La historia ficticia detrás de una fotografía real

La foto se hizo viral hace el fin de semana pasado. En la imagen vemos una gigantesca pantalla de televisión en medio de una ciudad envuelta en la niebla, mostrando la hermosa imagen de un amanecer. La imagen, proveniente de China, era casi la metáfora perfecta para los ambientalistas, un claro anuncio de un futuro distópico cada vez más cercano.

Los medios no pudieron resistirse y, con poca información, la foto se hizo famosa con titulares que proclamaban que la contaminación y el esmog en Beijing era tan terrible que el gobierno transmitía imágenes del amanecer a los habitantes. Como noticia sonaba muy bien, pero la verdad era otra.

El periódico The Daily Mail publicó la foto con un texto en el pie que decía: "La niebla se ha vuelto tan gruesa en Beijing que las masas hambrientas de luz natural acuden a enormes pantallas de televisión digitales por toda la ciudad para observar amaneceres virtuales". Como para asustarse. ¿No creen?

Pero la foto no cuenta la historia y el texto es una falsificación salida de la imaginación del periodista.

La verdad detrás de este asunto es que el esmog en China es muy real, pero el amanecer virtual preparado para contentar a las "masas hambrientas de luz natural" no lo es. El amanecer es parte de una campaña turística que se transmite en la pantalla gigante los 7 día de la semana, las 24 horas, para la provincia de Shandong sin importar las condiciones del tiempo en Beijing. La parte que se ve en la foto ocupa menos de 10 segundos en el video, pero el fotógrafo tuvo la suerte de realizar la captura en el momento apropiado.

Suerte y una historia ficticia convirtieron la foto en un fenómeno en las redes sociales. El Daily Mail contaba con tono lúgubre "... como primera ola de la temporada del extremadamente peligroso golpe de esmog - Los residentes se pusieron máscaras de aire y salieron de sus casas para ver el único lugar donde el sol se alza sobre el horizonte en la mañana."

Bastaba con ser observador para llegar a otra conclusión. ¿Por qué los residentes de Beijing correrían el riesgo de exponerse a la polución para ver un amanecer falso? ¿Por qué nadie parece prestarle atención a la imagen después que, supuestamente, salieron a verla?

Eso no detuvo un aluvión de titulares de los más importantes periódicos. La audiencia horrorizada convirtió la falsedad en un evento viral.

Pero en este caso "la realidad supera a la ficción" porque el problema de contaminación en China es grave, especialmente en las ciudades rodeadas de zonas industriales. Es un problema que amenaza la vida de millones de habitantes del país. No hay necesidad de inventarse una catástrofe cuando la calamidad, si no se hace algo, ya está a las puertas.