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10 predicciones para la “nueva era” en las relaciones de Cuba y EEUU

POR: Wilfredo Cancio Isla/ESPECIAL PARA YAHOO-. Un año después de que el deshielo entre Cuba y Estados Unidos tomara por sorpresa al mundo, el escenario de las relaciones bilaterales ha dado un vuelco que pocos podían imaginar cuando escucharon la noticia la mañana del 17 de diciembre de 2014.

Aunque el proceso de normalización efectiva a que ambas partes aspiran parece una quimera mientras el embargo comercial a la isla se mantenga en pie, Washington ha avanzado su estrategia política hasta límites que no parecían tangibles al iniciarse la “nueva era” proclamada simultáneamente por Barack Obama y Raúl Castro.

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Una niña observa desde la ventana de la recientemente abierta embajada de Estados Unidos en Cuba, con vista a la zona de la ceremonia, al final de la ceremonia de izamiento de bandera en La Habana, Cuba, el 14 de agosto de 2015. Cuba y Estados Unidos restauraron oficialmente relaciones diplomáticas el 20 de julio. (Foto AP/Ramón Espinosa, Archivo)

Cuatro rondas de negociaciones, varias reuniones colaterales sobre temas puntuales y un puñado de órdenes ejecutivas han desbrozado el camino para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, la reapertura de embajadas en Washington y La Habana, la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y la realización de sendos encuentros entre Obama y Castro. Cierto es que las medidas de mayor importancia han emanado de la Casa Blanca, mientras que Raúl Castro calcula, con más pausa que prisa, cada paso de su gobierno ante el inédito panorama de distensión con su otrora enemigo.

Tras el desmontaje de la política de confrontación con Cuba y el establecimiento de un clima de cooperación bilateral, Obama ha pedido al Congreso la eliminación del embargo. La apuesta del presidente, que calibra incluso la posibilidad de visitar La Habana antes de que termine su mandato, es que la flexibilización de viajes, remesas y transacciones financieras y la ampliación de operaciones comerciales bordeando las restricciones vigentes logrará a mediano y largo plazo lo que no lograron en la sociedad cubana 54 años de política hostil desde Washington.

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par de Cuba Raúl Castro el 29 de septiembre de 2015 en Nueva York (AFP/Archivos | Mandel Ngan)

El gobierno de Raúl Castro ha navegado en la nueva etapa con movimientos lentos y calculados que en ocasiones apuntan a una ralentización estratégica del proceso de cambios económicos. La cúpula gobernante ha tanteado cada medida con una perspectiva de no perder la cuota fundamental de poder que le permita el control estatal sobre la economía y la sociedad. La Ley para la Inversión Extranjera, puesta en marcha en el 2014 como el principal movilizador del capital extranjero hacia la isla, no parece lo suficientemente atractiva para inyectar 2,500 millones de dólares anuales a la maltrecha economía cubana.

Más allá de los acuerdos en la mesa de negociaciones y la visita de 30 representantes del gobierno federal en el 2015, el impacto más visible de la “nueva era” ha sido el alza en los viajes de estadounidenses a la isla, a pesar de las limitaciones aún vigentes para el turismo.

El crecimiento debe dispararse al finalizar el presente año y expandirse mucho más en el 2016, luego de las medidas adoptadas por Obama el pasado septiembre para permitir los viajes de parientes y acompañantes de estadounidenses que visiten Cuba por motivos culturales, educativos, académicos y deportivos.

La ola de visitantes estadounidenses ha sido un efectivo factor de dinamización de las expectativas internas respecto a la eventual apertura del turismo y sus dividendos para el emergente sector privado, a la espera de una mayor flexibilización económica tanto para la participación de extranjeros como nacionales.

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En esta imagen, tomada el 5 de diciembre de 2015, varios turistas viajan a bordo de un “coco taxi” por el Malecón mientras las olas rompen por encima del muro, en La Habana, Cuba. Los “coco taxis” son una de las muchas variedades de taxis que se pueden encontrar en la capital cubana. Están construidos a partir de motocicletas y son populares tanto entre los turistas como entre cubanos. (Foto AP/Ramon Espinosa)

Incertidumbre cubana ante cambio en la Casa Blanca

John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU (USCTEC), con sede en Nueva York, considera que el comportamiento cauteloso de Raúl Castro ante el nuevo escenario de relaciones bilaterales se explica por la incertidumbre de apostar a medidas radicales sin saber el rumbo que tomará la Casa Blanca con un nuevo inquilino a partir de 2017.

“Una respuesta a la lentitud de Cuba respecto a las propuestas de Estados Unidos podría ser que quiere más tiempo para determinar cuánto pueden obtener de otros países sin la aplicación de reformas económicas, comerciales y políticas considerables”, opinó el ejecutivo. “Necesitan más tiempo para determinar en qué queda su relación con Venezuela y qué puede sacarse de China, Rusia y la Unión Europea”.

Kavulich apuntó que la estrategia de Raúl Castro es interactuar con Obama para sacar algunos resultados mientras se espera el nuevo ocupante de la Casa Blanca.

Obama tiene aun unos 400 días de permanencia en su mandato presidencial. Raúl Castro estará en el mando por otros 800 días, luego de insistir en que se retirará del poder en febrero del 2018.

Considerando los pasos adelantados y las decisiones aplazadas desde el 17D, estos son 10 posibles avances que pudieran emerger de la relación bilateral en el 2016:

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Los jugadores cubanos de Grandes Ligas, Yasiel Puig, derecha, y Brayan Peña, sonríen en una conferencia de prensa en La Habana el martes, 15 de diciembre de 2015, como parte de una visita de Grandes Ligas a Cuba. (AP Photo/Desmond Boylan)

1. Mayor cooperación con las Grandes Ligas y presencia en franquicias profesionales de jugadores cubanos residentes en la isla. La movilización de la organización de Grandes Ligas (MLB) ha buscado intensamente un acercamiento al béisbol cubano y a hallar una solución para incorporar jugadores de la isla a franquicias profesionales de Estados Unidos. No es casual que el primer aniversario del restablecimiento de relaciones coincida con la presencia en La Habana de una delegación de la MLB, con un donativo de 200,000 dólares para Caridades Católicas de Cuba, un programa de clínicas deportivas y la presencia de estrellas de Grandes Ligas, incluidos jugadores cubanos que abandonaron ilegalmente el país y eran considerados “traidores” y “desertores” por el discurso oficial hasta fechas muy cercanas, como Jose Dariel Abreu y Yasiel Puig.

2. Autorización de ferries y cruceros desde Estados Unidos. La aprobación de la administración Obama para viajes de ferries y cruceros a Cuba se produjo a mediados de este año, con vistas a crear más opciones de viaje en las 12 categorías establecidas por el Departamento del Tesoro. Tanto las corporaciones Carnival y Royal Caribbean como unas 15 empresas de ferries han recibido licencias y lanzado sus ofertas de viaje, pero el gobierno cubano ha detenido la iniciativa, alegando que se necesita crear infraestructura y realizar reparaciones que dificultan las propias restricciones del embargo.

Además, las leyes cubanas impiden hasta el momento la entrada al país, por vía marítima, a cubanos residentes en el exterior. No obstante, la aprobaciٕón de la entrada en el mercado cubano de la compañía suiza MSC Cruises, la cuarta mayor línea de cruceros del mundo, parece una noticia favorable a los itinerarios de embarcaciones estadounidenses que aguardan por el visto bueno del gobierno cubano.

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Mostrador del aeropuerto internacional de Miami que recibe personas que viajarán a Cuba en vuelos chárter el 16 de enero del 2015. Es previsible que una cantidad de turistas estadounidenses invada Cuba como consecuenciai del acercamiento entre La Habana y Washington de las últimas semanas. (AP Photo/Wilfredo Lee)

3. Restablecimiento de los vuelos comerciales directos. El acuerdo debe quedar fijado a fines de este año o comienzos del 2016, luego de que ambas partes anunciaran esta semana haber llegado a un memorando de entendimiento sobre la restauración del servicio directo. Esto significará la entrada al mercado de las aerolíneas estadounidenses que hasta ahora solo ofrecían sus aviones para vuelos fletados a entidades autorizadas por el Departamento del Tesoro. La decisión debe abaratar los pasajes a Cuba y los envíos de paquetes utilizando el correo de Estados Unidos, creando un nuevo mapa de ofertas para los usuarios. Queda clarificar las garantías legales para que naves de Cubana de Aviación no puedan ser retenidas por orden judicial, en virtud de demandas civiles concedidas en tribunales de Estados Unidos.

4. Presencia operativa de empresas estadounidenses en Cuba. Las medidas implementadas por los departamentos de Tesoro y Comercio el pasado septiembre abrieron la compuerta para la presencia operativa de compañías estadounidenses mediante una oficina, un punto de venta o un almacén en Cuba, lo que incluye poder emplear a nacionales cubanos y establecer cuentas bancarias en instituciones del país. Hasta el momento el gobierno cubano solo ha autorizado a Cleber LLC, una empresa ensambladora de tractores de Alabama, a establecer un espacio en la Zona de Desarrollo Especial del Mariel. Cleber LLC espera también por una autorización federal para una inversión total de 5 millones de dólares en la isla.

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Penny Pritzker, derecha, secretaria de Comercio de Estados Unidos habla con el canciller cubano Bruno Rodriguez antes de una reunión en La Habana, Cuba, el miércoles 7 de octubre de 2015. Pritzke exhortó al gobierno cubano a que tome medidas para que siga desarrollándose el sector privado de la economía e instó además a facilitar mayor acceso a internet para los ciudadanos de la isla. (Foto AP/Ramón Espinosa)

5. Mayor interacción de las empresas estadounidenses con el sector privado en Cuba. Las compañías estadounidenses tienen licencia para exportar productos directamente a negocios privados en las más de 200 categorías de cuentapropistas aprobadas por Cuba. La licencia no se limita a ventas o donaciones, sino que tiene por objeto apoyar otros tipos de transacciones, como los arrendamientos y préstamos de artículos para su uso por los usuarios elegibles.

6. Incremento de los vínculos financieros. Debe aumentar el uso de tarjetas de crédito y débito por instituciones autorizadas como la compañía MasterCard o el Stonegate Bank, autorizado para las transacciones cubanas en Estados Unidos. Stonegate Bank firmó este año un acuerdo de correspondencia con el Banco Internacional de Comercio de Cuba. Las instituciones bancarias de Estados Unidos deberán ampliar el servicio para abrir y mantener cuentas a ciudadanos cubanos mientras se encuentren fuera de Cuba (por ejemplo en becas estudiantiles o contratos laborales). A la vez, Estados Unidos podría eliminar la prohibición para el uso de dólares estadounidenses por parte de Cuba en sus transacciones internacionales, especialmente después del acuerdo anunciado por el gobierno de Raúl Castro para liquidar su deuda con el Club de París.

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Una mujer utiliza dos teléfonos móviles para conectarse a internet en uno de los nuevos puestos de wi-fi públicos en La Habana, Cuba, el jueves 2 de julio de 2015. (AP Foto/Desmond Boylan)

7. Ampliación del mercado de telecomunicaciones. Permitir compras de equipos de telecomunicaciones a firmas de Estados Unidos, o permitir algunos servicios de Internet, ofrecidos por Google. Podría también permitirse la importación de aplicaciones móviles y el contrato a ciudadanos cubanos para desarrollarlas. Deben esperarse además otros acuerdos para facilitar a los clientes estadounidenses realizar y recibir llamadas, así como enviar y recibir mensajes de textos y transmitir datos desde Cuba a través de sus teléfonos móviles, similar al que firmaron la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) y Sprint Communications, el pasado noviembre.

8. Avance en las conversaciones para compensar expropiaciones. Después de una primera reunión informativa, representantes de Cuba y Estados Unidos dijeron mantener la disposición de continuar el diálogo sobre bienes nacionalizados a ciudadanos estadounidenses en la isla y sobre los daños económicos y humanos que alega el gobierno cubano como resultado del embargo. Se trata de uno de los temas más espinosos en el camino de la normalización.

La revisión de cuentas puestas sobre la mesa comprende 5,913 reclamaciones de firmas corporativas y ciudadanos estadounidenses por la confiscación de sus propiedades, intervenidas por el gobierno revolucionario a partir de 1960 y certificadas por la Comisión de Adjudicación de Reclamos Extranjeros del Departamento de Justicia por valor de unos 1,800 millones de dólares, según los estimados de la época. Esas propiedades se estiman hoy en unos 8,000 millones de dólares, a razón de un 6% de interés por cada año transcurrido desde la confiscación.

Cuba calcula en 833,755 millones de dólares sus pérdidas. En este mapa de reclamaciones iniciales no se incluyen las propiedades que fueron ocupadas a nacionales cubanos y que constituyen el 95% de los bienes intervenidos. El Departamento de Estado reconoce que se trata de un “largo y complejo proceso”, pero admite que Washington ve la liquidación de estos reclamos como una prioridad máxima para la normalización.

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Una balsa con emigrantes cubanos se desplaza por aguas en Key West, Florida, el 1 de enero de 2015. (AP)

9. Cooperación en tema migratorio. En el primer semestre del 2016 debe transcurrir una nueva ronda de conversaciones migratorias. A pesar de las diferencias en torno a la Ley de Ajuste Cubano y la política de “pies secos/pies mojados”, el punto de máxima fricción es el Programa de Parole para Profesionales Médicos (CMPP), establecido desde el 2006 para propiciar refugio a personal de salud que abandone las misiones médicas.

Estados Unidos ha dicho que va a mantenerlo, pero es evidente que no está interesado en estimularlo en una era de incremento de la cooperación bilateral en la esfera médica. Es previsible mayor colaboración en el enfrentamiento de la emigración ilegal, del contrabando de personas y el fraude de documentos migratorios. El próximo año se realizará el segundo encuentro técnico bilateral sobre fraude migratorio en Washington. Hay también planes de perfeccionar las comunicaciones entre las Tropas Guardafronteras de Cuba y el Servicio Guardacostas de Estados Unidos (SGC), por lo que ambas entidades celebrarán un encuentro técnico en Washington el año próximo.

10. Cooperación judicial. Aunque altas figuras del régimen cubano han insistido en que el caso de Joanne Chesimard -quien está en la lista de los terroristas más buscados por el FBI- no es negociable, ambas partes aceptaron abrir un diálogo sobre cooperación policial y legal que deberá proseguir en el 2016 sin excluir los prófugos de la justicia estadounidense que están en la isla.

Las conversaciones se extienden a decenas de personas con causas pendientes por fraude al Medicare y Medicaid, y quienes han ido a refugiarse en Cuba, y los 35,000 cubanos que son considerados deportables por haber cometido delitos graves en Estados Unidos. Desde que asumió el poder, en el 2006, Raúl Castro ha entregado a unos 15 ciudadanos estadounidenses que han buscado protección en Cuba.