El mausoleo abandonado en Burgos con forma de pirámide que Franco mandó construir

En lo más alto de un prado, del ‘Puerto del Espejo’, en Burgos, junto a la carretera nacional N-623, que une las comunidades autónomas de Castilla y León y Cantabria, se encuentra la ‘Pirámide de los italianos’, un curioso mausoleo que fue mandado construir por Franco, con el fin de sepultar en aquel lugar los restos mortales de los cerca de 400 soldados italianos que fallecieron durante su participación en una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil española y que habían sido enviados por Benito Mussolini como un acuerdo de colaboración entre el líder fascista y el ejército del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República.

Mausoleo con forma de pirámide propiedad del Estado italiano que Franco mando construir en Burgos (imagen vía Wikimedia commons)
Mausoleo con forma de pirámide propiedad del Estado italiano que Franco mando construir en Burgos (imagen vía Wikimedia commons)

Los sublevados habían creado un órgano administrativo a modo de gobierno provisional que fue denominado ‘Junta Técnica del Estado’ y el cual era controlado por Francisco Franco, quien había sido nombrado como ‘generalísimo de los ejércitos y jefe del gobierno del Estado’, el 30 de septiembre de 1936, tomándose decisiones de tipo gubernamental que eran aplicadas sobre la denominada como ‘Zona Nacional’ y cuya capitalidad se encontraba en Burgos.

Unas de las medidas que se tomaron en 1937 fue el decidir qué se debía hacer con los restos mortales de los casi 400 soldados italianos del ‘Corpo di Truppe Volontarie’(Cuerpo de Tropas Voluntarias) que fallecieron durante la sangrienta Batalla de Santander, que tuvo lugar entre el 14 de agosto y el 17 de septiembre de aquel mismo año.

El conflicto bélico dificultaba que un número tan elevado de cadáveres pudiesen ser repatriados a su país de origen (debido al alto coste, además de las dificultades burocráticas y logísticas que ello suponía) por lo que se llegó a un acuerdo con el gobierno italiano de Mussolini para construir un mausoleo el cual albergaría los restos mortales y se convertiría en un lugar en el que, finalizada la guerra, los familiares podrían acudir a honrar a su difuntos e incluso tenerlos localizados para, ya en tiempo de paz, iniciar las correspondientes repatriaciones.

Para el diseño del mausoleo se contó con el arquitecto milanés Attilio Radic y el religioso militar, Pietro Giovanni Bergaminio (que dirigió las obras), quienes crearon una monumental edificación inspirada en los cánones de la arquitectura fascista de la época, quedando como resultado un edificio piramidal escalonado, de 20 metros de altura y realizado de hormigón forrado con placas calizas. Una de sus características fue la llamativa puerta en forma de M mayúscula. Algunas fuentes indican que como una clara alusión al apellido de Mussolini, pero la mayoría de historiadores y expertos apuntan que dicha letra hace referencia al término ‘moritorio’, el cual significa literalmente ‘cementerio’ en italiano.

Entrada al monumento del cementerio de italianos en forma de pirámide del Puerto del Escudo (imagen vía Wikimedia commons)
Entrada al monumento del cementerio de italianos en forma de pirámide del Puerto del Escudo (imagen vía Wikimedia commons)

Para la construcción se utilizó como mano de obra a presos republicanos, algo que volvería a repetirse durante el régimen de la dictadura franquista (como por ejemplo en la construcción del Valle de los Caídos).

Para su inauguración, el 26 de agosto de 1939, se contó con la presencia del ministro de exteriores italiano, el conde Galeazzo Ciano (que a su vez era el yerno de Benito Mussolini), quien supervisó el traslado a aquella monumental cripta mortuoria de los restos de los 384 soldados italianos caídos durante la Batalla de Santander.

Tras finalizar la Guerra Civil, la llamada ‘Pirámide de los italianos’ fue cedida al Estado italiano (quien sigue siendo el propietario de los terrenos y la edificación) y quedó como un lugar de peregrinaje por parte de familiares de los fallecidos y excombatientes del ‘Corpo di Truppe Volontarie’, quienes acudían anualmente, para honrar memoria a los caídos en la cruenta batalla.

Durante uno de los viajes de visita a la pirámide mausoleo, tuvo lugar un trágico accidente (el 19 de mayo de 1971) en el que un autobús en el que viajaban una cincuentena de familiares y excombatientes se despeñó por una de las curvas del Puerto del Espejo, con un fatídico resultado de una docena de fallecidos (a partir de aquel momento, el lugar del accidente es conocido como ‘la curva de los italiano’).

Dicha tragedia hizo tomar la decisión al gobierno italiano de repatriar hasta su país de origen de los restos de aquellos que fuesen reclamados por sus familiares (algo que ya llevaban décadas pidiendo) y en 1975 se procedió a la exhumación y repatriación (en cajas de zinc) de 268 a Italia y el resto fueron trasladados al osario de la Iglesia de San Antonio de Padua en Zaragoza.

A partir de aquel momento y coincidiendo con el fallecimiento del dictador Franco y la llegada de la democracia, la Pirámide de los italianos quedó abandonada, siendo su estado actual de un gran deterioro (no solo por el abandono, sino debido a actos de vandalismo).

Interior de la Pirámide de los italianos, la cual está abandonada y presenta numerosos deterioros (imagen vía Wikimedia commons)
Interior de la Pirámide de los italianos, la cual está abandonada y presenta numerosos deterioros (imagen vía Wikimedia commons)

Fuente de las imágenes: Wikimedia commons

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