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¿Por qué no se permitía a las mujeres actuar en las obras de Shakespeare?

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¿Por qué no se permitía a las mujeres actuar en las obras de Shakespeare? – Anastasia, 15 años, Herdon, Virginia - Curious Kids es una serie de The Conevrsation para niños de todas las edades. Envía tus preguntas a: curiouskidsus@theconversation.com.

El papel de Desdémona, la devota y amorosa esposa asesinada por su marido en “Otelo”, no fue interpretado por una mujer hasta 1660, unas seis décadas después de que Shakespeare escribiera la obra. Esto se debe a que durante la época en la que Shakespeare escribía, en los albores del teatro moderno, los que interpretaban los papeles femeninos eran los hombres jóvenes y niños.

Para muchos espectadores ingleses, incluido el burócrata y diarista Samuel Pepys, ver a mujeres por primera vez en el escenario público fue un momento crucial. Solo un mes después de que la primera actriz interpretara a Desdémona Pepys escribió “la primera vez que veo a mujeres subir al escenario”.

Posteriormente, el rey Carlos emitió una proclamación real para hacerlo oficial: “Nosotros... permitimos y damos permiso para que todos los papeles femeninos que se representen en cualquiera de las dos compañías mencionadas puedan ser interpretados por mujeres en el futuro”.

Una situación desconcertante

He reflexionado mucho sobre por qué los hombres interpretaban los papeles femeninos, ya que investigo sobre cómo se representaba el embarazo en los albores del teatro inglés moderno durante el período en el que los elencos eran exclusivamente masculinos. La restricción ha desconcertado durante mucho tiempo a los académicos, sobre todo porque no existía ningún estatuto legal claro que lo prohibiese y durante esa etapa las mujeres actuaban profesionalmente en otros países.

Además, las mujeres podían actuar en otros escenarios, como en las mascaradas, donde los aristócratas de la Inglaterra de los siglos XVI y XVII disfrutaban de la danza, la música y los espectáculos, y en los entretenimientos de las casas de campo, que no eran más que obras cortas que se representaban para la reina en fincas rurales.

Es posible que a las mujeres se les permitiera actuar en estos entornos porque eran más íntimos y estaban asociados con un estatus de clase alto. Sin embargo, se consideraba inapropiado que las mujeres actuaran profesionalmente en la escena pública.

Estas restricciones sobre las mujeres pueden estar relacionadas con algunos puntos de vista negativos del mundo de la actuación en general, resumidos en la declaración del escritor puritano William Prynne cuando dijo “las obras de teatro populares son espectáculos pecaminosos, paganos, lascivos e impíos, de las corrupciones más perniciosas”. Según muchos antiteatralistas, las obras eran “pecaminosas” porque promovían el placer y alentaban a las personas a ver un “espectáculo impío” en lugar de trabajar o asistir a la iglesia. En el caso de las mujeres en particular, era común que se considerase indecente participar y ganar dinero con esas interpretaciones o representaciones públicas.

Otros comentaron sobre la diferencia entre el teatro inglés y el teatro en Europa continental, donde las mujeres actuaban profesionalmente. El escritor Thomas Nashe escribió: “Nuestros actores no son como los actores del otro lado del mar, una especie de comediantes sedientos de placer".

A pesar de que muchos escritores condenaban la práctica de que los hombres usaran atuendos femeninos en el escenario, lo preferían a que las mujeres se convirtieran en espectáculos públicos en el escenario profesional.

Aunque durante la vida de Shakespeare las mujeres no subieron al escenario, estaban involucradas en las producciones teatrales de otras maneras. Por ejemplo, hacían y arreglaban trajes, cobraban las entradas, vendían alimentos y otros bienes en el teatro e incluso, poseían casas de juego.

Ahora las actrices pueden interpretar papeles masculinos

La actriz Sarah Bernhardt interpretando a Hamlet. Bettmann a través de Getty Images
La actriz Sarah Bernhardt interpretando a Hamlet. Bettmann a través de Getty Images

Desde la declaración de Carlos de que los papeles femeninos “debían ser interpretados por mujeres”, las féminas han desempeñado un rol cada vez más diverso en el teatro de Shakespeare, incluyendo la interpretación del rol protagónico masculino.

En 1899, Sarah Bernhardt interpretó a Hamlet. Más recientemente, Jessika D. Williams interpretó el papel principal en “Otelo”.

Esta reversión de género es un recordatorio de todo lo que ha cambiado desde que los hombres y los niños representaban los papeles femeninos y de los cambios que se avecinan a medida que la sociedad tenga que hacer frente a diversas cuestiones sobre el género, la identidad y la actuación.

Elizabeth Steinway, Universidad Estatal de Colorado