Yahoo Noticias 9 días con una cucaracha en el oído, la pesadilla que vivió una mujer en Florida
Una pesadilla hecha realidad es lo que vivió Katie Holley cuando, súbitamente, despertó con una extraña sensación en uno de sus oídos. Y lo peor es que de ella no salió de ello por completo sino hasta 9 días después, tras pasar momentos de pánico y enojo, asco e incertidumbre.
Como la propia Katie Holley lo narró en Self, una noche se levantó súbitamente de la cama y sintió que algo se movía dentro de su canal auditivo izquierdo, corrió al baño e intentó retirar aquello que le provocaba la molestia con un cotonete.
Lo que extrajo le produjo horror.
Se trataba de unas pequeñas y oscuras piernas. Extremidades de insecto. Holley entró en pánico y cuando su marido llegó a asistirla pudo comprobar que lo que se había metido dentro del oído de su esposa, y que avanzaba cada vez más hacia adentro, era una cucaracha.
La pareja había comprado recientemente su casa, en Melbourne, Florida, donde al igual que en otras regiones cálidas de Estados Unidos enfrentan problemas de cucarachas. De acuerdo a cifras de la Oficina del Censo reportadas por CNN, las ciudades con mayores problemas por plaga de cucarachas en el país serían Nueva Orleans (41.1% de hogares reportó esta plaga), Houston (37.9%), Miami (32.1%), Atlanta (24.9%) y Phoenix (20.2). Para encarar ese problema, Holley y su esposo contrataron un exterminador para que realizara amplias y repetidas fumigaciones en su casa.
Por un tiempo las cucarachas desaparecieron, pero aquella noche el problema volvió espantosamente cerca: el insecto entró en su oído mientras ella dormía y estaba aferrado allí dentro, incluso tratando de meterse más profundamente. Holley fue llevada a la sala de emergencia de un hospital cercano. Allí, tras una espera tensa pero relativamente breve, se aplicó lidocaína en la oído de la paciente, lo que provocó que la cucaracha muriera –tras unos arrebatos finales– y sus restos fueran extraídos por un médico del adormecido oído de Holley.
O eso es lo que todos creyeron.
Los casos de insectos que entran en los oídos de las personas no son infrecuentes, y su incidencia es ciertamente mayor, en el caso de cucarachas, en los lugares cálidos donde estas proliferan.
Son más comunes, como indica Healthline, en situaciones donde las personas duermen al aire libre, pero pueden darse en otras circunstancias. Síntomas de la presencia de un insecto dentro del oído pueden ser zumbidos y sensación de movimiento en el oído, en ocasiones dolor, inflamación o irritación e incluso sangrado o pus si además de la presencia física del animal se ha dado alguna lesión o infección.
Y aunque no son cosa de todos los días, tampoco son una sorpresa. De acuerdo a otro testimonio obtenido por Self, un médico de la Universidad de Alabama dijo que en su clínica tratan cuatro o cinco casos al año. Y otros similares han sido reportados en la prensa, por ejemplo el de una atleta neozelandesa y el de un trabajador australiano.
Tras dejar el hospital, Holley pensó que la infestación en carne propia había concluido y que solo sería cuestión de completar el tratamiento de antibióticos que se le recetó. Pero pasaron los días y ella continuó con molestia en su oído izquierdo y no podía escuchar plenamente con él. Nueve días después del incidente, ella acudió esta vez no a la sala de emergencia sino con su médico personal a una cita de seguimiento y contó lo que sentía. Al ser revisada, la doctora identificó que aún había algo dentro del oído de Holley.
Se trataba de la cabeza, parte del cuerpo, patas y antenas de la cucaracha, que no fueron retiradas inicialmente del oído de Holley y habían permanecido nueve días allí. Afortunadamente todo el insecto le fue entonces finalmente retirado pero, como la propia Holley cuenta, su oído sanará más rápido que su mente del impacto que le causó todo el fenómeno, que incluye el horror de haber tenido el insecto dentro de su oído y el enojo porque tuvo gran parte de él allí por otros nueve días a causa de la omisión en la atención que recibió inicialmente.
Y no era la única con ese punzante problema. Su propia doctora le dijo que ese mismo día había atendido a otro paciente que también tenía un insecto dentro del oído.
Así, para prevenir ese tipo de casos se recomienda, de acuerdo a Healthline, mantener el dormitorio y otras áreas donde duermen personas lo más limpias posible para evitar atraer insectos. La fumigación amplia es también un paso necesario. Y, cuando se duerme en el exterior, es conveniente usar repelente de insectos y sellar las tiendas de campaña para prevenir que entren esas criaturas.
Holley ha fumigado ya nuevamente su casa y aunque ella misma reconoce que es improbable que vuelva a sufrir un caso similar, ella duerme con tapones en los oídos para prevenir cualquier estrujante contacto.
