9 de julio de 1816: ¿por qué la independencia se declaró en Tucumán?

Tucumán fue el lugar elegido para llevar adelante el congreso que culminó con la firma de la independencia nacional
Tucumán fue el lugar elegido para llevar adelante el congreso que culminó con la firma de la independencia nacional

La Declaración de la Independencia en la Argentina se firmó en Tucumán por el contexto político que se vivía a nivel internacional y en el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata. De esta manera fue allí donde, el 9 de julio de 1816, el Congreso oficializó la ruptura de vínculos de dependencia respecto a la monarquía española y a “toda otra dominación extranjera”.

Las claves de la Declaración de la Independencia: de la Revolución de Mayo al 9 de julio de 1816

Seis años después de la Revolución de Mayo, la situación en el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata era sumamente delicada y la independencia nacional peligraba frente a la coyuntura internacional, dado que en Europa se vivía la “Restauración”: nombre con el que se dio a conocer el proceso de reinstauración de las monarquías y sus principios absolutistas.

Cuando Fernando VII volvió al trono español, quiso reconquistar los territorios de Latinoamérica que consideraba que le pertenecían
(Retrato de Fernando VII por Francisco de Goya)
Cuando Fernando VII volvió al trono español, quiso reconquistar los territorios de Latinoamérica que consideraba que le pertenecían (Retrato de Fernando VII por Francisco de Goya)

Si bien la invasión napoleónica a España en 1808 fue clave para que el Virreinato del Río de la Plata comenzara a gestar su independencia, la vuelta de Fernando VII al trono español, a fines de 1813, modificó los planes de los patriotas criollos. El rey de España quería reconquistar los territorios de Latinoamérica que consideraba que le pertenecían, en un tiempo en el que las fuerzas de los realistas acumulaban triunfos en distintos puntos de la región y amenazaban con hacer lo propio en las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Tucumán, el destino elegido para la Declaración de la Independencia

La crisis en el territorio de las Provincias Unidas era generalizada. A nivel internacional, estaba la amenaza realista y, en el plano interno, la caída del gobierno de Carlos María de Alvear en 1815 generó un conflicto entre Buenos Aires y las distintas regiones del interior. En ese contexto, se llamó a un Congreso que tuvo lugar en San Miguel de Tucumán.

La declaración de la independencia, el 9 de julio de 1816, según una acuarela de Antonio González Moreno (1941)
La declaración de la independencia, el 9 de julio de 1816, según una acuarela de Antonio González Moreno (1941) - Créditos: @Colección Museo Histórico Nacional

La elección de esta provincia como sede no fue casual y respondió a las exigencias de los representantes del interior. Al respecto, en su sitio oficial, el historiador Felipe Pigna explica que “las provincias se negaban a que Buenos Aires fuera otra vez la única protagonista de un hecho que las afectaba a todas” y reconoce que también fue clave el hecho de que Tucumán se encontraba en el centro del territorio.

Según informa el divulgador, uno de los diputados que participó del Congreso, Fray Cayetano José Rodríguez, brindó detalles sobre el rechazo de algunos sectores a Buenos Aires: “Ahora encuentras mil escollos para que el Congreso sea en Tucumán. ¿Y dónde quieres que sea? ¿En Buenos Aires? ¿No sabes que todos se excusan de venir a un pueblo a quien miran como opresor de sus derechos y que aspira a subyugarlos? ¿No sabes que aquí las bayonetas imponen la ley y aterran hasta los pensamientos? ¿No sabes que el nombre porteño está odiado en las Provincias Unidas o desunidas del Río de la Plata?”.

El Congreso se llevó adelante en Tucumán
El Congreso se llevó adelante en Tucumán

Finalmente, el Congreso comenzó el 24 de marzo de 1816, aunque fueron varias las provincias que —por distintos motivos— decidieron no enviar representantes a Tucumán.

De acuerdo a lo narrado por Pigna, durante la jornada del 9 de julio de aquel año, fue Teodoro Sánchez de Bustamante el encargado de plantear el “proyecto de deliberación sobre la libertad e independencia del país”. La propuesta fue aprobada por unanimidad y, como la sesión se extendió hasta tarde, las celebraciones por la proclamación de la independencia comenzaron al día siguiente.

En el acta que fue firmada, los protagonistas expresaron la “voluntad unánime e indubitable de estas provincias [de] romper los vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueran despojadas e investirse del alto carácter de nación independiente del Rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”. Tras ello, en una sesión que tuvo lugar 10 días más tarde, se aclaró que la independencia era también era hacia “toda otra dominación extranjera” y no solo hacia la monarquía española.