La final de la champions league
El 28 de mayo del 2011 la final de clubes más importante del planeta regresaba a un campo mítico. Wembley recibía al Barcelona y al Manchester United en una final que prometía goles y emociones de principio a fin.
Para los dos clubes el campo londinense era especial, pues ambos conquistaron su primera Champions en ese estadio. El United venció en 1968 al Benfica de Portugal por 4 a 1, mientras que el Barcelona lo hizo en 1992 ante la Sampdoria por 1 a 0 con un gol de Koeman.
Barcelona ya había derrotado en Roma al Manchester United en el 2009 por 2 a 0 con goles de Eto'o y Messi y el juego en Wembley ofrecía la oportunidad perfecta a los "Red Devils" de obtener la revancha deportiva que su afición exigía. Otro ingrediente que generó morbo antes del juego fue el empate entre ambos equipos en número de trofeos, un empate que se desharía al final del juego.
El momento especial del juego lo generó el zaguero francés del Barcelona Eric Abidal, apenas semanas antes había vencido al cáncer y su regreso inesperado a las canchas fue el motor y la fuente de inspiración de sus compañeros que le dedicaron el partido.
Para Latinoamérica también hubo drama y protagonismo, el argentino Lionel Messi llegaba al partido como el mejor jugador de la competición y del mundo, y el mexicano Javier "Chicharito" Hernández era la gran revelación del fútbol orbital.
Barcelona dominó el encuentro sin objeción alguna por parte del United que planteó un partido a la contra. Ambos asumieron su papel desde el minuto uno y el espíritu ofensivo blaugrana se vio premiado al minuto 27 con el gol de Pedro. Manchester mantuvo su planteamiento a pesar de estar abajo en el marcador y el en primer contraataque con opción real que tuvo la mandó a guardar, Wayne Rooney venció a Valdés con un disparo seco.
La segunda parte sería un torbellino azulgrana, Messi destapó el frasco de las esencias y perfumó el cielo de Londres con diabluras de todo tipo. A los 54 minutos una tÌpica combinación entre los talentosos de la media cancha culé terminó en las botas de Messi justo al lado de la media luna y el zurdazo inapelable volvió a encaramar al Barcelona en el resultado para no mirar atrás. David Villa tenía guardado lo mejor de la noche para el final, una obra de arte al minuto 70 que hizo parar del asiento a todos los aficionados al buen fútbol puso cifras definitivas al marcador.
El húngaro Viktor Kassai, de impecable comportamiento, pitó el final del partido y Barcelona celebró su cuarta Champions League. Chicharito y el resto de sus compañeros reconocieron la superioridad abrumadora del rival y aplaudieron a un Barcelona exultante.
Lio Messi fue el mejor jugador del partido, la "Orejona" se la entregaron a Abidal, a quien sus compañeros entregaron la cinta de capitán y Pep Guardiola se llevó la segunda Champions personal a casa con un impecable planteamiento, interpretado a la perfección por sus pupilos.