Posponen la búsqueda de víctimas del naufragio de inmigrantes en Italia
LAMPEDUSA, Italia (Reuters) - El mar revuelto impidió el viernes a los buzos recuperar más cuerpos de inmigrantes fallecidos en un naufragio frente a Sicilia que dejó una cifra estimada de 300 muertos, en uno de los peores desastres en la crisis de inmigración en Europa. Los equipos de rescate recuperaron hasta ahora 111 cadáveres y esperan encontrar más de un centenar en la embarcación, que se hundió el jueves a una profundidad de 47 metros a menos de un kilómetro de la costa de la isla sureña de Lampedusa. Después de sacar del agua a 155 sobrevivientes el jueves, vientos fuertes y olas de un metro de altura hicieron imposible que 40 buzos recuperaran los cuerpos de manera segura. Hay pocas esperanzas de hallar con vida a más pasajeros de un barco que se estima transportaba a unas 500 personas. "Aunque las malas condiciones del mar persisten, nuestros hombres están listos para bajar si una ventana se abre para que sea seguro para ellos", dijo el portavoz de la Guardia Costera Filipo Marini a Reuters. Aunque la diminuta isla recibe a miles de inmigrantes por año y ha habido naufragios similares en el pasado, los residentes estaban impactados por la magnitud de la tragedia. "Debemos enviar un barco para traer de forma segura a Italia a quienes huyen de guerras", dijo Enzo, un pescador de 44 años. Una bandera negra con la palabra "vergüenza" flameaba sobre el puerto, cercano a un cementerio de barcos desvencijados utilizados por inmigrantes para cruzar desde el norte de Africa. Lampedusa, una pequeña isla pesquera y turística situada a mitad de camino entre Sicilia y las costas de Túnez y Libia, ha sufrido el mayor peso de una crisis que en los últimos años ha visto llegar a decenas de miles de inmigrantes africanos en barcos saturados. Italia vivirá un día de luto el viernes y las escuelas guardarán un minuto de silencio en memoria de las víctimas. En Lampedusa, estaciones de combustible, restaurantes y tiendas estaban cerrados y se preveía la celebración de una misa pública durante la noche. MANOS Y CABEZAS El desastre ocurrió cuando el combustible del bote se incendió, haciendo que la gente entrara en pánico y se desplazara hacia un lado, escorándose la embarcación y zozobrando. En el barco viajaban mayormente ciudadanos de Eritrea y Somalia. "Podía ver decenas de manos y cabezas y escuchamos llantos pidiendo ayuda", dijo el pescador Vito Fiorino, que ayudó a salvar a 47 personas. Pietro Bartolo, jefe médico en la clínica de la isla, dijo a Reuters que los sobrevivientes estaban exhaustos y deshidratados. "Están muy frágiles emocionalmente y no sólo debido al naufragio sino porque son sobrevivientes de experiencias terribles. Muchos están huyendo de guerras y violencia en sus países de origen y están agotados de una vida de sufrimiento", agregó. En una visita a Asís, el Papa Francisco, que ha hecho de la lucha de los inmigrantes africanos una pieza clave de su misión, dijo que las muertes en Lampedusa subrayaban el estado desesperado al que se enfrentan los pobres en un "mundo salvaje". "Hoy es un día para llorar", dijo. CORREDORES HUMANITARIOS El desastre ha renovado la presión de Italia para que la Unión Europea aporte más ayuda a fin de combatir una crisis de inmigrantes que lleva décadas en el Mediterráneo. El Partido Democrático del primer ministro Enrico Letta pidió una reunión urgente del Consejo Europeo para acordar el establecimiento de "corredores humanitarios" especiales que den protección a los barcos con inmigrantes. También ha alimentado una creciente disputa política en la que el partido antiinmigración Liga Norte pidió la renuncia de la ministra de Integración Cecile Kyenge, la primera ministra negra de Italia, nacida en la República Democrática del Congo. El partido afirma que su demanda de una mejor integración de los expatriados en Italia había "enviado peligrosas señales" a los futuros inmigrantes. Pero la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, rechazó las afirmaciones del político de la Liga Norte Matteo Salvini de que las embarcaciones deberían rechazarse porque están llenas de "inmigrantes ilegales". "Son refugiados. Tenemos obligación de acogerlos. Deben ser respetados", dijo a Reuters. "El mensaje de la Liga es un virus que está contaminando a la gente con odio. En un momento como éste, no pueden seguir repitiendo esta basura", añadió. /Por Steve Scherer y Wladimir Pantaleone/