La final de la Libertadores
La noche del 22 de junio del 2011 el glorioso Santos de Brasil retomó la gloria perdida por décadas, el torneo que sirvió para consolidar a Pelé a nivel internacional a principios de los años 60 - títulos en el 62 y 63 -, lo volvió a hacer con el hijo predilecto de "O Rei". Neymar fue el héroe del logro santista y el fútbol internacional terminó por dar el reconocimiento final al pequeÒo genio brasileño.
El rival fue otro grande que había perdido la memoria ganadora en el continente, Peñarol de Uruguay llegó arrastrando su abolengo y tradicióné de una campaÒa sorprendente en la que nadie apostaba siquiera por que llegara a cuartos de final.
En el juego de ida no se hicieron daño, fue un empate a cero áspero y sin brillo, Santos no quiso y Peñarol no pudo, todo quedó servido para que el "Peixe" se coronara en Pacaemb˙, estadio cedido ya que en Vila Belmiro no se podía jugar debido a su reducida capacidad.
El primer tiempo fue otro aburrido empate a ceros, pero no más iniciarse la segunda parte, a los 46 minutos, Neymar frotó la lámpara y abrió el cerrojo del "mirasol" uruguayo, a partir de ese momento Santos revolucionó el partido y avasalló a Peñarol. El segundo gol del partido llegó a los 68 por intermedio del talentoso Danilo.
El "carbonero" intentó reaccionar pero fue demasiado tarde, el autogol de Durval a los 80 solo sirvió para maquillar el marcador. Pezotta pitó, Neymar gritó y Santos celebró la tercera Libertadores de su historia.