Vivir sin un teléfono en la era de la información
En teoría Internet y las redes sociales deberían ayudarnos a sentirnos más cerca de nuestros seres queridos. Para muchas personas separadas por miles de kilómetros este ha sido el caso. Sin embargo ahora que casi todos andamos con un teléfono inteligente en el bolsillo las interacciones sociales se han vuelto un poco impersonales.
¿Nunca has estado en un restaurante comiendo y notas que la familia de la mesa de al lado está totalmente inmersa en lo que está pasando en la pantalla de su teléfono en lugar conversar y compartir un buen momento? Otro deseo que las redes sociales han estimulado es compartir todo lo que nos sucede en nuestra página de Facebook, Twitter, Instagram o cualquier otra red. Si nos vamos a comer un dulce o a tomar un café lo primero que hacemos es tomarle una foto, aplicarle un filtro y publicarla para el mundo. No es nada extraño en las actuales condiciones que algo tan íntimo y especial como las propuestas de matrimonio sean eventos transmitidos en tiempo real a audiencias que pueden ir desde decenas de amigos hasta millones de desconocidos.
A veces no nos damos cuenta de cómo pudiéramos estar excluyendo a personas queridas mientras ignoramos los que sucede a nuestro alrededor y estamos metidos en el mundo que hemos creado online. Este corto de 2 minutos explora la vida de una joven que siempre olvida su teléfono y que por lo tanto es excluida de la vida social de sus amigos.
Lo más preocupante de este video es que todo es real. Cada vez más personas viven la vida a través de sus dispositivos. Tal vez ya va siendo hora de que nos olvidemos de una identidad fabricada en un mundo virtual donde pocas cosas son reales y disfrutemos de los momentos que vivimos con familiares y amigos.