5 muertos por fuegos artificiales y varios heridos las celebraciones de Nochevieja en Alemania
Como cada año, durante la Nochevieja se produjeron accidentes mortales provocados por fuegos artificiales en Alemania. En las afueras de la ciudad de Geseke, en Renania del Norte-Westfalia, un joven de 24 años murió a causa de un petardo de fabricación propia. Según testigos presentes en el lugar, la potente explosión se pudo oír hasta a 500 metros de distancia.
En Oschatz, cerca de Leipzig, un hombre de 45 años murió después de hacer estallar fuegos artificiales de categoría F4, cuya compra normalmente requiere autorización oficial. Falleció en el hospital debido a graves heridas en la cabeza. En Hartha, cerca de Chemnitz, también resultó herido de muerte un hombre de 50 años. Ambos varones sostenían los fuegos artificiales en sus manos cuando explotaron.
Otro petardo de fabricación propia mató a un joven de 20 años en Hamburgo. También hubo otra víctima mortal debido a los fuegos artificiales en Oberhavel, cerca de Brandeburgo. El material pirotécnico ha dejado numerosas víctimas alrededor del país teutón.
Ataques a los servicios de Emergencia: hay más de 300 detenidos
También hubo disturbios, especialmente en Berlín y Leipzig. Se lanzaron fuegos artificiales contra los servicios de Emergencia y Policía en Berlín. En la capital, fueron arrestadas unas 330 personas. Un policía tuvo que pasar por quirófano debido a las heridas sufridas.
En Leipzig, los servicios de Emergencia también fueron atacados por unas 50 personas con fuegos artificiales y botellas. Escenas similares se produjeron en Hamburgo, donde un grupo mayor de unas 30 o 40 personas también atacó a las autoridades. Además, también en Hamburgo los Bomberos fueron atacados con cohetes mientras estaban de servicio.
Durante un control, dos agentes de Policía en Schwäbisch Gmünd resultaron levemente heridos por un cohete de fuegos artificiales, los dos jóvenes atacantes lograron huir del lugar. En Leipzig se cerró una calle después de que un grupo de entre 100 y 150 jóvenes empezaran a dispararse fuegos artificiales entre sí. También atacaron coches y tranvías. Todos los involucrados huyeron de la escena.
Aunque en la capital se produjeron numerosos disturbios y heridos, la Policía llegó a una conclusión general positiva. A pesar de las 330 detenciones y los 13 policías heridos, no hubo disturbios tan grandes como en años anteriores. Además, se respetaron en gran medida las zonas de prohibición de petardos en Berlín y en numerosas ciudades como Colonia, Düsseldorf y Aquisgrán.