2.700 euros por persona: La ciudad suiza que reparte a los residentes el superávit presupuestario
La decisión ofrece a la mayoría de los contribuyentes la posibilidad de recibir pagos directos, lo que ha sido muy bien acogido por la población. Un ciudadano comentó a 'France Info': "Es una agradable sorpresa, normalmente soportamos la carga del pago". En este caso, al haber pagado más impuestos que el dinero utilizado, han decidido devolver ese superávit a los ciudadanos.
Se calcula que cada ciudadano recibirá unos 2.500 francos suizos (2.700 euros), dependiendo de cuánto haya pagado en impuestos. Según las medidas anunciadas, alrededor del 70% de la población de la región se beneficiará de la iniciativa. Recordamos que Basilea tiene menos de 200.000 habitantes.
La decisión refleja el pujante crecimiento económico de la región, cuyo presupuesto para 2023 arroja un superávit de 464 millones de euros tras cubrir todos los gastos públicos.
Mecanismo sostenible de redistribución y amortización de la deuda
El Parlamento local ha aprobado un nuevo mecanismo que garantiza que el 80% del superávit anual se redistribuya directamente entre la población, y el 20% restante se destine a amortizar deuda pública. Está previsto someter una ley a referéndum público para hacer permanente este mecanismo.
La iniciativa, introducida por el canciller Lorenz Ament, pretende maximizar el beneficio de los grandes superávits fiscales para la población. dijo Amint: "Cualquiera que sepa leer una cifra con ocho ceros sabe que la región recibe mucho dinero".
Sin embargo, sigue habiendo reservas sobre la iniciativa, especialmente por parte de algunos grupos de izquierda que sostienen que el dinero debería destinarse a apoyar proyectos de medio ambiente y cultura, en lugar de redistribuirlo directamente en efectivo. También hay ciudadanos que opinan que no todo el mundo paga los mismos impuestos y debería ser una devolución proporcional.
Esta decisión histórica refleja un cambio radical en la forma de gestionar los excedentes presupuestarios y refuerza la posición del cantón de Basilea-ciudad como una de las regiones más prósperas de Suiza, lo que podría allanar el camino a iniciativas similares en el futuro.