Más de 200 candidatos se retiran de la segunda vuelta para perjudicar a la ultraderecha en Francia

Más de 200 candidatos se retiran de la segunda vuelta para perjudicar a la ultraderecha en Francia

Un número sin precedentes de aspirantes clasificados para la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas, tanto de la alianza de izquierda del Nuevo Frente Popular como de los debilitados centristas del presidente Macron, se han hecho a un lado para favorecer al candidato con más probabilidades de ganar contra la ultraderechista Agrupación Nacional.

Varios ministros del gabinete estuvieron entre los que abandonaron la carrera. Según un recuento del periódico francés 'Le Monde', unos 218 candidatos que podrían competir en la segunda vuelta se han retirado. De ellos, 130 eran de izquierda y 82 procedían de la alianza centrista Ensemble, liderada por Macron. Los candidatos tenían hasta las 18:00 hora local de este martes para retirarse. El Ministerio del Interior no ha confirmado de momento esas cifras.

"Hoy tenemos un objetivo: negarle una mayoría absoluta a la Agrupación Nacional", dijo François Ruffin, del partido de extrema izquierda Francia Insumisa, que forma parte de la nueva alianza progresista junto con los verdes, socialistas y comunistas franceses.

Durante la campaña electoral, el primer ministro Gabriel Attal apareció en un mercado de alimentos donde brindó "por la victoria" y dijo que es necesario "evitar que la Agrupación Nacional logre una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional porque sería, y lo digo desde el fondo de mis entrañas, terrible para el país y los franceses", dijo Attal.

Le Pen dice que su partido liderará el Gobierno solo si ganan una mayoría absoluta o cercana a ese umbral

La primera ronda impulsó a la Agrupación Nacional más cerca que nunca del Gobierno, pero dejó abierta la posibilidad de que los votantes bloquearan su camino hacia el poder el próximo domingo.

La Agrupación Nacional, bajo el presidente del partido Jordan Bardella, obtuvo la mayor cantidad de votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas del 30 de junio, pero no los suficientes para reclamar una victoria general que permitiría la formación del primer Gobierno de extrema derecha de Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

"No podemos aceptar entrar en el Gobierno si no podemos actuar", dijo Le Pen en una entrevista con la emisora ​​pública 'France Inter'. "Sería la peor traición a nuestros votantes". Sin embargo, "si tenemos, digamos, 270 legisladores, necesitamos 19 más, acudiremos a los demás y les preguntaremos si están dispuestos a participar con nosotros en una nueva mayoría".

La oposición teme que la extrema derecha erosione libertades civiles y derechos sociales

Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas el 9 de junio después de una dura derrota a manos de la Agrupación Nacional francesa en los comicios para el Parlamento Europeo. El impopular presidente apostó que la extrema derecha no repetiría ese éxito cuando el destino de Francia estuviera en juego.

Pero el plan de Macron fracasó. Ahora se le acusa, incluso por miembros de su propio bando, de abrir una puerta a la Agrupación Nacional al llamar a los votantes a volver a las urnas, especialmente cuando tantos están enojados por la inflación, el coste de la vida, la inmigración y contra el propio Macron.

La extrema derecha aprovechó esa frustración y la sensación de que la globalización está dejando atrás a muchas familias francesas. El partido de Le Pen hizo campaña con una plataforma que prometía aumentar el poder adquisitivo de los consumidores, reducir la inmigración y adoptar una línea más dura respecto a las normas de la Unión Europea.

Los oponentes de la Agrupación Nacional temen por las libertades civiles si el partido, que tiene una historia de racismo, xenofobia, antisemitismo y hostilidad hacia los musulmanes de Francia, toma el poder. La formación ultraderechista planea aumentar los poderes policiales y restringir los derechos de los ciudadanos franceses con doble nacionalidad a trabajar en algunos empleos de defensa, seguridad y la industria nuclear.