabajo, acceder a servicios de salud, abrir una cuenta bancaria y acceder al Registro Único de Contribuyente (RUC) para desarrollar diversas actividades económicas y pagar sus impuestos.

Es así que, a tres meses de entrar en vigencia este permiso especial, unos 5.000 venezolanos solicitaron acogerse a este beneficio, según la Superintendencia Nacional de Migraciones del Perú.