Un año de escándalos en la FIFA


Lejos de las cancha en 2011 también se vivió la polémica al rojo vivo en el mundo del balón. La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) tuvo un histórico año de disputas de poder. En todos los rincones del orbe aparecieron actos de corrupción y los implicados, que fueron sorprendidos con las manos en la masa, han quedado fuera de uno de los organismos que más dinero mueve en la historia del deporte. Los nombres de dirigentes de los países sede de los próximos tres Mundiales también fueron señalados de haber cometido actos inapropiados y la bola de nieve ha crecido a niveles insospechados. El final de esta novela de la FIFA todavía está muy lejos.

La salida de Bin Hamman por la puerta trasera

Joseph Blatter se reeligió como máximo jerarca de la FIFA por cuarta ocasión en la historia y previo a la votación por el cargo más relevante en el mundo del balompié cayó una lluvia de dimes y diretes que destapó una cloaca que nadie ha podido cerrar.

Blatter sabía que encaraba a un rival que contaba con la capacidad para crearle dolores de cabeza. Esta elección presentaba la posible llegada de sangre nueva a uno de los puestos de mayor poder a nivel internacional.

Por la vía de la compra de votos, Mohamed Bin Hamman, presidente de la Confederación Asiática de Fútbol, aspiraba arrebatarle la silla presidencial a Blatter. Fue en mayo de 2011, cuando el dirigente qatarí, al lado de Jack Warner, máximo directivo de la Concacaf, planeó el derrocamiento del suizo.

Sin embargo, jamás contaron con la denuncia del secretario general de la Concacaf, Chuck Blazer, en contra de los sublevados, pues además de ser acusados de corrupción, terminaron por ceder el poder que el deporte les otorgaba, dejando abierta la caja de Pandora y sus secretos en el mundo del fuútbol.



Mohamed Bin HammanYou Tube

La despedida de los sublevados
El Comité de ética de la FIFA no se tentó el corazón y decidió suspender a Jack Warner, entonces vicepresidente del organismo, para que pudiera encarar las investigaciones en su contra. Los también dirigentes caribeños Debbie Minguell y Jason Sylvester, oficiales de la Unión Caribeña de Fútbol, quedaron fuera de sus cargos.

A finales de mayo, Bin Hamman anunció su retiro por la carrera presidencial la cual buscaba luego de que Qatar ganara la sede del Mundial en diciembre pasado-y Blatter se llevó fácilmente la reelección el primero de junio, sin encontrar ningún contrincante de frente. Sep salió limpio de cualquier acusación, ya que jamás fue involucrado en ninguno de los casos de corrupción.

Warner, quien sumaba 28 años en el comité ejecutivo, le dijo a la prensa local en su natal Trinidad que no era culpable y advirtió que un tsunami arrasará a la FIFA.Aún seguimos esperando este cismo.


Blatter, por su cuarto periodo
Joseph Blatter, quien ha alcanzado los 13 años al frente de la FIFA, se mostró emocionado y honrado de haber recibido el respaldo mayoritario de sus colegas y aseguró estar absolutamente dispuesto a reconducir el rumbo del barco (de la FIFA).

"Les agradezco su confianza, de todo corazón. Juntos vamos a recorrer los próximos cuatro años, siempre y cuando Dios me conceda la vida, la energía y la fuerza de continuar" fueron las primeras palabras de Blatter, tras darse a conocer el resultado de la votación secreta que lo llevó a dirigir su cuarto periodo al frente de FIFA.


Brasil, en el ojo del huracán

En Brasil el horno tampoco está para bollos. La BBC de Londres desnudó una cadena de corrupción de varios directivos que han trabajado en los preparativos para la realización del Mundial de 2014. Ricardo Teixeira, presidente de la confederación brasileña y líder del Comité Organizador habría recibido 9.5 millones de dólares en sobornos de la desaparecida firma de marketing de FIFA, ISL.

Aunado a este conflicto local, Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, tiene la complicada misión de reunirse con Dilma Rousseff, presidenta de Brasil y con el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, para negociar la Ley General del Mundial, en la que FIFA y gobierno están enfrentados por el costo de las entradas y la venta de cerveza en los estadios.

La FIFA quiere que Brasil suprima leyes nacionales, estatales y municipales que prevén descuentos en el precio de las entradas para los jubilados y estudiantes, además de modificar una norma que impide vender alcohol en los estadios.

Valcke sostuvo que en 2007, cuando Brasil fue electo país sede, se comprometió a cambiar esas normas. Sobre la venta de cerveza de su patrocinador Budweiser en los estadios, el directivo dijo que Qatar 2022 y Rusia 2018 quedó resuelto el problema y que en Brasil 2014 la FIFA no dará marcha atrás, pese a la resistencia del gobierno.


Mundiales involucrados de polémica

A Rusia y Qatar le fueron asignadas las sedes de las Copas del Mundo de 2018 y 2022, respectivamente. Sin embargo, el velo de sospecha de corrupción sobre la designación de estos torneos apareció casi de inmediato. Dos integrantes del Comité Ejecutivo de la FIFA, el tahitiano Reynald Temarii y el nigeriano Amos Adamu, fueron suspendidos por sospechas en el proceso de atribución de los dos Mundiales.

En mayo de 2011 aparecieron nuevas acusaciones de corrupción por parte de una Comisión del Parlamento británico, en las que algunos elementos a˙n no divulgados de la investigación realizada por el semanario ëSunday Timesí probarían que el camerunés Issa Hayatou, presidente de la CAF (Confederación Africana de Futbol), así como otro miembro del Consejo ejecutivo de la misma, el marfileño Jacques Anouma, habrían negociado con un pago de 1.5 millones de euros, su voto a favor de Qatar.


Grandes patrocinadores de FIFA como Adidas, Coca-Cola, Emirates y Visa manifestaron su decepción ante la salida de estas revelaciones al mundo, dejando claro su permanente apoyo al deporte, pero pidiendo respuestas claras sobre las acusaciones de corrupción.

El 2011 está a punto de finalizar y la polémica en el seno de la FIFA tiene larga vida. 2012 será un año clave para FIFA si es que a˙n suspira por recuperar algo del orgullo perdido lejos de los campos de juego.