Kaput al matrimonio de Ben Affleck y Jennifer Garner

Se piensa que en esta imagen tomada en mayo la pareja estaba separada.

Cuando el río suena… Por varias semanas corrían rumores que Ben Affleck y Jennifer Garner estaban a punto de anunciar su separación y, tras 11 años juntos, finalmente lo hicieron el 30 de junio, un día después del décimo aniversario de la pareja. El asunto se veía venir ya que llevaban vidas separadas desde hace unos meses, al punto que cada cual celebró el día de la madre y el padre por su cuenta: la actriz con su familia en Virginia y él atendiendo un camión de mudanza en su mansión en Brentwood, California.

“Luego de pensarlo mucho y considerarlo cuidadosamente, hemos llegado a la difícil decisión de divorciarnos. Continuaremos con el amor y la amistad y con el compromiso de criar a nuestros hijos y pedimos que la privacidad de ellos se respete durante este tiempo difícil. Este será nuestro único comentario sobre este asunto privado y familiar. Gracias por su comprensión”, confirmó la pareja.

Ellos siempre se mostraban muy cariñosos en actividades públicas.

Tal vez es indicio de lo que mal comienza, mal termina. La pareja que tiene tres hijos – Violet, 9, Seraphina, 6, y Samuel, 3 – se enamoró en el foro de “Daredevil” en 2003, aunque se habían conocido en 2001 durante la filmación de “Pearl Harbor”. Para 2003 entonces ambos se encontraban en relaciones, Ben famosamente andaba con Jennifer Lopez, mientras que ella estaba casada con Scott Foley. Affleck le dio crédito a su futura esposa por ayudarlo a estabilizarse tras haberse convertido en un fantoche de los tabloides por su publicitada relación con la Diva del Bronx y darle el empujón profesional que necesitaba.

Ellos iniciaron su relación formalmente en 2004 y se casaron al año siguiente cuando Garner quedó embarazada en una ceremonia caribeña muy privada. Como familia parecían muy normales, disfrutando tiempo juntos en parques en Los Ángeles, llevando a sus hijos a la escuela y otras actividades propias de niños. Ambos luchaban juntos por proteger la privacidad de sus hijos.

La familia se esforzaba por hacer actividades como cualquier otro núcleo a pesar del acoso de los fotógrafos.

El matrimonio en sí era otro tema. A él siempre lo rodearon rumores de infidelidad, alcoholismo y de vicio de apuestas. En una entrevista de 2014 Garner describió su matrimonio como “consciente”, destacando que la relación no estaba en la etapa de cortejo y que no había nada malo con eso. “Una no puede esperar ser cortejada todo el tiempo y yo no quiero cortejarlo ahora mismo – no tengo la energía”.

“Pero compartimos una conciencia que queremos hacer el esfuerzo de estar juntos, hacer cosas al mismo tiempo y amarnos”, añadió.

Affleck también tuvo su turno de meter la pata cuando recibió su Oscar como Mejor Película por “Argo” en 2013. “Quiero agradecerte por trabajar en nuestro matrimonio por 10 navidades. Es bueno. Es trabajo, pero la mejor clase de trabajo y no hay nadie con quien prefiriera trabajar en esto. Tú tienes que trabajar más duro de lo que piensas eres capaz. Pero no guardas rencores y no importa si recibes golpes en la vida, lo que importa es volverse a levantar”.

Las palabras de Affleck causaron toda clase de especulaciones, pero ella no pareció prestarle importancia. “Conozco a Ben, yo sé lo que quiso decir fue un enorme y cálido halago. Creo que quiso decir: ‘Mira, lo que tenemos es real y lo valoro sobre todas las cosas y sé que estás junto a mí’. Esa es la forma que lo interpreto”.

Esta fue la última ocasión que el matrimonio hizo una aparición pública, el pasado noviembre. Los ojos de Jennifer no mienten, ella ama a su marido.

La última vez que Affleck y Garner – quienes solían mostrarse muy cariñosos durante eventos – se vieron juntos en una aparición pública oficial fue durante la Gala Save the Children Illumination en Nueva York el pasado noviembre.