En España, los jubilados pagan caro el fiasco bancario

"¡Qué vergüenza! El Gobierno es consciente que Bankia estafa a los jubilados": pese a sus 70 años, Antonio Rodríguez protesta cada jueves en Madrid junto a otras víctimas de las 'preferentes', esas participaciones de riesgo que los bancos vendieron masivamente a personas mayores. "En 2009 compré 72.000 euros de preferentes a Caja Madrid. Nuestro banquero prometió un 7% de interés y un producto seguro. Si nos hubieran explicado el riesgo de perder todo no hubiéramos puesto dinero allí", explica. Como él, decenas de personas se congregan cada semana en el centro de Madrid, frente a Caja Madrid, una de las siete cajas de ahorros cuya fusión en 2010 dio nacimiento al gigante bancario español Bankia. Todos fustigan la venta masiva de 'participaciones preferentes' y otros productos complejos por bancos y cajas de ahorros ávidos de liquidez. Esta práctica se extendió tras la explosión en 2008 de la burbuja inmobiliaria. Golpeados por la crisis, varios bancos españoles recurrieron a la venta de estos títulos, a cambio de una remuneración atractiva, para engrosar sus fondos propios. Muchos pequeños ahorradores se encontraron así atrapados, sin poder recuperar su dinero como habían esperado. "Estos banqueros necesitaban captar dinero de donde fuera, ¿y a quién se le podían coger?, a los viejos que ahorran más", se indigna Antonio Baraona Ortiz, de 75 años. "Yo trabajaba por la noche. Tenemos cuatro hijos. Hicimos muchos sacrificios y conseguimos ahorrar 68.000 euros, que nos lo robaron todo", se lamenta. Todos afirman haber confiando en sus banqueros. "Tenía confianza porque éramos clientes de toda la vida", recuerda Puri Cano, una prejubilada de 56 años que invirtió 52.000 euros. Cerca de un millón de familias se convirtieron, muchas sin saberlo, en propietarias de una parte de los 30.000 millones de euros vendidos de estos títulos, afirma la Asociación de Usuarios de Bancos Cajas y Seguros, ADICAE. "En ningún país de Europa se ha vendido preferentes a ahorradores de a pie. La presión del lobby bancario es enorme en España", denuncia Fernando Herrero, portavoz de la asociación. Emitidas por bancos que en algunos casos rozaron la quiebra, 22.000 millones de euros de participaciones preferentes estaban en manos de pequeños propietarios en mayo de 2011, según cifras oficiales. Pero el valor de estos títulos se derrumbó con la crisis. Además, el rescate europeo de más de 40.000 millones de euros acordado en 2012 a los bancos españoles en dificultades impuso fuertes pérdidas a sus propietarios para no agravar la factura del contribuyente europeo. Si se confirma la conversión de títulos tóxicos de los bancos nacionalizados en acciones de un valor casi nulo (0,01 euros), evocada por la prensa, sus propietarios lo habrán perdido casi todo. Las asociaciones de defensa de este colectivo recibieron miles de demandas de pequeños ahorradores y a algunos de ellos la justicia española ya les dio razón, obligando a los bancos a devolverles su dinero. Para los demás, la Defensora del Pueblo recomienda, en un informe publicado el 14 de marzo, "un arbitraje universal para todas las entidades intervenidas", entre ellas Bankia, que recibió una ayuda de 22.500 millones de euros de dinero público. Este arbitraje permitiría reducir las pérdidas de los ahorradores mediante un acuerdo con los bancos. Sobre todo, teniendo en cuenta que "de las 1.274 quejas que hemos recibido, muchos de ellas son de personas mayores", afirma un portavoz de la defensora del pueblo. Por el momento, el ministro de Economía, Luis de Guindos, sólo anunció un arbitraje para "aquellos casos más flagrantes, donde se haya demostrado mala praxis en la comercialización de estos productos financieros complejos y en particular en aquellas circunstancias personales en las que el comprador no estaba en condiciones de entender el producto". Mientras tanto, Nemecio Martín, un jubilado de 70 años que había invertido 42.000 euros reunidos para pagar su residencia geriátrica, está desesperado: "¿Y qué hacemos ahora? Si no podemos pagar la residencia ¿dónde vamos? ¿Bajo un puente, para morir por allí?". "¡Qué vergüenza! El Gobierno es consciente que Bankia estafa a los jubilados": pese a sus 70 años, Antonio Rodríguez protesta cada jueves en Madrid junto a otras víctimas de las 'preferentes', esas participaciones de riesgo que los bancos vendieron masivamente a personas mayores. La venta masiva de participaciones preferentes se extendió tras la en 2008 de la burbuja inmobiliaria. Golpeados por la crisis, varios bancos españoles recurrieron a la venta de estos títulos, a cambio de una remuneración atractiva, para engrosar sus fondos propios. Cerca de un millón de familias se convirtieron, muchas sin saberlo, en propietarias de una parte de los 30.000 millones de euros vendidos de estos títulos, afirma la Asociación de Usuarios de Bancos Cajas y Seguros, ADICAE.