Bandidos y Cosacos, las pandillas de motociclistas que se enfrentaron en Texas
En películas y programas de TV aparecen rudos, vestidos de cuero con el escudo que los identifica muy visible, cubiertos de largas barbas y punzantes tatuajes. Y, sobre todo, montados en poderosas motocicletas en las que, en grandes números, dominan a su paso las carreteras del país.
Pero al margen de esa imagen en parte real y en parte dramatizada, los clubes de motociclistas son una realidad en Estados Unidos. Y algunos de esos clubes son considerados ‘fuera de la ley’ por no adherirse a normas y regulaciones de la American Motocyclist Association y por su ideología de no someterse a más reglas que las de su “libertad irrestricta”, aunque no por ello son realmente ilegales o realizan actividades criminales.
Pero hay casos en que esos clubes son pandillas peligrosas que llegan a la violencia y a cometer graves crímenes, como el brutal enfrentamiento entre bandas de motociclistas que sucedió en el restaurante Twin Peaks en Waco, Texas, con saldo de 9 muertos, 18 heridos y 170 personas arrestadas.
¿Pero quiénes son los motociclistas que se mataron entre sí en Waco y, sobre todo, por qué llegaron a ese grado de confrontación tan amplia y violenta?
Uno de los grupos es conocido como los Bandidos y sería, según el periódico The Washington Post, la segunda mayor pandilla de motociclistas del mundo. De acuerdo al Departamento de Justicia, la banda estaría compuesta por unas 2,500 personas en 13 países, 900 de ellos en EEUU. Las autoridades federales la consideran una amenaza criminal y afirman que los Bandidos están implicados en el tráfico de cocaína y marihuana y en la producción y distribución de metanfetaminas. Otras siete pandillas de motociclistas aparecen en ese reporte del Departamento de Justicia sobre grupos violentos.
El Post relata la historia de los Bandidos, grupo que comenzó en 1966 en Houston y se expandió por Texas y más allá a lo largo de los años. Su implicación en actividades delictivas habría comenzado desde los años 70. La BBC cuenta que el emblema de los Bandidos es una suerte de bandolero con gran sombrero mexicano armado con pistola y machete. Su expansión a otros países, como el de pandillas como los Hells Angels, fue amplia, al grado, indica el citado periódico, de que en 1984 se registró un tiroteo entre Bandidos y otra pandilla en Milperra, Australia, con saldo de siete muertos y 28 heridos.
Otra de las pandillas involucrada en la violencia en Waco es la llamada The Cossacks (Los Cosacos), un grupo que estaría en aumento y con una también creciente rivalidad y tensión con los Bandidos. No tienen la fama ni han sido señalados como peligrosos al mismo nivel que sus rivales y al parecer el Departamento de Seguridad Pública (DPS) de Texas no los incluyó en su reporte de pandillas delictivas, en la que sí aparecen los Bandidos. Pero eso no los haría menos peligrosos. Según explica la BBC, el logo de esta pandilla es un musculoso y enojado cosaco que blande un sable mientras muestra una lengua viperina y llamas salen de sus narices.
El pleito entre ambas bandas no sería nuevo, pues en 2013 el líder de los Bandidos fue acusado de apuñalar a dos Cosacos, de acuerdo a CNN, e incluso en meses pasados se dieron señales de que podría desatarse una “guerra” entre Bandidos y Cosacos.
De acuerdo a la televisora WFAA, un boletín del DPS de Texas había ya indicado el 1 de mayo que la tensión entre ambos grupos era elevada y la policía de Waco indicó que desde meses atrás había advertido al restaurante Twin Peaks de las posibles implicaciones de realizar eventos especiales donde se reúnen miembros de pandillas de motociclistas. Pero incluso la presencia de importantes fuerzas policiales en los alrededores de ese restaurante fue incapaz de enfriar los ánimos, y Bandidos y Cosacos allí reunidos terminaron en terrible pelea a golpes, cuchilladas y balazos.
La violencia en Waco, localidad de triste memoria por incidentes de violencia a gran escala, ha puesto a estas pandillas en el foco de la opinión pública de una manera notoria, y las autoridades estarían ahora en la exigencia de actuar de modo más decidido. Está también por verse si el grave incidente sosegará, al menos por un tiempo, los ánimos en ambas pandillas y, quizá, entre otras notorias agrupaciones de su tipo. Por ahora, tras el violento choque la cosa no marcha sobre ruedas para nadie.