A 110 años del nacimiento de Adolfo Bioy Casares: las 20 frases más destacadas del escritor
Adolfo Bioy Casares nació el 15 de septiembre de 1914 y es uno de los escritores más importantes de la literatura argentina. Su obra es vasta, ya que fue autor de cuentos, novelas y ensayos. La invención de Morel es uno de sus libros más destacados y se lo considera un clásico latinoamericano. A su vez, ha marcado la historia de la mano de sus colaboraciones con Jorge Luis Borges, otro de los escritores más relevantes del país y quien era su amigo.
Es así que Bioy Casares fue bautizado como el maestro del cuento y del género fantástico por su capacidad de combinar una descripción detallada y el mundo metafísico.
La vida y obra de Adolfo Bioy Casares
Adolfo Bioy Casares nació un día como hoy, pero de 1914, en el barrio porteño de Recoleta. Desde temprana edad, se sintió interesado por la literatura y los idiomas, como el inglés y el francés. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires, para luego continuar con su formación académica en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Trabajó en una editorial, lo que lo acercó con el mundo literario y motivó esta pasión. Sus primeras publicaciones fueron 17 disparos contra el porvenir, Caos y La nueva tormenta.
En 1932 conoció a Jorge Luis Borges en las reuniones organizadas por Victoria Ocampo en Villa Ocampo. Ocho años más tarde se casaría con la hermana de esta autora, Silvina, quien también se desempeñó como escritora.
En 1940, Bioy Casares publicó La invención de Morel, su obra más importante. Esta novela de ciencia ficción combinaba la fantasía y la realidad. Narra la historia de un fugitivo que arriba a una isla desierta y debe enfrentar una constante repetición de acontecimientos.
Legado literario de Adolfo Bioy Casares
Otras de las obras influyentes de Casares fue su Antología poética argentina ―trabajo que hizo junto a Silvina Ocampo―, Memorias, Diario de la guerra del cerdo, El sueño de los héroes, Dormir al sol y La trama celeste. Junto a Borges, quien era uno de sus grandes amigos, creó, entre otros textos, Seis problemas para don Isidro Parodi. Su complicidad los llevó a utilizar diferentes seudónimos como C.I. Lynch, B. Suárez Lynch y el más conocido de todos, H. Bustos Domecq.
La obra Adolfo Bioy Casares es extensa y se caracteriza por la precisión narrativa que explora y combina el mundo fantástico con el real. Es conocido por crear con su relato un clima atrapante e intrigante para el lector. Fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura y el Premio Cervantes en 1990.
En sus últimos años, sufrió la pérdida de su esposa Silvina y su hija Marta. Falleció a sus 84 años, el 8 de marzo de 1999.
20 frases de Adolfo Bioy Casares para enviar
“Escribir es agregar un cuarto a la casa de la vida”.
“Hay tanta gente que escribe para lucirse… Yo empecé así y fracasé hasta el día en que olvidé esas pretensiones”.
“La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir”.
“Llega un momento en la vida en que, haga uno lo que haga, solamente aburre. Queda entonces una manera de recuperar el prestigio: morir”.
“Mi desvelo fue siempre persuadir a la mujer de que no la engaño. A esta no podré persuadir jamás de que no la quiero”.
“En infinitos mundos mi situación será la misma, pero tal vez la causa de mi encierro gradualmente pierda su nobleza, hasta ser sórdida, y quizá mis líneas tengan, en otros mundos, la innegable superioridad de un adjetivo feliz”.
“Recuerden que en nuestra incapacidad de ver, los movimientos del prestidigitador se convierten en magia”.
“¿No es lo mismo que suceda lo que deseamos, que desear lo que suceda? Lo que importa es que nuestra voluntad y los sucesos estén de acuerdo”.
“Más exclusivamente que en la vigilia, en el sueño somos nosotros. Contribuimos con todo el reparto”.
“La gente fuerte se abre camino sola”.
“El mundo atribuye sus infortunios a las conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que se subestima la estupidez”.
“Yo quería arremeter contra la vanidad, porque había descubierto que es incompatible con la dicha”.
“El miedo lo vuelve a uno supersticioso”.
“Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros”.
“El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: ‘Ojalá que huya’”.
“El recuerdo que deja un libro a veces es más importante que el libro en sí”.
“La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura”.
“La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo”.
“La adolescencia fue para mí una verdadera iniciación en derrotas”.
“Es ya costumbre de mis teorías más lúcidas deshacerse al día siguiente, quedar como pruebas de una combinación asombrosa de ineptitud y entusiasmo (o desesperación). Tal vez mi idea, una vez escrita, pierda la fuerza”.