Obreros aceiteros y firmas de Argentina renegocian en día clave ante prolongada huelga

Por Maximiliano Rizzi y Maximilian Heath BUENOS AIRES, 29 mayo (Reuters) - Empresarios y trabajadores aceiteros de Argentina volvieron a reunirse el viernes para buscar soluciones a una huelga de más de tres semanas en una importante región agroportuaria, conflicto que está afectando a los principales terminales de exportación de granos y derivados del país. Una poderosa central sindical de San Lorenzo, el área exportadora central, advirtió que si no hay acuerdo salarial en el encuentro iniciará el lunes una huelga por tiempo indeterminado que amenazaría con paralizar a la región. "El lunes ya no hay vuelta atrás", dijo a Reuters Daniel Yofra, secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, que representa al 20 por ciento de los procesadores de aceite del país sudamericano. A las 1810 hora local (2110 GMT), Yofra dijo que continuaba reunido con representantes de las empresas y el Gobierno, y señaló que el encuentro entre las partes se extendería unas horas más. "Vamos con optimismo de que se pueda llegar a una solución", dijo Yofra antes de ingresar a la negociación, donde el Gobierno actúa como mediador. El jueves, las expectativas de una posible resolución de la huelga en el mayor proveedor mundial de harina y aceite de soja presionaron a la baja a los futuros de soja en la plaza de Chicago. Sin embargo, el sindicato y una cámara empresarial al final no llegaron a un acuerdo tras una larga reunión y se volvieron a juntar el viernes para buscar resolver el conflicto, que desde la semana pasada dejó casi paralizado el mayor mercado de granos del país. La cámara CIARA, que agrupa a los procesadores y exportadores de granos y derivados de Argentina, también mostró el jueves expectativas de un acuerdo. Pero, el viernes, Andrés Alcaraz, su gerente de comunicaciones corporativas y relaciones institucionales, no quiso realizar declaraciones. El gremio reclama un aumento salarial que compense la alta inflación que golpea desde hace años a Argentina, que es también el tercer mayor proveedor internacional de soja. Según la Federación, tras una ardua negociación ya había acordado la semana pasada con las empresas un incremento del 36 por ciento, pero el Gobierno, que sigue de cerca las negociaciones salariales, consideraba muy elevado ese arreglo ya que podría alimentar aún más la inflación. El conflicto, que inicialmente afectaba puertos secundarios, se agravó esta semana cuando trabajadores del gremio comenzaron a bloquear el acceso a plantas y terminales portuarias en las regiones clave de San Lorenzo y Timbúes, de donde sale el 80 por ciento de las exportaciones agrícolas de Argentina. Según la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, hay 41 barcos de granos y derivados afectados por las protestas, que incluyen bloqueos a gigantes del sector como Louis Dreyfus, Cargill y Bunge. Confederaciones Rurales de Argentina (CRA), una de las principales entidades rurales del país, pidió el viernes en un comunicado que se resuelva el conflicto debido a los efectos negativos que generaba en el sector agropecuario. "La medida de fuerza (...) imposibilita la comercialización del principal producto generador de divisas del país, rompiendo la existencia de un mercado fluido y líquido, retrasando los pagos en momentos del año donde los productores deben afrontar la mayoría de sus compromisos para cerrar la campaña", dijo CRA. En las últimas semanas el principal mercado de granos de Argentina no registró actividad en varias jornadas u operó con niveles de operaciones muy limitados. Por otro lado, la Confederación General del Trabajo (CGT) de San Lorenzo, que representa a estibadores, recibidores de granos y varios otros gremios, amenaza con iniciar el lunes una huelga por tiempo indeterminado, además de bloqueos de caminos y terminales agrícolas en esa región clave del norte de Rosario. Los conflictos laborales son habituales en Argentina, donde economistas privados calculan una inflación de más del 30 por ciento anual, muy lejos de las cifras oficiales. Los agricultores argentinos actualmente están en las últimas etapas de la recolección de una cosecha récord de soja que superaría los 60 millones de toneladas. (Editado por Marion Giraldo)