5 razones del fracaso de la campaña presidencial de DeSantis antes de las primeras primarias republicanas

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, considerado en su día como el rival más fuerte del ex presidente Donald Trump, abortó el domingo su tambaleante campaña presidencial, reconociendo que no tenía una vía hacia la nominación republicana.

Su anuncio, por video, puso fin a una campaña que se vio empañada desde el inicio, comenzando con un anuncio plagado de fallos en la plataforma antes conocida como Twitter y continuando otros ocho meses, a pesar de las luchas internas y los pasos en falso.

Estas son cinco de las principales razones del fracaso de su campaña:

Su estrategia en Iowa no dio resultado

La campaña de DeSantis y un super PAC aliado, Never Back Down, apostaron todo a Iowa, creyendo que una buena actuación en la primera contienda por la nominación debilitaría a Trump y proyectaría al gobernador de la Florida hacia adelante. Montaron una enorme operación de puerta en puerta y de acercamiento a los electores sin parangón en la política moderna.

El propio DeSantis hizo campaña en cada uno de los 99 condados del estado, y perdió en todos ellos.

Adaptó su mensaje a los apetitos políticos de un electorado de Iowa, desplegando una retórica contra el derecho al aborto y un tono populista que lo presentaba como un forastero político que podía usar la fuerza del gobierno para lograr prioridades políticas conservadoras. Su enfoque pareció perjudicar a su campaña en otros importantes estados de votación temprana, como New Hampshire, de tendencia libertaria.

Las encuestas en New Hampshire mostraron que DeSantis obtendría resultados notablemente peores que en Iowa antes de poner fin a su campaña el domingo.

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, reacciona mientras habla durante una reunión pública en LaBelle Winery, el martes 17 de enero de 2024, en Derry, Nueva Hampshire. Suspendió su campaña presidencial el domingo.
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, reacciona mientras habla durante una reunión pública en LaBelle Winery, el martes 17 de enero de 2024, en Derry, Nueva Hampshire. Suspendió su campaña presidencial el domingo.

Fracturas persistentes en su organización política

Desde el principio, la campaña de DeSantis mostró indicios de luchas internas. Muchos de sus principales colaboradores nunca antes habían trabajado en una operación presidencial, incluida su primera jefa de campaña, Generra Peck, que fue destituida del cargo tras menos de dos meses en el puesto.

Un autobús de gira perteneciente al superPAC Never Back Down se ve fuera de The District Venue antes del inicio de un mitin de Ron DeSantis, el domingo 14 de enero de 2023, en Ankeny, Iowa. DeSantis esperaba tener una buena actuación en los caucus de Iowa.
Un autobús de gira perteneciente al superPAC Never Back Down se ve fuera de The District Venue antes del inicio de un mitin de Ron DeSantis, el domingo 14 de enero de 2023, en Ankeny, Iowa. DeSantis esperaba tener una buena actuación en los caucus de Iowa.

Pero en lugar de reemplazarla con un veterano con experiencia en campañas, más bien elevó a su jefe de gabinete de la oficina del gobernador de la Florida, James Uthmeier, quien también carecía de experiencia en campañas presidenciales.

Para llenar los vacíos en su operación de campaña formal, DeSantis se apoyó en gran medida en Never Back Down para manejar las funciones clave normalmente reservadas para la campaña de un candidato. El personal del super PAC estaba formado por veteranos operadores políticos como los estrategas republicanos Jeff Roe y David Polyansky, un veterano de las campañas de Iowa. Polyansky acabó incorporándose al equipo de DeSantis como director adjunto de campaña.

La dependencia de Never Back Down acarreó sus propios problemas. Muchos de los experimentados operadores del grupo se encontraron en desacuerdo con miembros del círculo íntimo de DeSantis –y a veces incluso con el propio gobernador– sobre estrategias para transmitir su mensaje. A finales del año pasado, un grupo de leales a DeSantis formó un nuevo super PAC llamado Fight Right para gestionar el gasto en anuncios de televisión.

Never Back Down también enfrentó luchas internas. Varios de los líderes del grupo y personal de alto perfil renunciaron o fueron despedidos en las semanas previas a los caucus de Iowa, incluyendo el presidente ejecutivo Chris Jankowski y Roe.

Los electores no quisieron el ‘Hacer de EEUU un Florida’

DeSantis puso su historial de gobierno en la Florida al frente y en el centro de la campaña, predicando lo que él llamó el “proyecto de la Florida” ante los electores de todo el país.

Se jactó de su decisión de reabrir la economía de la Florida a principios de la pandemia del COVID-19, presumió la reducción de la deuda del estado y buscó el apoyo de sus partidarios para su pelea en curso con Walt Disney World sobre el distrito fiscal especial de la empresa en el centro de la Florida.

Los electores se encogieron de hombros.

Steve Long, de 60 años, de Ogden, Iowa, dijo que le gustaba lo que había oído sobre el historial de DeSantis en materia de educación en la Florida, pero planteó un asunto que ha sido un persistente dolor de cabeza político en el Estado del Sol.

“Escuché que los seguros se están volviendo bastante caros ahí”, dijo Long, quien estaba apoyando la campaña presidencial del emprendedor Vivek Ramaswamy.

Jackie Sapp, de 68 años, maestra de escuela jubilada de Kelly, Iowa, dijo que había considerado apoyar a DeSantis, pero finalmente decidió respaldar a la ex embajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley. Sapp dijo que DeSantis no era “realmente concreto en sus principales políticas”.

“Parece que ataca. Pero, ¿cuáles son sus ideas? ¿Cómo las va a enfocar? Siempre se trata de ‘yo, yo, yo’. Y no quiero a alguien que sea ‘yo, yo, yo’”.

La ex embajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley firma autógrafos durante un encuentro en Robie Country Store, el jueves 18 de enero de 2024, en Hooksett, Nueva Hampshire. Las encuestas muestran a Haley superando a Ron DeSantis para el segundo lugar en la votación primaria del próximo martes.
La ex embajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley firma autógrafos durante un encuentro en Robie Country Store, el jueves 18 de enero de 2024, en Hooksett, Nueva Hampshire. Las encuestas muestran a Haley superando a Ron DeSantis para el segundo lugar en la votación primaria del próximo martes.

El factor Trump

Desde el principio, el mayor desafío que enfrentó la campaña de DeSantis –y las de prácticamente todos los candidatos republicanos de 2024– fue cómo aflojar el control de Trump sobre la base de electores del Partido Republicano.

El ex presidente Donald Trump se dirige a sus seguidores durante un mitin en el Grappone Conference Center, el viernes 19 de enero de 2024, en Concord, Nueva Hampshire.
El ex presidente Donald Trump se dirige a sus seguidores durante un mitin en el Grappone Conference Center, el viernes 19 de enero de 2024, en Concord, Nueva Hampshire.

A pesar de perder la reelección en 2020 y de enfrentar numerosos problemas legales, Trump ha superado sistemáticamente en las encuestas a sus rivales republicanos más cercanos, lo que le ha llevado a tratar las primarias, en cierto modo, más como una coronación que como una competencia. En última instancia, convencer a los republicanos de que era hora de dejar atrás a Trump resultó ser una tarea demasiado difícil para DeSantis.

A lo largo de gran parte de su campaña, anduvo con pies de plomo a la hora de contrastarse con el ex presidente, que una vez fue un aliado político clave del gobernador. El argumento de DeSantis giraba en torno a la noción de que él podía cumplir las promesas que quedaron incumplidas durante el mandato de Trump en la Casa Blanca.

En las últimas semanas de su campaña, DeSantis comenzó a agudizar sus críticas a Trump. En particular, insistió en que el ex presidente no es “pro-vida” durante una reunión pública de CNN televisada a nivel nacional. En el camino, en repetidas ocasiones desplegó el argumento de que Trump estaba haciendo campaña para presidente basado en “sus problemas”, mientras que DeSantis se centraba en los problemas de los electores.

David Kochel, un veterano estratega republicano en Iowa, dijo que parte del desafío para DeSantis y los otros candidatos era que los partidarios de Trump se han mantenido firmes con el ex presidente y no es probable que lo abandonen. Eso significa que la contienda por la nominación del Partido Republicano ha sido simplemente una contienda para determinar quién se postulará uno a uno contra Trump, dijo.

“El voto de Trump ya está ahí”, dijo Kochel. “El trabajo de Iowa y New Hampshire es responder a la pregunta de qué candidato se gana el derecho a enfrentar a Trump. Y, si eso no se resuelve, entonces Trump sale como el nominado”.

La estrategia mediática de DeSantis fracasó

DeSantis y su campaña apostaron a que él podía ascender a nivel nacional de la misma manera que lo hizo en el estado: atacando a los periodistas y rechazando a la mayoría de la prensa, prefiriendo entrevistas con medios amigos y conservadores. La semana pasada, admitió que debería haber hecho más “programas corporativos”.