EEUU y Rusia trabajan en un acuerdo para que Siria entregue armas químicas
GINEBRA (Reuters) - El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, viajó el jueves a Ginebra para escuchar los planes de Rusia para desarmar a Siria de su arsenal químico y evitar ataques militares de Washington, una iniciativa que ha transformado la diplomacia en torno a la guerra civil de dos años y medio en el país asiático. Kerry quiere insistir en que cualquier acuerdo obligue a Siria a tomar medidas rápidas para mostrar su seriedad sobre la entrega de armas químicas, dijeron funcionarios estadounidenses de alto rango de cara a las conversaciones del representante de Washington con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov. Entre los primeros pasos que Estados Unidos quiere que se tomen destaca el de que el Gobierno de Bashar el Asad efectúe rápidamente una declaración pública completa de sus reservas de armas químicas, como preludio a permitir que sean inspeccionadas y neutralizadas, dijo uno de los funcionarios. La iniciativa rusa interrumpió la marcha de Washington hacia una guerra, persuadiendo al presidente Barack Obama para que suspenda un plan de acción militar para castigar a Asad por un ataque con gas que produjo la muerte de cientos de civiles el 21 de agosto en barrios de Damasco. Siria, que niega estar detrás del ataque, ha estado de acuerdo con la propuesta de Moscú de entregar sus reservas de armas químicas, lo que podría evitar la que sería la primera intervención directa de Occidente en una guerra civil que ha causado la muerte de más de 100.000 personas. Siria no había confirmado hasta ahora que tuviese armas químicas. Si bien el país no participa de los tratados internacionales que prohíben tenerlas y exigen revelarlas, se adhiere a las Convenciones de Ginebra, que prohíben su uso en guerras. Un funcionario estadounidense, que habló con los medios bajo condición de anonimato de cara a las conversaciones de Kerry con Lavrov, dijo que el objetivo era ver si la propuesta rusa "es realista o no". Kerry y un contingente de expertos planean mantener al menos dos días de conversaciones con los rusos sobre el proyecto. "NUEVA OLA DE TERRORISMO" El presidente ruso, Vladimir Putin, generalmente considerado un villano por Occidente por proveer de armas a Asad y bloquear los esfuerzos del Consejo de Seguridad de la ONU para sancionar al mandatario sirio, abogó en contra de los ataques militares en un escrito publicado en el diario New York Times. Putin señaló que la intervención contra Asad alentaría más a los combatientes de al Qaeda que se encuentran entre los enemigos del líder sirio. Hay "pocos campeones de la democracia" en Siria, "pero hay más que suficientes combatientes de al Qaeda y extremistas de todo tipo luchando contra el Gobierno" de Asad, escribió Putin. La intervención estadounidense "aumentaría la violencia y desataría una nueva ola de terrorismo", argumentó el presidente ruso. "Podría minar los esfuerzos multilaterales por resolver el problema nuclear de Irán y el conflicto palestino-israelí, además de desestabilizar Oriente Próximo y el norte de África. Podría desequilibrar el sistema entero de legislación internacional", agregó Putin. Funcionarios de Estados Unidos dijeron que esperaban que Kerry y Lavrov acordaran un borrador para el desarme sirio, cuyos puntos principales serían adoptados por una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Los cinco miembros permanentes del Consejo se reunieron en Nueva York el miércoles. Reino Unido, Francia y Estados Unidos quieren que el organismo incluya duras consecuencias si Asad se resiste a cumplir el acuerdo. Los otros dos integrantes con derecho a veto son Rusia y China. La iniciativa rusa ofrece a Obama una salida a la amenaza del uso de la fuerza en Siria, que es profundamente impopular entre los estadounidenses, agotados tras la invasión de 2003 a Irak y aún involucrados en la guerra en Afganistán, la más larga de la historia del país norteamericano. Obama ha pedido al Congreso autorización para los ataques a Siria, pero afronta una dura batalla para persuadir a varios legisladores reticentes, tanto demócratas como republicanos. La votación de la medida está en suspenso. LOS REBELDES SIRIOS Y TURQUÍA, EN CONTRA Un consejo de los rebeldes sirios, respaldados por Occidente, ha rechazado la iniciativa rusa del desarme químico de Asad porque considera que el mandatario sirio tiene que rendir cuentas por su actuación. "Pedimos que la comunidad internacional no se conforme con la retirada de las armas químicas, que son un instrumento criminal, sino que debe responsabilizarse a su autor y perseguirlo en un tribunal internacional", dijo Salim Idris, jefe del Consejo Militar Supremo, en un vídeo online publicado el miércoles por la noche. Por su parte, Turquía, que comparte 900 kilómetros de frontera con Siria, no es partidaria del plan ruso porque duda de las intenciones de Asad, del que sospecha que quiere ganar tiempo con el plan de desarme químico. "El régimen de Asad no ha cumplido ninguna de sus promesas, ha ganado tiempo para nuevas masacres y continúa haciéndolo", dijo el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, en un discurso en Estambul. "Dudamos de que las promesas sobre armas químicas se cumplan", dijo. Turquía, que acoge a un cuarto de los dos millones de refugiados de la guerra siria, reiteró que es partidaria de una intervención en Siria y su viceprimer ministro, Bulent Arinc, calificó las declaraciones de Kerry respecto a que Siria podría evitar un ataque si rinde su arsenal químico de "una metedura de pata". .