La boda y el divorcio de Kim Kardashian

La boda de Kim Kardashian y Kris Humphries fue uno de los eventos faranduleros más grandes de 2011. Después de varias relaciones fracasadas y exponer su vida en su show reality "Keeping Up with the Kardashians", Kim encontró el amor en el baloncelista Kris Humphries.

Todo comenzó el 29 de noviembre de 2010 cuando a la voluptuosa morena se le vio en las gradas de un juego de los Nets de Nueva Jersey, ex equipo del hoy agente libre. Unas semanas luego los rumores cobraron mayor fuerza cuando se le vio a la nueva pareja junto en una cita doble con Kourtney K. y su novio Scott Disick. La seriedad y el progreso del romance se supo con los 'tweets' de Kim como el día que publicó una foto de Kris pequeño y dijo: "Así es como quiero que luzca mi hijo".

Tras seis meses de salir juntos la revista People anunció el compromiso de Kim, de 30 años, y Kris, 26. Kris le propuso matrimonio a Kim de manera muy elaborada. Gracias al show, América y todos los fans de las Kardashians pudo ver los detalles de la propuesta y el enorme anillo de 20.5 quilates, valorado en unos $2 millones.


Aunque la pareja se opuso a emitir en vivo sus nupcias, que tomaron lugar en Montecito, California el 20 de agosto, la cadena E! se encargó de documentar todo el proceso de planificación de la boda para un especial de cuatro horas "Kim's Fairy Tale Wedding" que se transmitió en octubre. Finalmente se revelaron los tres vestidos Vera Wang que Kim lució y todo el drama tras la boda. Con ese especial también nos enteramos de los roces de Kris con la familia de Kim, especialmente con Khloe, quien siempre encuentra un problema en todo.

El público también pudo ver "fotos exclusivas" de los recién casados en una corta luna de miel en la costa italiana Amalfi, a través de la revista US Magazine. Tras la boda, los rumores de problemas entre la pareja no tardaron en correr.
Por varias semanas las portadas de los tabloides reportaban los problemas de la pareja. El 31 de octubre Kim sorprendió a todos al solicitar el divorcio de Kris Humphries en una corte de Los Angeles. Humphries alegó haberse enterado a través de los medios, lo que no le ganó mucha simpatía a Kim, quien se largó inmediatamente a Australia a cumplir compromisos profesionales. Para tratar de enmendar el desastre publicitario de su súbita y egoísta decisión, Kim acortó su viaje a Australia y decidió reunirse con su todavía marido cara a cara... como debe ser.