Dos años después de ser baleada en la cara, manifestante demanda a la Policía de Fort Lauderdale

Hace casi exactamente dos años, Eliezer Ramos, policía de Fort Lauderdale, levantó un arma, apuntó a través de una nube de gas lacrimógeno y disparó a LaToya Ratlieff con una bala de goma, fracturándole la órbita del ojo.

Ratlieff se había manifestado pacíficamente en el centro de Fort Lauderdale el 31 de mayo de 2020 tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis. No hizo nada violento ni agresivo cuando le dispararon, según información recopilada por el Miami Herald.

Ahora ha presentado una demanda.

El martes, Ratlieff presentó una demanda federal de derechos civiles contra la ciudad de Fort Lauderdale, la Policía de Fort Lauderdale, Ramos y varios otros agentes.

El duro proyectil, que golpeó a Ratlieff encima del ojo derecho, le causó “daños oculares graves y permanentes, lesiones neurológicas y otros daños físicos y emocionales directamente atribuibles”, según la demanda. La demanda de 36 páginas también acusa a los investigadores de Asuntos Internos de la Policía de una investigación falsa sobre el uso indebido de la fuerza para avergonzar e intimidar a Ratlieff. Según ella, durante una entrevista el investigador le dijo que el agente que le disparó era un “buen tipo”.

LaToya Ratlieff estaba siendo alejada de los gases lacrimógenos por otro manifestante en una protesta en Fort Lauderdale el 31 de mayo de 2020. Momentos después de que se tomara esta foto, un agente de policía le disparó en la cara con una bala de goma, fracturándole la órbita del ojo derecho.
LaToya Ratlieff estaba siendo alejada de los gases lacrimógenos por otro manifestante en una protesta en Fort Lauderdale el 31 de mayo de 2020. Momentos después de que se tomara esta foto, un agente de policía le disparó en la cara con una bala de goma, fracturándole la órbita del ojo derecho.

Mientras que el entonces jefe de Policía Rick Maglione fue relevado de su cargo en medio de las críticas por la forma en que manejó el evento, Ramos fue absuelto de las acusaciones de mala conducta.

“Después de dos años de esperar, desear y pedir, Fort Lauderdale ha hecho muy poco para garantizar que lo que me ocurrió a mí no le ocurra a otra persona”, dijo Ratlieff al Herald tras la presentación de la demanda. “Ahora veo que la única forma de forzar una reforma es exigirles responsabilidades en un tribunal”.

A Ratlieff la representan conjuntamente los abogados de derechos civiles Michael T. Davis y Ben Kuehne, del bufete Kuehne Davis Law y el abogado de lesiones personales Stuart Ratzan, de Ratzan Weissman & Boldt.

Además de demandar por la violación de las enmiendas Primera, Cuarta y Decimocuarta, la demanda acusa a los agentes de agresión tanto por el uso de gases lacrimógenos como de proyectiles de goma, así como de negligencia en el uso de estas armas.

La ciudad de Fort Lauderdale y la Policía declinaron hacer declaraciones sobre los litigios pendientes.

Al finalizar la protesta

Ratlieff recibió un disparo al final del día del 31 de mayo de 2021, cuando ella y otros manifestantes se preparaban para volver a casa. La marcha a la sede de la Policía en Fort Lauderdale a primera hora del día pretendía concienciar sobre los problemas que rodean la muerte de George Floyd y los organizadores habían sido claros: nada de violencia. Agentes voluntarios entrenados estaban en el lugar para reducir tensiones.

La marcha se realizó según lo previsto, sin problemas. Cuando los organizadores clausuraron oficialmente el acto, la multitud de varios miles de personas se dividió en grupos más pequeños. La mayoría se dirigió a los autos estacionados en las inmediaciones.

Los problemas empezaron cuando un pequeño grupo de manifestantes se percató de que había agentes alineados en un estacionamiento cercano y se detuvo para corear y mostrar pancartas. El agente Steven Pohorence, que tenía un historial de incidentes de uso de fuerza, salió entre la multitud y empujó a una mujer que estaba arrodillada.

Los manifestantes lanzaron botellas de agua a Pohorence como represalia.

Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma.

Pohorence fue acusado de un delito menor de lesiones. Se declaró inocente y el juicio está previsto para agosto.

Las imágenes de las cámaras corporales mostraron a los agentes disparando a los manifestantes, a veces intercambiando bromas entre ellos. No se dio ninguna advertencia de dispersión, un requisito antes de desplegar municiones “menos letales” y agentes químicos para el control de multitudes, según la demanda.

Ratlieff regresaba a su auto cuando vio al grupo de manifestantes agitados y dijo que intentó ayudar a restablecer la paz en momentos que hubo descargas de gas lacrimógeno y balas de goma. Los videos la muestran animando a los manifestantes a arrodillarse para mostrar a los agentes del equipo SWAT que no querían hacer daño. Se arrodilló con ellos, sosteniendo un cartel que decía: “Dejen de matarnos”.

La demanda afirma que la policía usó “ilegalmente” municiones de impacto y agentes químicos como parte de un esfuerzo por impedir derechos constitucionalmente protegidos y que fue “maliciosamente y sádicamente hecho para dañar y herir a los reunidos, incluyendo a la demandante”.

Mientras Ratlieff se alejaba, ahogada por el gas, Ramos disparó un proyectil de dos pulgadas a menos de 30 pies de distancia. Le dio en la frente. Se desplomó en un charco de sangre.

Más tarde, Ramos le declaró a los investigadores que no tenía intención de golpear a Ratlieff. Dijo que apuntaba a un manifestante que estaba detrás de Ratlieff y que había estado lanzando cartuchos de gas lacrimógeno contra la fila de policías con equipo antidisturbios. Ramos fue absuelto en una investigación interna sobre si había habido mala conducta. Pero en su denuncia, Ratlieff acusó a Ramos de negligencia, agresión y violación de sus derechos constitucionales, alegando que pudo haberla matado a ella o a otra persona.

LaToya Ratlieff es asistida tras ser impactada por un proyectil de goma disparado por un agente de policía.
LaToya Ratlieff es asistida tras ser impactada por un proyectil de goma disparado por un agente de policía.

“Ramos usó municiones de una manera que creó un riesgo sustancial de causar la muerte o daños corporales graves”, dice la demanda. “Ramos disparó intencionadamente contra la multitud de manifestantes pacíficos sabiendo que estaban afectados por los gases lacrimógenos y que estaban tratando frenéticamente de escapar de la nube de gas lacrimógeno”.

La demanda también nombra a Steve Smith, detective de la Policía de Fort Lauderdale, y a los sargentos Herns Eugene y Paul Cristafaro por haber ordenado el uso ilegal de gases lacrimógenos y proyectiles de goma, así como a los agentes Steve Greenlaw, Avery Figueras y tres John Does por haber disparado a los manifestantes sin previo aviso ni orden de dispersión.

“Me doy cuenta de que la justicia no es posible para mí. La justicia sería que Eliezer Ramos no me hubiera disparado en la cara”, dijo Ratlieff. “Lo que ahora busco es la rendición de cuentas con la esperanza de que impulse la justicia para otros en futuros encuentros con este departamento de policía”.