Unos 30 buques echan ancla cerca de terminal ucraniana de Izmail tras ataques rusos en el Danubio

Por Jonathan Saul

LONDRES, 24 jul (Reuters) - Una treintena de barcos echaron el ancla cerca de la crucial terminal portuaria ucraniana de Izmail después de que Rusia destruyera el lunes almacenes de grano en el río Danubio, según mostraron los datos, aunque no estaba claro exactamente qué había provocado su alto.

Los ataques aéreos rusos del lunes antes del amanecer hirieron a siete personas y afectaron a la infraestructura a lo largo del Danubio, una ruta alternativa vital para el grano ucraniano desde el fin la semana pasada de un acuerdo que permitía las exportaciones seguras a través del Mar Negro. Kiev dijo que el ataque era una ampliación de una campaña aérea que Rusia lanzó la semana pasada tras retirarse del pacto.

Según los cálculos de Reuters, basados en datos de seguimiento de buques de la empresa de análisis MarineTraffic, unos 29 barcos, entre los que había también buques cisterna de productos químicos, se habían detenido cerca de Izmail.

Otros tres buques también habían echado el ancla a lo largo de la vía navegable que conduce a la terminal de Reni-Odesa, mostraron los datos.

No hubo comentarios inmediatos de las autoridades ucranianas.

Fuentes del sector asegurador dijeron que se suspendió la cobertura por riesgos de guerra para los puertos ucranianos que formaban parte del acuerdo sobre granos. El lunes, tres fuentes dijeron que algunos proveedores también estaban revisando si seguir proporcionando cobertura para los puertos del Danubio.

"Las primas de los que siguen cotizando van a subir", dijo una de las fuentes.

Desde el fracaso del acuerdo sobre el corredor de cereales y el aumento de los ataques de Rusia contra puertos e infraestructuras, los suscriptores de riesgos de guerra estaban "formando sus propias opiniones independientes y decidiendo qué es lo que están dispuestos a suscribir", dijo a Reuters David Smith, de la correduría de seguros McGill.

(Reporte de Jonathan Saul en Londres y Olena Harmash en Kiev; reporte adicional de Carolyn Cohn en Londres; editado en español por Carlos Serrano)