10 enfermedades que puede causar una mala higiene bucal... lejos de la boca
La boca no está aislada del resto del cuerpo. Aunque muchas veces se relaciona la higiene de los dientes exclusivamente con tener mejor sonrisa, lo cierto es que el buen cepillado y el uso del hilo dental no solo aportan cosmética: ayudan a prevenir enfermedades de cuidado.
Si no se cuidan bien, las bacterias que se acumulan en los dientes (hay más de 700 en la boca) no solo forman placa que puede aumentar el riesgo de desarrollar gingivitis o periodontitis. Esos gérmenes pasan al tracto respiratorio y digestivo, generando problemas en otros sistemas del organismo. Así, se suman a los múltiples factores de riesgo que disparan una enfermedad.
Algunas de las afecciones que pueden ocurrir en parte por esto son:
Endocarditis. Es una inflamación rara y potencialmente mortal de la membrana dentro de las cámaras y válvulas del corazón. La causan gérmenes que llegan a esa zona desde otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Al llegar al corazón, los gérmenes empiezan a reproducirse y provocan una infección.
Enfermedad cardiovascular. Aunque los científicos todavía no comprenden completamente la conexión, investigaciones científicas muestran un vínculo entre la mala salud bucal y la enfermedad cardíaca, arterias tapadas y ataques al corazón. Se está investigando la relación entre las bacterias orales, la inflamación y las infecciones.
Neumonía. Se trata de una infección en uno o ambos pulmones. Causa que los alvéolos pulmonares se llenen de líquido o pus. Puede variar de leve a grave, según el tipo de gérmen que causa la infección, la edad de la persona y su estado general de salud.
Otros problemas respiratorios. Las bacterias de la boca pueden viajar a los pulmones, provocando no solo neumonía sino otras infecciones respiratorias, entre ellas bronquitis, enfermedad pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Apnea obstructiva del sueño. Uno de los primeros signos de apnea obstructiva del sueño es rechinar los dientes; una señal que los dentistas e higienistas deben buscar en todos los pacientes. Rechinar los dientes puede provocar caries o encías inflamadas, lo que aumenta la susceptibilidad a las infecciones.
Complicaciones del embarazo y el parto. Si las bacterias de la boca llegan al torrente sanguíneo pueden alcanzar al feto, lo que aumenta el riesgo de desencadenar un parto prematuro, y afectar el peso del bebé al nacer.
Cáncer. Investigaciones muestran una fuerte correlación entre la enfermedad periodontal y el cáncer. El cáncer de páncreas, de pulmón y de sangre son solo algunos de los cánceres que, según se ha estudiado, muestran mayores riesgos en personas con mala salud bucal.
Osteoporosis. Las etapas avanzadas de la enfermedad periodontal provocan una pérdida de tejido óseo debido a inflamación e infección. Los estudios clínicos descubren vínculos entre la enfermedad periodontal que afecta a los huesos de todo el cuerpo, no sólo a la mandíbula y los dientes. Las investigaciones muestran deficiencia de estrógeno, baja densidad mineral ósea y niveles bajos de vitamina D tanto en la osteoporosis como en la enfermedad periodontal.
Cáncer de próstata. Aunque no se ha establecido una relación de causalidad, los científicos si dicen que la enfermedad periodontal parece estar asociada con el cáncer. Además, ciertos patógenos periodontales están asociados con la prostatitis. Estos patógenos pueden estar migrando desde el periodonto a la próstata a través del torrente sanguíneo y contribuyendo a la inflamación prostática y al desarrollo del cáncer.
Demencia. Los investigadores han reconocido durante décadas la conexión entre un cuerpo sano y una mente sana. Investigaciones recientes están ampliando ese vínculo para establecer una conexión entre la salud bucal y la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Con ese fin, la Asociación de Alzheimer está llevando a cabo el estudio U.S. Pointer de dos años de duración para observar de cerca el impacto que las intervenciones en el estilo de vida sobre el riesgo de deterioro cognitivo en los adultos mayores, entre ellas la higiene bucal.
La visita regular al dentista para las limpiezas y el cuidado de los dientes y la boca en casa, es la mejor forma de evitar no solo la enfermedad bucal, sino otras que pueden ser aún más graves.
Fuentes: estudios científicos, NIH, The American Academy for Oral & Systemic Health, Alzheimer Association.