Óxido nitroso se filtra a la atmósfera a un ritmo peligroso

(Bloomberg) -- La colosal cantidad de nitrógeno que se utiliza como fertilizante en la agricultura está provocando un aumento de las emisiones de óxido nitroso, un gas de efecto invernadero menos conocido que contribuye al cambio climático y al agotamiento de la capa de ozono.

Las emisiones de óxido nitroso están aumentando a un ritmo de aproximadamente 2% por década, y en 2018 la concentración del gas en la atmósfera estaba aproximadamente 22% por encima de los niveles preindustriales, según un estudio publicado hoy en Nature, el primero en hacer un recuento completo del óxido nitroso atmosférico. El documento tardó cinco años en elaborarse e involucró a 48 instituciones de investigación de todo el mundo.

“Ahora que hemos comenzado a trazar caminos hacia emisiones netas cero, debemos comprender todos los gases de efecto invernadero”, asegura Pep Canadell, coautor y director ejecutivo de Global Carbon Project. “Nos ha llevado mucho tiempo comprender cómo funcionan las emisiones de óxido nitroso, pero hemos aprendido que las emisiones de fuentes naturales no han cambiado, mientras que las emisiones humanas han aumentado mucho”.

El óxido nitroso, o N₂O, es el tercer gas de efecto invernadero más abundante después del dióxido de carbono y el metano. El gas tiene aproximadamente 300 veces más poder de calentamiento que el dióxido de carbono durante el transcurso de un siglo, y permanece en la atmósfera calentando el planeta durante 116 años. A diferencia de otros gases que destruyen la capa de ozono –que protege a la Tierra de la radiación ultravioleta–, sus emisiones no han sido prohibidas.

Otro artículo publicado en Nature en marzo mostró que el escudo de ozono de la Tierra se ha recuperado casi por completo debido al Protocolo de Montreal de 1987, que prohibió una clase de sustancias químicas nocivas conocidas como clorofluorocarbonos. Pero el agujero de ozono restante sobre la Antártida es muy volátil y depende de las condiciones climáticas. Después de que se redujo drásticamente en 2019, ha crecido a su tamaño más grande en 15 años, dijo el servicio europeo de vigilancia de la atmósfera Copérnico el martes.

El N₂O se libera a la atmósfera principalmente a través de los fertilizantes que hacen que los cultivos y los pastos crezcan más rápido y más verdes. Cada año, más de 220 millones de toneladas métricas de nitrógeno se esparcen en tierras de cultivo como fertilizante y en pastizales como abono producido por el ganado. La agricultura es responsable de alrededor del 70% de las emisiones humanas del gas, encontraron los investigadores.

Los países en desarrollo que dependen en gran medida de la agricultura en el este y el sur de Asia, África y América del Sur son los principales contribuyentes al aumento de las emisiones de óxido nitroso en las últimas dos décadas, encontraron los investigadores. “El principal problema que tenemos en muchas partes del mundo es que el estado subsidia la producción de alimentos mediante subsidios agrícolas que abaratan los fertilizantes”, explica Canadell. “Si recortamos un poco las subvenciones a los fertilizantes, los agricultores y las empresas empezarían a tener más cuidado con la cantidad de nitrógeno que utilizan”.

Los agricultores obligados a pagar precios de mercado por fertilizantes en países que han eliminado o reducido los subsidios han reducido casi de inmediato el uso de nitrógeno, dice Canadell. Otra investigación muestra que el exceso de nitrógeno en el suelo puede conducir a una producción ligeramente menor de los cultivos.

Sin embargo, los países en desarrollo a menudo se muestran reacios a cambiar sus políticas agrícolas. “Estos son países que podrían no tener seguridad alimentaria”, dice Canadell. “Lo último de lo que quieren hablar es de cambiar algo tan esencial como la producción de alimentos”.

Estados Unidos ha emitido aproximadamente la misma cantidad de N₂O cada año durante las últimas dos décadas, pero un aumento en la producción agrícola durante ese tiempo sugiere un uso más eficiente de fertilizantes nitrogenados allí. Las emisiones de Europa han disminuido a medida que la región ha implementado políticas para reducir las emisiones, aumentar la productividad de la tierra y reducir la contaminación del agua, pero existen dudas sobre cuánto más pueden caer.

Las restricciones significativas de los países con altas emisiones contribuirían en gran medida a frenar la acumulación de óxido nitroso en la atmósfera. Pero eventualmente, se necesitará nuevas tecnologías para capturar las emisiones que no se pueda eliminar mediante medidas de eficiencia.

“No hay duda de que necesitaremos soluciones porque siempre habrá alguna fuga”, afirma Canadell. “Pero antes de que lleguemos allí, hay oportunidades en Brasil, China y otras economías emergentes donde hay una importante aceleración de las emisiones”.

Nota Original:Nitrous Oxide Is Leaking Into the Atmosphere at a Dangerous Pace

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