El acné pudo haber terminado su carrera de boxeador
Ser boxeador no es tarea fácil para ninguna persona, mucho menos para alguien que tiene que batallar con una condición de salud.
Y si esa enfermedad afecta directamente su rendimiento físico, entonces estamos hablando de un caso excepcional.
Hughie Fury, el primo menor del monarca mundial de los pesos pesados Tyson Fury, es uno de esos ejemplos de superación y perseverancia. Está a las puertas de su primera oportunidad titular, ya que se espera que sea anunciado próximamente como primer retador al título completo versión Organización Mundial de Boxeo (OMB), el mismo cetro que cargó su primo cuando derrotó a Vladimir Klitschko.
Pero la grandeza de su logro radica en que Hughie Fury tuvo que reponerse de una rara condición de acné que casi acaba con su carrera.
El joven, de apenas 22 año e invicto en 20 compromisos -incluyendo 10 triunfos por nocauts- padece de acné conglobata, que se refleja tanto el rostro como el pecho y la espalda y que ataca el sistema inmunológico del cuerpo.
Fury padece esa rara condición desde los 15 años, pero no la descubrió hasta luego de haber debutado en el boxeo rentado.
“Al principio pensaba que se debía al típico acné que viene con la adolescencia, pero luego fue empeorando”, destacó Fury a la prensa británica.
El púgil notó que cada vez que entrenaba, se cansaba muy rápido y sangraba de solo ponerse la camiseta. Una visita a un especialista de la piel le confirmó la rara enfermedad.
“El doctor no podía creer que yo era boxeador con esa condición. Me explicó que la sangre infectada básicamente contaminó la interna y eso comprometió el sistema inmunológico. Por eso me fatigaba tan rápido. Nunca tuve un campamento completo porque necesitaba dos o tres semanas para recuperar fuerzas”, manifestó Fury.
“En tiempos pasados, las personas que tenían mi condición las postraban en una cama. Así de grave era la situación”, añadió.
El último compromiso de Fury fue en abril, cuando derrotó a Fred Kassi por decisión técnica, luego de un cabezazo accidental en el séptimo capítulo. Fury estaba al frente en las tarjetas al momento del golpe.
Con el triunfo, se apoderó del cetro intercontinental versión OMB. Sin embargo, desde entonces no ha vuelto a subirse a un cuadrilátero, ya que se sometió a un intenso tratamiento para superar su condición.
“Los medicamentos eran bien fuertes. Siempre estaba cansado y pasaba el día durmiendo. Mi piel se puso bien suave. Un simple jab hubiese provocado una cortadura. Pero afortunadamente eso terminó hace cerca de dos meses. Ya estoy listo”, expresó.
De ser anunciado como retador número uno al cetro pesado de la OMB, podría enfrentar a mediados de año al campeón neozelandés Joseph Parker, quien conquistó el cetro en diciembre pasado cuando derrotó por decisión mayoritaria a Andy Ruiz, Jr.
Pero Fury está convencido de que podrá seguir los pasos de su primo, quien actualmente se encuentra semi retirado de los cuadriláteros luego de pasar por episodios de depresión.
“El sueño de ambos es reinar en la máxima división del boxeo. Yo espero que se recupere y regrese más fuerte que antes”, sentenció.
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