Cerca de 20.000. Pese a los vuelos de repatriación, no baja el número de varados

En Cancillería aseguran que hay un cambio de perfil de los argentinos varados en el exterior, motivo por el que se continúa agrandando la cifra

A fines de abril la Cancillería informó oficialmente que todavía quedaban 21.500 argentinos en el exterior que esperaban alguna opción para regresar al país. Un mes después, y luego de haber continuado con un sistema de cronogramas de vuelos semanales, el número de argentinos varados no está muy lejos del anterior: según fuentes de Cancillería, todavía quedan entre 15.000 y 20.000.

¿Cómo se explica que pese al plan de repatriación el número de varados no tienda a extinguirse? Cerca del canciller Felipe Solá aseguran que tiene que ver con un cambio en el perfil de los argentinos que esperan ser repatriados. Si en un principio eran turistas sorprendidos por el cierre de fronteras en medio de las vacaciones, ahora la mayoría son personas que tenían un plan de más largo plazo en el exterior pero que, al ver que la situación de crisis se prolonga y que no pueden retomar sus planes laborales o académicos, optan por regresar al país.

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"La gran mayoría de los turistas y población vulnerable ya ha regresado", aseguran en el Gobierno. Hasta hace algunos días atrás los países más alejados como los del sudeste asiático eran los que concentraban la mayor cantidad de turistas, dado que no se había logrado realizar ningún vuelo especial a esos destinos. En Tailandia, por caso, más de 500 argentinos estuvieron varados durante más de dos meses.

Recién la semana pasada el Gobierno gestionó el regreso de alrededor de 800 argentinos desde Tailandia, India y Qatar. Aún así, todavía quedan pequeños grupos de turistas argentinos en países como Filipinas, Laos, Myanmar y Camboya, entre otros.

"La lista de gente que quiere volver a la Argentina se achica menos que los vuelos. ¿Qué quiero decir? Que ingresa nueva gente a esa lista, en distintos lugares del mundo, porque es gente que tiene que cambiar o decide cambiar su plan de vida porque cambian las circunstancias", dijo la semana pasada el canciller Solá en declaraciones televisivas.

"Ya no son turistas varados la mayoría de los que esperan. Hemos hecho un enorme esfuerzo durante más de dos meses y la Argentina ha repatriado alrededor de 210.000, 212.000 personas", añadió.

Desde principios de abril, Cancillería se maneja con un esquema de vuelos de repatriación que anuncia semana a semana y que implica el regreso de no menos de 3000 argentinos cada vez. Ese cronograma se define en conjunto con los ministerios de Transporte, Interior, Salud, Defensa y Seguridad de acuerdo con las necesidades detectadas y el riesgo que implica para la Argentina cada uno de esos arribos.

Según confirmaron a este medio, Cancillería planea seguir programando vuelos especiales hasta tanto se reanuden las operaciones comerciales.

El sábado pasado se comunicó el itinerario planificado entre el 22 y el 30 de mayo, compuesto de 21 nuevos vuelos destinados a traer de regreso a 4004 argentinos. Los vuelos incluyen destinos de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, bajo distintas modalidades: vuelos de Aerolíneas Argentinas o de compañías privadas, charters contratados por el gobierno argentino y el uso de aviones militares.

Las tarifas son uno de los puntos de controversia a la hora de gestionar repatriaciones, dado que hay diferentes políticas a la hora de establecerlas. Las aerolíneas privadas, por ejemplo, tienen libertad de poner su propio precio y en el caso de algunos destinos alejados los boletos se han acercado incluso a un valor de US$2000.

Según afirman en Aerolíneas Argentinas, hasta el momento la empresa estableció tarifas que no implican obtener ganancias, pero que permiten amortizar el costo de la operación. Por ejemplo, el ticket a Buenos Aires desde Madrid se vende a 500 euros, mientras que el viaje desde Miami a Ezeiza cuesta US$550. Según aseguró la compañía a LA NACION, los vuelos de repatriación no les generaron pérdidas económicas hasta el momento.