El dilema del origen de la palabra "huracán"

La etimología de algunas palabras es a veces una sorpresa y hasta tiene una historia propia, como es el caso del vocablo “huracán”.

El Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Joan Corominas dice que es un término taíno propio de los indígenas del Caribe, en especial de la isla que se conoció, entre los nativos, con el nombre de Quisqueya y durante la Colonia, como La Española y Santo Domingo y que hoy comparten dos naciones, la República Dominicana y Haití.

La primera vez que “huracán” apareció fue en el siglo XVI como “Furacan”, en la crónica  de la Conquista de América de Pedro Mártir de Anglería.

En ese siglo el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo atestigua formalmente que era “palabra de los indios de Haití”. Fray Bartolomé de las Casas, otro cronista español y enérgico defensor de los indígenas, se hace eco de la explicación anterior y agrega que la palabra lleva el acento en la última sílaba.

Sin embargo, hay quienes aseguran que “huracán” es de origen maya, procedente del vocablo hurakan. Se sabe que Hun-r-akan es una importante deidad que aparece mencionada en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas. En el siglo XVII entre los aborígenes caribes ese dios mitológico era la personificación del demonio.

Han estado ocupándose seriamente de este asunto algunos estudiosos para resolver el dilema de si “huracán” procede del taíno o del maya, con la siguiente explicación: la palabra “hurakán” fue tomada por los taínos de un dialecto maya de Yucatán.

“Hurakán” sugiere una gran energía suelta e incontrolable, según lo interpreta la antropóloga Irene Nicholson, lo cual se traduce en la fuerza destructora que llevan los huracanes cuando tocan tierra.

Editor: Jorge Ignacio Covarrubias, secretario de la ANLE.