Dos años después del brutal asedio Cherníguiv se recupera bajo la amenaza rusa persistente

Rostyslav Averchuk

Cherníguiv (Ucrania), 23 feb (EFE).- Cherníguiv, ubicada justo al lado de la frontera con Rusia y Bielorrusia, intenta reconstruirse en medio de la amenaza persistente, dos años después de que el Ejército ruso estuviera a punto de tomarla en su camino a Kiev y dejara tras de sí una destrucción masiva y cientos de víctimas.

"A veces, por un breve momento, la vida parece casi normal. Sin embargo, las sirenas antiaéreas nos devuelven rápidamente a la realidad", dice a EFE Svitlana Zemlianska del Museo de Historia de Cherníguiv.

Un gran misil ruso se encuentra en el centro de la exposición que narra las acciones del Ejército ruso durante el asedio de la ciudad de 280.000 habitantes y la ocupación de dos tercios de la región.

Con estos misiles, además de artillería, tanques y enormes bombas de aviación, las fuerzas rusas atacaron la ciudad, que se encuentra a 140 kilómetros de la capital ucraniana, durante más de un mes en febrero y marzo de 2022 antes de retirarse del norte de Ucrania.

Sus residentes, incluida Zemlianska, se escondieron en sótanos fríos durante semanas, sin suministro o solo intermitente de electricidad, agua y gas, o huyeron a través de carreteras bombardeadas o en barcos mientras los puentes sobre el río Desná eran volados uno por uno.

"Es imposible olvidar semejante crueldad", afirma Zemlianska, quien, sin embargo, también destaca el sentimiento de unidad y sacrificio que ayudó a los residentes que permanecieron en Cherníguiv a resistir.

"Aunque para muchos pareció un milagro, fue un esfuerzo común de los militares, los partisanos y las comunidades locales lo que ayudó a asestar un doloroso golpe al enemigo y detenerlo justo en la entrada de la ciudad", dice a EFE Viacheslav Chaus, gobernador de la región homónima.

"Los rusos pensaron que sería el camino más corto y rápido a Kiev. Cientos de tanques enemigos estaban aquí. Sin embargo, no lograron atravesar nuestras defensas", subraya.

Daño duradero

Sin embargo, las consecuencias siguen siendo "terribles", según el gobernador.

Más de 14.000 instalaciones de infraestructura resultaron dañadas, entre ellas 10.000 viviendas. Dos años después, todavía queda por reconstruir el 40 % de ellas.

Algunos suburbios todavía están en ruinas, mientras que varios bloques residenciales y escuelas destruidos serán demolidos.

"Los habitantes de los suburbios ocupados pensaron que no quedaría nada de la ciudad: vieron caer tantos misiles y proyectiles de artillería hacia Cherníguiv", dice Tetiana Kurilenko, de la administración estatal local.

Los chasis de varios coches quemados permanecen cerca de una farmacia en una zona densamente poblada donde seis bombas mataron a 14 civiles que hacían cola para recibir medicinas.

La lista de daños está lejos de ser completa, ya que hace semanas un supermercado recientemente renovado fue destruido por segunda vez por un misil, dice Kurilenko.

Sin embargo, la recuperación continúa, subraya el gobernador. En ella participan 350 donantes, siendo especialmente importante la ayuda de Francia, Letonia y Alemania.

"Tenemos que hacer todo lo posible para que la gente vuelva, que los negocios reabran y que los niños vayan a las escuelas. No podemos esperar hasta la victoria", subraya Chaus.

La amenaza continúa

La mayoría de los 210.000 residentes que huyeron al comienzo de la invasión han regresado a sus hogares.

Sin embargo, sobre el escritorio de Chaus reposa un fusil como para subrayar que la situación de seguridad sigue siendo difícil.

No pasa un día sin que los rusos ataquen las zonas fronterizas, explica el gobernador: "Artillería, bombas aéreas guiadas y no guiadas, drones, helicópteros, tanques". Los rusos "utilizan todo tipo de armas", recalca.

Aunque la ofensiva terrestre rusa se centra actualmente en el sur y el este de Ucrania, los habitantes de Cherníguiv "no tienen derecho" a subestimar al enemigo, que tiene "grandes recursos financieros y humanos"” y envía a su propia gente a morir "a montones".

"Estos son terroristas que vinieron a matar y destruir todo lo ucraniano", dice Chaus.

La región refuerza sus fortificaciones "sin parar" desde abril de 2022 y ahora está mucho mejor preparada que hace dos años, subraya el gobernador.

"Tenemos que hacer todo lo posible para que el enemigo ni siquiera piense en lanzar otro ataque terrestre aquí", concluye.

(c) Agencia EFE