El mapa venezolano de las redes sociales

A falta de medios que difundan información en directo sobre las protestas estudiantiles que desde el 12 de febrero pasado se desarrollan simultáneamente en varias capitales de Venezuela, los ciudadanos -opositores y chavistas- se han volcado a las redes sociales con el afán de saber y de denunciar lo que ocurre en las calles. Sin embargo, solo un ojo bien entrenado y crítico logra distinguir qué es verdadero, entre la gran cantidad de rumores, noticias y fotografías falsas que circulan en la red. En este país, Facebook y especialmente Twitter se han convertido en un campo de batalla política y en la tribuna desde donde dan instrucciones y se confrontan los líderes de masas y de opinión de ambos bandos.

Venezuela es el tercer país de América Latina con más perfiles abiertos en Facebook y en Twitter –con 9,8 millones y 3 millones, respectivamente--, de acuerdo al más reciente reporte de Internet World Stats. Además es una nación polarizada, dividida en dos mitades casi idénticas, que por razones políticas no se reconocen como tales; donde el Estado concentra la propiedad del 80% de los medios radioeléctricos y el partido de gobierno, a su vez, domina el funcionamiento del Estado. Y la combinación de ese desencuentro entre ciudadanos y de la escasez de fuentes independientes de información, se refleja en la forma como los venezolanos emplean las redes sociales.

El mapa 2.0 de Venezuela se divide en tantos territorios como corrientes políticas conviven en el chavismo y en la oposición. En la aplicación para móviles Zello y en Youtube, el antichavismo más radical sigue los trinos de “El Guarimbero Mayor” –el cubanovenezolano Robert Alonso, radicado en Estados Unidos-- para instruirse en estrategias para la “guarimba”, la construcción de barricadas en urbanizaciones de clase media para evitar la entrada de las fuerzas de seguridad y de grupos de choque identificados con el chavismo, y que, paradójicamente, mantiene en estado de sitio a los propios opositores de la zona.

En Twitter compiten las voces de los líderes fundamentales de la Mesa de la Unidad Democrática, la alianza política que reúne a una veintena de partidos de oposición. A falta de emisoras que transmitan sus mensajes en directo y sin cortes, el gobernador y excandidato presidencial Henrique Capriles ha creado su propio canal de televisión por Internet www.caprilestv.com, y a través de su cuenta @hcapriles, insiste en su llamado al diálogo y a la protesta pacífica.

Pero en estos días convulsos, en los que un amplio sector de la oposición exige a sus líderes acciones más contundentes, las etiquetas (hashtags) que ganan mayor popularidad son las que promueven la diputada y ex precandidata presidencial María Corina Machado (@mariacorinaya) y el exalcalde y también ex precandidato a Miraflores, Leopoldo López (@leopoldolopez): #elquesecansapierde y #resistenciavzla. Tras ser acusado de “golpista” por el Gobierno de Maduro, López se entregó a las autoridades y el 18 de febrero se encuentra recluido en una cárcel militar; desde entonces es su esposa, Lilian Tintori (@liliantintori), quien se encarga de manejar las redes sociales del político.

También están las iniciativas ciudadanas: estudiantes, periodistas especializados en redes, ciberactivistas, personalidades del mundo académico, organizaciones no gubernamentales, que han ganado prestigio y seguidores en estos días de crisis por combinar la velocidad y el rigor a la hora de informar. Laura Solórzano (@lausolorzano) se ha encargado de contabilizar en tiempo real las detenciones de estudiantes en todo el país; Rafael Uzcátegui (@fanzinero) y las ONG Provea (@_provea) y Cofavic (@cofavic) llevan registro de las denuncias de abusos policiales y torturas; y los abogados especializados en derechos humanos, Alfredo Romero (@alfredoromero) y José Vicente Haro (@josevicenteharo), suelen informar minuto a minuto sobre los procesos penales que confrontan los estudiantes, sus defendidos.

El periodista venezolano y experto en redes, Luis Carlos Díaz (@luiscarlos), explica el fenómeno en un tuit: “Es el tiempo de las redes de contactos y la confianza que has construido. Ellos te creen cuando denuncias los abusos”. Díaz y su esposa, Naky Soto (@naky), conducen además el Hangout Político: una transmisión interactiva realizada a través de Google Plus, en la que analizan los acontecimientos más importantes de la política venezolana y que es seguida, especialmente, por un sector moderado de la oposición y también por los venezolanos radicados en el exterior.

Para el gobierno venezolano las redes sociales han sido siempre una fuente de tramas de golpistas y por eso es una política de Estado que sus ministros se incorporen a ellas. “Internet es una trinchera de combate que ya está trayendo una corriente de conspiración”, dijo a principios de marzo de 2010 el presidente Hugo Chávez, cuando sus críticos ya habían encontrado en la web un espacio para difundir sus mensajes. Un mes más tarde, Chávez se convirtió en uno los primeros presidentes de la región en incorporarse a las redes sociales y en gobernar a través de ellas cuando, el 8 de abril, inauguró la cuenta de Twitter @chavezcandanga. Tras la muerte de Hugo Chávez, algunas de las cuentas oficiales más seguidas son las de los hombres fuertes del chavismo: la del propio presidente, Nicolás Maduro (@nicolasmaduro) y la del presidente de el Asamblea Nacional, Diosdado Cabello (@dcabellor). Ninguno, sin embargo, ha alcanzado los 4,1 millones de seguidores que en tres años acumuló @chavezcandanga.

Maduro ha intentado sin éxito poner coto a las informaciones que difunden los usuarios venezolanos en Internet, designando incluso a un Viceministro para las Redes Sociales que, al día de su nombramiento, ni siquiera contaba con una cuenta personal en Facebook o Twitter. "Redes sociales son utilizadas por ejecutores de violencia golpista para crear angustia en la población en operación sicológica de gran escala", escribió la ministra Delcy Rodríguez el día 20 de febrero, a través de su cuenta de Twitter, @DrodriguezMinci.

Esa misma noche los usuarios de Caracas inundaban las redes con llamados de auxilio y videos de la Guardia Nacional Bolivariana circulando con tanques de guerra por varias zonas residenciales de Caracas, disparando bombas lacrimógenas y perdigones hacia los balcones de los edificios, y actuando conjuntamente con grupos parapoliciales identificados con el oficialismo, conocidos popularmente como “colectivos”.

Los duros del chavismo también tienen su voces en las redes. Entre ellos se cuenta Mario Silva (@lahojillamktv), exconductor “La Hojilla”, el programa favorito de Hugo Chávez, que solía transmitir la estatal Venezolana de Televisión (@vtvcanal8); el periodista José Roberto Duque (@jrobertoduque); y los animadores del programa Zurda Konducta, (@zkvtv), que ahora ocupa el espacio de “La Hojilla” en VTV. Además de la crítica política, a través de esas cuentas alertan a la población sobre las estrategias de batalla de los “guarimberos”.