SuperShe, la isla paradisíaca donde los hombres y el alcohol están prohibidos

Durante unas relajantes vacaciones en California, la exconsultora Kristina Roth notó que la compañía de los hombres parecía interferir en la experiencia. “Cuando había un chico guapo, las mujeres se pintaban los labios”, le dijo al diario The New York Post.

Roth se enamoró de un finlandés, cuyos padres poseen una isla en el archipiélago europeo. “Él siempre me decía, la isla de al lado está a la venta. Le respondía, no estoy interesada, acabo de comprar un hermoso pedazo de tierra en Islas Turcas y Caicos, realmente no estoy interesada”. Pero una vez que vio el lugar, se enamoró de él y decidió convertirlo en un destino vacacional exclusivo para mujeres.

Así surgió la idea de la isla SuperShe, que abrirá en julio al público en la costa de Finlandia e invita a las mujeres a reservar estadías de un día o de varias semanas, sin compañía masculina ni consumo de bebidas alcohólicas, pues se supone que el objetivo sería “centrarse en la salud y el bienestar y muchas personas utilizan estos retiros como una oportunidad para restablecer sus vidas”.

La idea es “oye, concéntrate en ti misma, no intentes subir tus hormonas”, comentó Roth.

La isla boscosa y remota se halla a menos de 90 minutos de Helsinki, y estará disponible para mujeres durante algunos días de algunas semanas. Para ir allí, deben solicitar una membresía “exclusiva” y luego ser debidamente “examinadas”, lo que incluye un formulario de solicitud e incluso una entrevista con Roth a través de Skype.

Este escape tampoco es barato. En promedio, un descanso con todo incluido cuesta alrededor de 3.500 dólares por semana.

Hasta ahora, sin embargo, las viajeras de SuperShe han venido del círculo interno de Roth. Una vez que las reservas se abran al público en julio, Roth dice que investigará a las partes interesadas de manera similar a Soho House, que exige que los miembros actuales respondan por los solicitantes.

“Me gustaría investigar a la persona y ver si son completos y encajarían”, dice, “pero no quiero ser elitista”, dijo Roth.