Familia en Texas dice haber matado a un chupacabras

En declaraciones a ABC, Doug Ohrt, de 79 años, un hombre de campo vecino de Victoria, al sur de Texas, asegura haber avistado a un chupacabras que merodeaba a unos metros de la puerta trasera de su casa. Fue su sobrino, dice, quien empuñó la escopeta y le dio muerte. Desde entonces la noticia se ha vuelto viral.

Para Lucy, la esposa de Doug, no se trata de un coyote o de un perro vagabundo, sino de un ser diferente, de colmillos afilados más de lo habitual, sin pelo, con una gigantesca plaga de sarna por todo su cuerpo. Al final –remata--, todo parece indicar que se trata del chupacabras.

A lo largo de la frontera estadounidense con México y del resto de América Latina, siempre en regiones calurosas, se ha desatado durante los últimos años la leyenda del chupacabras, un ser diabólico de aspecto canino y ojos azules que, como un vampiro voraz, ataca las reses y los animales domésticos para chuparle la sangre hasta soltarlos sin vida.

Cada cierto tiempo reaparecen nuevas noticias sobre esta figura misteriosa y sibilina. Cada año, periódicos y canales de televisión dedican un par de horas a las noticias que llegan sobre sus pasos.

"Tenía las orejas puntiagudas y una cola muy larga. No tenía pelo y en su pellejo se podían apreciar numerosas manchas”, apunta Scott Black, quien hace menos de un mes dijo haberlo avistado en un descampado de la ciudad de Buffalo Bayou, en Texas.

Todavía no se le ha practicado una prueba de ADN a ese ser sin vida que Doug Ohrt exhibe, pero no nos sorprendería si al final no es más que un coyote tuneado por la sarna y la peor de las vidas.

A pesar de que en todas partes lo llaman El Chupacabras, todo parece indicar que no se trata de un solo ejemplar. Nuevos individuos seguirán apareciendo en los traspatios rurales de medio mundo; nuevos campesinos dirán que lo han visto, que le han disparado… Y de esta manera la leyenda seguirá viva. Otros rumores a todas luces virales le seguirán. Esperemos, pues: el chupacabras regresará.