Empieza la investigación sobre naufragio del "Luno", operación de bombeo el viernes

El barco español "Luno", el 6 de febrero de 2014 en Anglet (AFP | Gaizka Iroz)

La operación de bombeo del combustible del mercante español que naufragó el miércoles en Anglet (suroeste de Francia) podría empezar el viernes, indicó la alcaldía, en momentos en que 20 toneladas de gasóleo de la popa del navío se dispersaron ya en el mar. Un día después del espectacular accidente, que es objeto de investigación judicial, los expertos de la compañía de seguros del barco, acompañados por el jefe de mecánicas del "Luno", de bomberos y del expertos de la Marina francesa, pudieron acceder finalmente el jueves a la proa del navío, encallada en la playa. Una primera e infructuosa tentativa se había producido el miércoles por la noche. Los especialistas verificaron el estado de las cubas de combustible, en las que habría unas 70 toneladas, y estudiaron las posibilidades de bombeo. Según el alcalde de Anglet, Jean Espilondo, "las noticias son más bien positivas", ya que, de las tres cubas, "una sola contiene gasóleo y está intacta". "La operación de bombeo debería empezar mañana (viernes), pero habrá que actuar rápidamente, porque las condiciones climáticas se degradarán el sábado y el domingo", precisó. "Lo que tememos es que la tempestad continúe y dañe la cuba", agregó. Combustible disperso en el mar Respecto a la popa del barco, que se quebró en dos y se hundió en parte, veinte toneladas del combustible almacenado en este sector se dispersaron "probablemente" en el mar, había indicado poco antes el subprefecto de Bayona, Patrick Dallennes, dando cuenta de "una fuerte dispersión" por la noche a raíz del oleaje y "una disolución" posterior, que no provocará contaminación directa de las playas, dijo. El combustible almacenado en esa parte del barco es "más liviano que el agua" y "flota y se extiende en la superficie en miles de microgotas que se diluyen en el agua", explicó a la AFP Jean-Luc Antoine, experto anticontaminación de la Marina francesa Por su parte, el armador español del barco buscaba el jueves los medios de retirar el pecio. Según la gendarmería francesa, la investigación judicial sobre el accidente empezó el jueves, y los once miembros de la tripulación del "Luno", mercante de 100 metros de eslora, empezaron prestar declaración. La investigación está a cargo de la gendarmería marítima francesa bajo la autoridad de la fiscalía de Bayona. Paralelamente, se realiza una investigación administrativa confiada a la Oficina de investigación de accidentes española, que asociará a ella representantes franceses. Finalmente, la compañía de seguros del barco va a realizar también un peritaje, indicó el prefecto del departamento francés de Pirineos Atlánticos. "La cantidad y el tipo de combustible contenido en las bodegas del navío encallado", gasóleo marino, "no son susceptibles de provocar una contaminación de tipo marea negra", afirmó el jueves por la mañana la prefectura, al día siguiente de una declaración similar del ministro francés del Mar, Frédéric Cuvillier. Quedan por determinar las circunstancias del accidente y los medios de remolque de los restos del barco, que se quebró en dos partes el miércoles y luego en tres durante la noche pasada. Según una fuente cercana al caso, el barco procedía de Bilbao (norte de España) y se dirigía a Bayona, donde debía embarcar un cargamento de acero. El martes por la noche se aproximó al puerto y trató de entrar en él sin éxito, a raíz de una primera avería eléctrica que lo dejó a la deriva, antes de que la corriente eléctrica fuera restablecida. El miércoles por la mañana, el barco parecía haber recuperado la propulsión y, acompañado de dos remolcadores, se dirigió de nuevo hacia el puerto. Entonces se produjo una "avería eléctrica total" que hizo imposible cualquier maniobra y condujo al naufragio. La prefectura marítima francesa indicó a la AFP que la regulación de las entradas y salidas del puerto no son competencia suya. La decisión de dejar entrar al navío corresponde a la autoridad portuaria de Bayona y al comandante del barco. Se notificaron al propietario del barco dos requerimientos, en los que se intima a "hacer cesar el peligro náutico" que representa el pecio, y a "hacer cesar los riesgos de contaminación". "Se le pidió que presente un plan para hacer cesar esos riesgos y peligros", precisó la prefectura marítima. El armador contactó a su compañía de seguros, que recurrió a Smit Salvage, firma holandesa especializada en la toma a cargo de navíos en dificultad, agregó la fuente. "El armador tiene que determinar el mejor procedimiento", ya que no se retira un barco encallado "como un automóvil de la carretera", explicó el capitán Lionel Delort, de la prefectura marítima. Las consecuencias del accidente del "Luno" fueron menos graves de lo que podía temerse, dado que hubo un solo herido leve entre los tripulantes, que pudieron ser rescatados por helicóptero en una operación espectacular. El barco español "Luno", el 6 de febrero de 2014 en Anglet