Después del 8M, mujeres toman la plancha del Zócalo para jugar futbol contra la violencia

Andro Aguilar
Andro Aguilar

La plancha del Zócalo de Ciudad de México, restringida un día antes por enormes vallas metálicas durante la marcha del 8M, fue tomada este jueves por mujeres para jugar futbol.

Las chicas respondieron a una convocatoria lanzada en redes sociales por cinco colectivas con la intención de reivindicar el futbol como un deporte para todas las personas y tomar el espacio público en un paro activo en torno al 9M.

A un costado del asta bandera, delimitaron una cancha con dos pequeñas porterías en la que jugaron equipos como Tiburonas, De-moradas, Charlyns, Águilas, Barra Feminista, Vulvarindas…

“¡Que las vengan a ver, que las vengan a ver: esas son las mujeres que hacen el futbol que yo soñé!”, gritaban a coro y celebraban en conjunto.

Ese es uno de los principios de estas retas de futbol en las que se apoya a todos los equipos por igual.

Algunas de las integrantes juegan juntas en alguna liga y otras se llegan a sumar en equipos que improvisan en el momento.

Mujeres futbol juega zócalo
Mujeres impartieronun taller de futbol para niñas en el Zócalo de CDMX. Foto: Andro Aguilar

Sin vallas, mujeres juegan futbol en el Zócalo en paro activo tras 8M

Las chicas juegan sobre la plancha del Zócalo en la que un día antes decenas de miles protestaron contra las violencias hacia las mujeres.

Aunque algunos trabajadores borran las pintas sobre el suelo, aún permanecen: “Por mi madre y por mi abuela”, “No a la violencia vicaria”, “Ni una más”…

No están ya las grandes vallas metálicas que cubrieron la catedral metropolitana ni el Palacio Nacional. Pero sí la bandera mexicana que estuvo ausente en la protesta del 8M.

Otro mensaje apareció este jueves en una manta: #FutbolSinViolencia.

Las mujeres que buscan reivindicar sus derechos volvieron. Esta vez jugando futbol .

Mujeres convierten el Zócalo de CDMX en una gran cancha para jugar futbol tras 8M

Las jugadoras aplauden a las chicas que van por los balones. Una narradora describe las jugadas de los partidos que tienen dos tiempos de cinco minutos. Si empatan, deciden la victoria con tiros penales.

Aunque el resultado es secundario: “¡Si gana una ganamos todas!”, gritan al unísono.

A las retas convocaron cinco organizaciones: Futbol sin pendientes, AG Deportes, We are morras on sports, Barra Feminista, Morras futboleras y Futbol Sudor y Goce.

La idea nació en el marco de las movilizaciones por el Día de la mujer en 2020. Mientras platicaban en un bar, varias chicas decidieron participar en la protesta Un día sin mujeres y ellas decidieron parar activamente jugando futbol en un espacio público. Son las Morras futboleras.

Una de ellas es Gisela, quien siempre ha estado ligada al futbol. Lo practica desde años atrás y ahora da clases de soccer en un kínder, pero no sigue a ningún equipo en particular. Ella lo que disfruta, enfatiza, es el juego en sí.

“Yo le voy al futbol siempre que gane el futbol , que sea el partido que sea, un buen partido, que las personas que están participando ahí estén dándonos lo mejor”.

La joven de 26 años explica la importancia de tomar un espacio público con un balón de futbol .

“Hacer bulla dentro de cualquier plaza pública, llegar, montarnos y no ceder espacios. También hacer un espacio público gratuito, la gratuidad del ocio”.

Además de crear lugares horizontales sin árbitros, respetando las reglas del juego y con la prioridad de cuidarse unas a otras, explica.

Mujeres juegan fubol en el Zócalo tras  8M
Mujeres piden un futbol sin violencia. Foto: Andro Aguilar

“No tenemos que ser relegadas al espacio privado”

Shelma es parte de otra de las colectivas que organizan la actividad: Barra feminista.

Nacieron luego que un grupo de mujeres se reunió para intercambiar estampas del álbum con las jugadoras del mundial femenil en 2019.

Con la convivencia, pronto nació la idea de ir al estadio a apoyar a las futbolistas de la entonces recién creada liga femenil tomando en cuenta que ir al estadio no siempre es muy seguro para las mujeres y las infancias.

Su primer juego que presenciaron fue el de Pumas contra Cruz Azul, poco días antes de la pandemia. Era la primera vez que las universitarias jugaban en el Estadio Olímpico Universitario.

Shelma explica por qué decidieron parar activamente el 9 de marzo y aprovechar un día que que la mayoría de las mujeres cuando pueden y así lo desean.

“También es una forma de de mostrarnos, de visibilizarnos de recordarle al mundo no tenemos por qué ser replegadas al espacio público: no pueden salir de noche o no pueden salir a divertirse o incluso hace muchos años que se prohibía jugar futbol .

“Esta es otra forma. Nos apropiamos de un espacio público que nos ha sido negado por mucho tiempo y haciéndolo con una actividad que también se nos había sido negada por mucho tiempo”.

Unos minutos antes, un par de niñas de alrededor de tres años intentaban jugar con una pelota luego de ver los juegos. Ésa, destaca Shelma, es una de las razones por las que lo hacen: inspirar.

Shelma platica de cómo el entorno del futbol soccer en México pone su meta en que la selección nacional varonil llegue a jugar unos cuartos de final en un mundial fuera del país.

Pero eso que no han podido hacer los hombres ya lo hicieron las mujeres, en 1970 se quedaron con el tercer lugar mundial en Italia y al año siguiente fueron subcampeonas en el estadio Azteca.

Además de las grandes diferencias económicas entre las ligas profesionales de futbol varonil y femenil, Shelma identifica otra forma de relacionarse, pero que no es exclusiva de este deporte, sino de dinámicas entre mujeres que son más sororas, menos violentas.

Mujeres juegan futbol en el Zócalo de CDMX.
Mujeres juegan futbol en el Zócalo de CDMX. Foto: Andro Aguilar

Mujeres imparten taller de futbol para niñas

Además de las retas de futbol , convocaron al taller  “Las niñas y el futbol , una escala corporal emocional desde la eapacialidad”, a cargo de Vane Quintana, geógrafa de la información y también integrante de de la colectiva Barra feminista

El objetivo de la joven de 26 años es plasmar cómo las niñas también toman el espacio público y en colectividad a través del futbol . Los espacios públicos, destaca, a veces no están diseñados para las infancias y el futbol soccer tiene estereotipos o estigmas que hacen pensar a las niñas que no pueden jugar, lo sienten ajeno a ellas.

“Evidentemente es algo que atraviesa el género. Si tú invitas a un niño ahorita a jugar te puede decir que sí pero con una niña es diferente”.

“Quiero que toda niña sepa que su voz puede cambiar el mundo”, dice el cartel que porta otra de las jugadoras y resume lo que el taller busca.

A Vane siempre siempre le ha gustado el futbol , le va al Atlas. Poco antes de integrarse a la Barra feminista, una de las jugadoras del club se fue porque no le quisieron aumentar el salario; vio que otras otras chicas también estaban hablando de las desigualdades en el futbol femenil y se unió a ellas.

Un sello fundamental que identifica Vane sobre su colectiva es “que no somos violentas”.

“Somos un espacio seguro para cualquier niña o cualquier mujer, también vamos a estar apoyando a los dos equipos que estén jugando en la cancha no solamente a uno”.