Más cerca del cultivo de órganos en laboratorio

En 2008 la bioingeniera estadounidense Doris Taylor sorprendió al mundo cuando empleó una técnica novedosa para crear un corazón completo de rata, palpitante, a partir de células madre. Para lograrlo tomó un corazón de roedor, y eliminó todas las células operativas con una solución detergente. Lo que quedó, una vez eliminadas las células, fue el "andamiaje" de colágeno que daba su estructura tridimensional al corazón.

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Ahora, en un nuevo experimento que adapta esta técnica, científicos estadounidenses han sido capaces de crear un riñón, aplicando y cultivando células madre embrionarias a la estructura cartilaginosa de un riñón que previamente había sido privado de sus tejidos inherentes. Una vez formado el nuevo riñón, los doctores fueron capaces de trasplantarlo a un animal y que este funcionara por sí mismo.

La noticia, pese a que se trata de una técnica experimental que aún se encuentra en su "infancia", ofrece una luz al final del túnel en el grave problema de las listas de espera para que los enfermos renales reciban el órgano de un donante.

Por desgracia no existe cura para el fallo renal. Las máquinas de diálisis, agravan tremendamente la calidad de vida de los enfermos, y a este tratamiento se le considera una solución temporal. La mejor opción hoy por hoy es el trasplante de riñón, pero por desgracia estos no funcionan eternamente, sino que hacen ganar tiempo al enfermo (unos 10 o 15 años) tras la cual se requiere un nuevo órgano, ya que los inmunodepresores que hay que tomar para evitar el rechazo van degradando el órgano trasplantado poco a poco.

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En España, pese a contar con el modelo solidario más imitado -y eficiente- del mundo, aproximadamente un 10% de los receptores fallecen mientras esperan recibir un órgano. Para hacernos una idea de la escasez, decir que en 2011, en España se realizaron 2.500 trasplantes de riñón, mientras que la lista de espera de receptores ese año era de 4.500. Y eso que como digo, España es el ejemplo a seguir en número de donaciones.

Harald Ott, del Hospital General de Massachusetts, fue quien adaptó la técnica experimental empleada previamente en corazones, pulmones e hígados, para la creación de riñones en laboratorio. Su trabajo experimental acaba de publicarse en la revista Nature Medicine. En su opinión, la técnica no es todavía perfecta y habrá que refinarla para que los bioingenieros puedan un día fabricar órganos a la medida del enfermo, preferentemente empleando células madre del propio receptor para evitar el rechazo y por tanto liberar al trasplantado del uso de inmunodepresores.

El hecho de que hagan falta muchos años más de estudio -hablamos de décadas- para conseguir llevar a buen puerto esta técnica, viene de la propia complejidad del riñón, compuesto por varios tipos de células especializadas. Esto hace que resulte especialmente difícil replicar la anatomía y fisiología de este órgano, sobre todo si se le compara con el tejido cardíaco o con la piel.

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Mientras llega ese momento, el mejor consejo es la prevención, ya que si los diagnósticos de enfermedad renal se alcanzan en fases tempranas, se pueden llevar a cabo medidas preventivas, como cambios en el estilo del paciente, para retrasar la llegada del fallo renal.

Me enteré leyendo The Guardian.