El hermoso legado de un padre a su hija

Hay muchas formas de enfrentarse a la sombría realidad de una enfermedad terminal, a que muy pronto se puede cerrar el último capítulo de la historia que vamos construyendo con nuestros seres queridos. W. Garth Callaghan decidió hacerlo dejando un legado de sabiduría y amor a su hija.

Después de tres diagnósticos de cáncer desde el 2011, Callaghan tiene una certeza: sin importar el estado de su salud, Emma encontrará todos los días un mensaje en una servilleta dentro de su bolsa de almuerzo hasta que se gradúe de secundaria. La adolescente de 13 años cursa el octavo grado en la escuela elemental Moody, en Virginia.

El padre le ha escrito estas notas desde que la niña estaba en preescolar. Ella las espera con ansias y hasta las comparte con sus compañeros de escuela. Pero lo que antes eran bocetos sencillos para recordarle cuánto la tenía presente, poco a poco pasaron a ser citas célebres y consejos que han adquirido otro significado para la adolescente.

Aunque está oficialmente en remisión, el pronóstico inicial de los médicos no fue alentador para Callaghan, apenas un 10% de probabilidad de vivir más de 5 años. Ante la incertidumbre, el amoroso padre no quiso dejar a su hija sin su fuente diaria de inspiración y se propuso adelantar 826 notas, las necesarias para cubrir el tiempo hasta la graduación de Emma. Hasta ahora tiene 740 listas.

Callaghan se ha unido a una organización sin fines de lucro llamada "Because I Said I Would" (Porque dije que lo haría) que ayuda y estimula a los padres a cumplir con sus promesas. También es parte de un proyecto que incentiva a escribir notas manuscritas a los hijos, algo que no pierde su encanto pues comunica la personalidad del autor con una fuerza inigualable.

“Sinceramente creo que no me voy a morir de cáncer en los próximos cinco años”, dijo Callaghan a FOXNews. "No hablo de las estadísticas de cáncer en nuestra casa, y yo no quiero que ella [Emma] se concentre en eso”, precisa. Sin embargo, reconoce que muchas cosas pueden ocurrir y lo mejor es estar preparado. En el caso de que él les falte, su esposa e hija podrán leer sus notas de servilleta y entender sus puntos de vista sobre la vida.