3 claves para entender por qué los incendios de Los Ángeles "son los más destructivos" en la historia de la ciudad
Al menos cinco incendios forestales están azotando la ciudad de Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos, de los cuales tres han sido descritos por las autoridades de socorro como "incontrolables".
De acuerdo con varios organismos locales, los incendios han causado la muerte de cinco personas y decenas de heridos, así como la destrucción de más de 2.000 viviendas y edificios.
Cerca de 130.000 personas han tenido que evacuar sus hogares y se estima que las pérdidas económicas podrían alcanzar los US$10 mil millones.
Los damnificados por los feroces incendios van desde famosos actores de Hollywood como Billy Cristal y James Wood y personalidades como Paris Hilton hasta habitantes de la zona costera y los barrios más al oeste de la ciudad.
Los jefes de bomberos que están liderando las labores de control de fuego han señalado que, dada la dimensión de las llamas en algunas zonas - como por ejemplo Hollywood Hills, donde está ubicado el famoso cartel de Hollywood-, existe "cero posibilidades" de contener el desastre.
De acuerdo con Anthony Marrone, uno de los principales coordinadores de bomberos, la baja humedad de la zona, los llamados vientos de Santa Ana - con velocidades cercanas a las de un huracán- y la falta de infraestructura han sido las principales causas para la enorme devastación.
"No tenemos suficientes bomberos para atender cuatro incendios de esta dimensión a la vez. Tal vez uno o dos incendios forestales medianos, pero no esto", explicó.
En BBC Mundo te explicamos tres claves que han hecho que los incendios en Los Ángeles estén siendo considerados como los más destructivos en la historia de la ciudad.
1. Los fuertes vientos de Santa Ana
Tal vez la principal razón por las que los bomberos no han podido contener el fuego en Los Ángeles tiene nombre de santa: los vientos de Santa Ana, que de acuerdo con las autoridades han alcanzado hasta 161 kilómetros por hora en las zonas de los incendios.
Y esto tiene dos efectos que multiplican la fuerza de las llamas.
Por una parte, de acuerdo con el meteorólogo Simon King, presentador del tiempo de la BBC, se trata de vientos secos que eliminan la humedad de la vegetación y facilitan que se inicien los fuegos y se propaguen más rápidamente.
Y una vez que empiezan, los mismos vientos ayudan a que se propaguen fácilmente.
Además, según Marrone, esto obliga a que la estrategia para apagar un incendio de esta magnitud solo se pueda basar en los hidrantes que tiene la ciudad, ya que no se pueden utilizar aviones y helicópteros debido a la fuerza de los vientos.
Los vientos de Santa Ana ocurren cuando una gran área de alta presión se establece sobre el oeste de EE.UU., alrededor de la Gran Cuenca, un área que incluye gran parte de Nevada y Utah, Idaho y el sureste de Oregón, explica Matt Taylor, meteorólogo de la BBC.
Por su parte, una publicación del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) estadounidense anota que estas regiones son generalmente secas y desérticas, lo que significa que allí se generan vientos secos que fluyen de este a oeste y llegan a California carentes de humedad.
Este fenómeno ocurre numerosas veces durante el año.
"Un evento de Santa Ana generalmente surge durante los meses más fríos, desde fines de septiembre hasta mayo, y dura solo un par de días. Pero en raras ocasiones puede continuar hasta una semana", agrega Taylor.
2. Falta de agua
Uno de los problemas que han señalado los bomberos que luchan contra las llamas ha sido el sistema de suministro de agua.
Debido a que no hay apoyo aéreo por los vientos y el humo, los bomberos se han visto obligados a servirse únicamente del sistema de hidrantes o bocas de incendios urbanos para controlar el avance de las llamas.
Y aunque las autoridades de la ciudad han aceptado que el sistema de acueductos del que forman parte los hidrantes funciona adecuadamente para el ámbito urbano, no son los más aptos para luchar contra incendios de esta magnitud.
"Un combate contra incendios con múltiples hidrantes extrayendo agua del acueducto durante varias horas es insostenible", explicó en rueda de prensa Mark Pestrella, director de Obras Públicas del condado de Los Ángeles.
Y puso como ejemplo la lucha contra los incendios en la zona de Palisades.
Esta parte de la ciudad tiene tres tanques para surtir los hidrantes. El martes, cuando comenzaron los incendios, el primer tanque se vació a las cuatro de la tarde, hora local. El segundo cuatro horas más tarde y el tercero, a las tres de la madrugada del miércoles.
A esa hora los bomberos se quedaron sin agua debido a que la demanda era mucho mayor que la velocidad con la que se podía reabastecer el tanque. Y el fuego seguía imparable.
Las bocas de agua secas provocaron una oleada de críticas en las redes sociales, incluso del presidente electo Donald Trump, contra las políticas de gestión del agua de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom.
Pero los funcionarios estatales y locales, así como expertos, respondieron con contundencia diciendo que los críticos estaban mezclando problemas no relacionados y difundiendo información falsa durante una crisis.
Las decisiones estatales sobre la distribución del agua no fueron la causa de los fallos en los hidrantes, dijeron, ni tampoco la falta de suministro general en la región.
El profesor de ingeniería ambiental de la Universidad de California Jay Lund añade que los tanques de agua en Los Ángeles están diseñados para combatir incendios localizados en casas, no en espacios abiertos.
"El problema no es que no hay suficiente agua en el sur de California, el problema es que no hay suficiente agua en esa zona particular del sur de California en las pocas horas que se necesita para combatir los incendios", le explicó Lund a la agencia de noticias Reuters.
Pestrella recuerda que los incendios forestales se controlan con descargas aéreas, que en este caso no se pueden utilizar.
"El apoyo aéreo es crítico para combatir el fuego y, lamentablemente, el viento y la visibilidad del aire lo impiden", dijo.
3. Fuerte sequía y cambio climático
Según el corresponsal de la BBC para temas ambientales Matt McGrath, una de las razones detrás de la ferocidad de los incendios en Los Ángeles está relacionada con lo que los científicos denominan "latigazo meteorológico".
"Si bien los poderosos vientos de Santa Ana son el componente clave en el impulso de los incendios, las condiciones extremadamente secas han hecho que la vegetación local sea muy vulnerable a la ignición", señala McGrath.
Y cita un estudio de la Universidad de California, que afirma que el calentamiento global ha hecho que la oscilación de las condiciones climáticas en esta región tenga como efecto un aumento en la intensidad de los incendios forestales.
El estudio anota que esto está relacionado con episodios cada vez más frecuentes del "latigazo meteorológico", en el que se produce un cambio súbito entre condiciones extremadamente húmedas y extremadamente secas.
Por lo tanto, después de décadas de sequía en California, hubo un par de años de lluvias extremadamente intensas, y luego volvieron a producirse condiciones muy secas en los últimos meses.
Eso hizo que la vegetación creciera rápidamente en los años húmedos, pero ahora esta vegetación abundante está seca y es más proclive a quemarse.
Los autores afirman que el cambio climático ha aumentado este tipo de condiciones de "latigazo" a nivel mundial entre un 31% y un 66% desde mediados del siglo XX.
"Con el planeta calentándose, esto significa que el ritmo de aumento de este latigazo se está acelerando en muchas regiones del mundo, no solo en California", agregan.
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