Abierto de Palermo: por primera vez habrá controles antidopaje a los caballos, en la final La Dolfina vs. La Natividad

El turno de ellos: los caballos serán examinado por primera vez en el polo, con una muestra de orina o sangre en las primeras dos horas posteriores a la final del Campeonato Argentino Abierto entre La Dolfina y La Natividad.
LA NACION/Fabian Marelli

Uno de los momentos más tristes de este Campeonato Argentino Abierto de polo se vivió el sábado pasado, durante el partido entre Ellerstina y La Ensenada, cuando la yegua con la que estaba jugando Juan Britos sufrió una fractura en una acción totalmente fortuita y debió ser retirada en la ambulancia equina. Mimbrenia, el ejemplar en cuestión, se recupera en su establo en Pilar. El bienestar de los caballos es una de las prioridades en este deporte y por ello la Asociación Argentina de Polo (AAP) dio un paso más al incorporar controles antidopaje a los animales, que serán aplicados por primera vez en la final de este sábado, La Dolfina vs. La Natividad.

Se trata del puntapié inicial de un proceso que se aspira a profundizar y perfeccionar en los años venideros, y que tiene como principal objetivo velar por la salud de los equinos, amén de evitar toda ventaja deportiva que pudieran sacar los jugadores a partir de sustancias que potencian el rendimiento de los caballos pero que a la vez pueden resultar nocivas.

Adolfo Cambiaso, de La Dolfina, Camilo Castagnola, de La Natividad, serán protagonistas de la final de este sábado, como también todos sus montados.
Daniel Jayo


Adolfo Cambiaso, de La Dolfina, Camilo Castagnola, de La Natividad, serán protagonistas de la final de este sábado, como también todos sus montados. (Daniel Jayo/)

“Siempre hablamos de tener un control antidoping para contribuir al bienestar animal. En el polo lo más importante es el caballo. Es algo que el mundo está pidiendo”, refiere Ignacio Heguy, integrante de la subcomisión de Alto Handicap de la AAP y ex polista de Indios Chapaleufú II.

El sábado, a un caballo de cada uno de los equipos finalistas se le realizará un control antidopaje. La intención es que en los años subsiguientes la práctica se extienda a más montados y también a otros torneos de alto handicap. El proceso ya es aplicado en Inglaterra, y en la Argentina está instalado desde hace años en las competencias de turf. Desde tiempo atrás es un anhelo de la AAP y de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (AACCP).

Ignacio Heguy, entre sus sobrinos Antonio y Cruz; el ex delantero de Indios Chapaleufú II trabaja ahora en la subcomisión de Alto Handicap de la Asociación Argentina de Polo y propicia los controles antidopaje a los animales.
Roque Repetto


Ignacio Heguy, entre sus sobrinos Antonio y Cruz; el ex delantero de Indios Chapaleufú II trabaja ahora en la subcomisión de Alto Handicap de la Asociación Argentina de Polo y propicia los controles antidopaje a los animales. (Roque Repetto/)

“Llegamos con el tiempo justo. Teníamos dudas sobre si instrumentarlo este año o el próximo, pero pensamos que lo mejor era comenzar cuanto antes y después ir afinando a partir de esta experiencia”, explica Nachi Heguy. “La reglamentación no está perfecta todavía, pero apuntamos a perfeccionarla con el tiempo. Seguro que va a haber errores, pero la idea es empezar de una vez y después ir progresando. Ponerlo sobre la mesa y después discutir qué se puede mejorar, siempre pensando en el bienestar equino como prioridad. La intención es que dentro de tres años funcione al 100%”.La decisión fue consensuada con jugadores y con veterinarios de los equipos, de la AAP y de la AACCP. Algunos polistas objetaron lo presuroso de la medida, sobre todo porque hay caballos que pueden estar bajo tratamiento médico por alguna dolencia previa, pero Heguy aclaró que todos los casos fueron contemplados.

Un examen veterinario a un caballo; según Nachi Heguy, "algunos reciben más cuidados que los propios seres humanos".
LA NACION/Fabian Marelli


Un examen veterinario a un caballo; según Nachi Heguy, "algunos reciben más cuidados que los propios seres humanos". (LA NACION/Fabian Marelli/)

Para determinar qué sustancias serán consideradas dopantes, la AAP tomó como referencia las listadas por la Federación Ecuestre Internacional en su página de Internet y sus respectivas actualizaciones. Pero también estableció algunas excepciones en contemplación de lo anterior, como algunos antiinflamatorios, diuréticos y antibióticos especificados en el reglamento y que deben contar con la prescripción correspondiente en cada caso.

De acuerdo con la normativa, el mecanismo por emplear será el siguiente: la muestra será recogida inmediatamente después del partido y preferentemente de orina, aunque también se contempla la posibilidad de extraer sangre, en un plazo máximo de dos horas. La no presentación del equino al control será considerada dopaje. El laboratorio privado designado por la AAP tendrá 15 días hábiles como máximo para presentar los resultados. En caso de resultado positivo el infractor tendrá derecho a una contraprueba. De mantenerse el diagnóstico, será susceptible de una sanción en cuanto al caballo en cuestión, que consistirá en no poder volver a utilizarlo en competencias organizadas por la AAP por un término de hasta 12 meses. Los jugadores y entrenadores también podrán ser penados en caso de comprobarse ventaja deportiva.

Una buena mojadura en una tarde de calor en Palermo; el animal parece algo asustado, pero su cuerpo agradecerá la refrigeración.
LA NACION/Fabian Marelli


Una buena mojadura en una tarde de calor en Palermo; el animal parece algo asustado, pero su cuerpo agradecerá la refrigeración. (LA NACION/Fabian Marelli/)

En la memoria colectiva del mundo polero está lo que ocurrió el 19 de abril de 2009 en Palm Beach, cuando 21 caballos del equipo Lechuza Caracas murieron súbitamente en ocasión de un partido. Las causas no están directamente relacionadas con dopaje sino con la aplicación de una droga en una dosis desproporcionada, pero la anécdota sirve para referir el peligro que puede entrañar el mal uso de ciertas sustancias en equinos en la alta competencia. De allí la necesidad de instrumentar controles.

“Son cosas que van cambiando con el tiempo”, justifica Nachi Heguy. “Antes no se le tenía tanto cuidado al animal. Para un jugador lo más importante es el caballo. Algunos reciben más cuidados que los propios seres humanos. Y nadie va a querer perjudicarse a sí mismo”.